Mariano Garc¨ªa gana la medalla de oro de los 800m en los Campeonatos de Europa
El atleta de Cuevas de Reyllo resiste el ataque de Jake Wightman en la recta final para convertirse en el primer espa?ol en la historia campe¨®n de Europa de 800m
?Qu¨¦ hace un genio dos minutos antes de inventar una obra maestra? ?Qu¨¦ hace Mariano Garc¨ªa en el tart¨¢n de una catedral del atletismo un minuto antes de llegar acelerando como la moto que le distingue, porque la c¨¢mara no esperaba, al bloque de salida del que partir¨¢ para dar dos vueltas a la pista, 800m, en menos de 1m 45s (1m 44,85s) y terminar el primero con una carrera que se ense?ar¨¢ durante d¨¦cadas en las escuelas de atletismo como se ense?a al Peter Snell de Tokio 64, al David Wottle de M¨²nich 72 y al David Rudisha de Londres 2012?
?Qu¨¦ hace un chaval feliz de un pueblo de Murcia, Cuevas de Reyllo, que demostr¨® cu¨¢nto corr¨ªa huyendo de un perro que le quer¨ªa morder y quitarle la merienda y desayuna colacao y a los 24 a?os se convierte en el primer espa?ol campe¨®n de Europa de los 800m, la prueba m¨¢s complicada del atletismo, la que necesita inteligencia t¨¢ctica, decisi¨®n, valor, pierna y una capacidad de resistencia a la velocidad y de limpieza de l¨¢ctico ¨²nicas, y valor, la prueba del pionero Alberto Esteban de la medalla de bronce de Tom¨¢s de Teresa hace 28 a?os? ?Qu¨¦ hace un chico al que le gusta solo vivir en el pueblo, echarse la siesta en su c¨¢mara hipob¨¢rica, entrenarse con su entrenador de siempre, Gabi Lorente, un joven de Fuente el ?lamo, el pueblo vecino, que dej¨® la panader¨ªa cuando supo que el zagal de Cuevas era ¨²nico y que Mo Katir, tambi¨¦n su pupilo, corr¨ªa mucho? ?C¨®mo respira los momentos de concentraci¨®n y duda y de repaso y visualizaci¨®n en el que otros solo se dan tortazos en las piernas o respiran profundamente el atleta que resiste en la ¨²ltima recta el ataque de uno como Jake Wightman, el brit¨¢nico que le pudo a Jakob Ingebrigtsen en la final del 1.500m del Mundial de Eugene, hace nada, y su padre acelerado narr¨¢ndolo?
Mariano Garc¨ªa hace la moto una primera vez ante las c¨¢maras, da dos o tres carrerillas atr¨¢s y adelante en la ¨²ltima recta, coge una botella de agua y se riega el pescuezo abundantemente varias veces, y cuando el juez de salida le acelera para que llegue al bloque que marca su puesto de salida, calle siete, choca su mano contra la mano abierta del ¨¢rbitro al que pilla en el gesto de indicarle con urgencia que la c¨¢mara le est¨¢ ya esperando para una ¨²ltima moto. ¡°Es que son unos cabritos, llego aqu¨ª con la peor marca de todos los finalistas y me hacen salir a la pista el pen¨²ltimo, como si fuera la estrella¡±, se queja, y se r¨ªe, porque quiere ser ir¨®nico, porque ¨¦l, el campe¨®n del mundo en pista cubierta hace cinco meses, el ganador del mitin de Nueva York en enero, sabe que va a ganar y que es el mejor de los ocho. Y que nadie le va a superar. Despu¨¦s, con la seriedad m¨¢xima de un atleta en plenitud que sabe exactamente lo que va a hacer para ganar y que nadie se lo va a impedir, sale y corre. Y lo hace. La moto se queda aparcada unos metros detr¨¢s de la l¨ªnea de meta, y la volver¨¢ a coger al final, despu¨¦s de dar un grito salvaje de liberaci¨®n y fuerza, con los siete rivales, el irland¨¦s Mark English, tercero, el sueco Andreas Kramer, cuarto, Barontini, Robert, Pattison, Crestan, tirados en el suelo, exhaustos. Y ¨¦l, como una lechuga, fresco, y ha hecho la mejor marca de su vida, ha bajado de 1m 45s, corriendo solo, sin liebres, a su ritmo.
Y ¨¦l salta y bota y acelera ebrio y vuelve a hacer la moto porque los fot¨®grafos se lo piden sin cesar y ¨¦l pide al estadio, un clamor que reverbera en el techo vanguardista, milagro de la ingenier¨ªa alemana, que le siga aclamando, que quiere emborracharse, ¨¦l, que no bebe ni cerveza sin alcohol.
Gana Mariano Garc¨ªa y dice: ¡°Pr¨¢cticamente estoy feliz¡±.
Unas horas antes, Lorente cuenta que la t¨¢ctica solo la hablan una hora antes de la carrera porque as¨ª no hay dudas ni tiempo para darle m¨¢s vueltas y que a Mariano le gusta concentrarse sabiendo lo que va a hacer y c¨®mo lo va a hacer. ¡°Aunque el 800m es tan complicado, hay tantas variables y aunque creas que las has estudiado todas la carrera puede salir a¨²n con una que no has valorado, y ah¨ª le toca al genio decidir¡±, explica. ¡°Pero la clave es que si t¨² est¨¢s donde quieres estar, los otros siete estar¨¢n inc¨®modos, correr¨¢n por fuera, sufrir¨¢n m¨¢s y se cansar¨¢n m¨¢s. Y Mariano est¨¢ mejor que nunca. Mejor que cuando gan¨® el Mundial, a¨²n¡±.
A los 350 metros, Mariano Garc¨ªa est¨¢ donde quiere estar, donde nadie se atreve a estar, pegado a la cuerda, el primero, marcando el ritmo a todos, haciendo la carrera. Pasa el 400m en 52,06s, acorde a lo previsto. ¡°Se trataba de eso, de correr como en la semifinal, en la que vi que hac¨ªa da?o, pero dos segundos m¨¢s r¨¢pido, y sab¨ªa que pod¨ªa porque me encontraba muy bien¡±, explica luego. Y mientras ¨¦l sigue a su ritmo de dos 400m de 52s, y lo hace con la soltura de quien corre ligero y parece que no le cuesta nada, y con la experiencia de quien se ha equivocado muchas veces, los dem¨¢s empiezan a pelear por la posici¨®n, a sufrir. 1.05,49s el 500m, 1m 18,59s el 600m, y Wightman ya se ve obligado a progresar por la curva, por la calle tres, a correr m¨¢s metros que nadie. Y el brit¨¢nico le ataca en la salida de la curva, en los ¨²ltimos 100m. El sprint de su vida, el de Garc¨ªa y el de Wightman. Y Garc¨ªa resiste, feroz y determinado. Nadie le adelanta. ¡°Al final cre¨ªa que me pod¨ªa, y levant¨¦ las rodillas todo lo que pude y aguant¨¦ y aguant¨¦¡±.
En los ¨²ltimos 100 metros, Wightman, el del final terrible, solo le recort¨® seis cent¨¦simas (13,15s), al murciano que corri¨® las dos vueltas al mismo ritmo. Impuso la ley de los m¨¢s grandes uno que al principio del verano quedaba el ¨²ltimo, descolgado en las carreras, y que fue al Mundial solo para coger ritmo de competici¨®n. ¡°La ley que solo puede imponer quien ha trabajado mucho para que el cuerpo limpie el lactato¡±, explica Lorente, y habla del residuo de la combusti¨®n del gluc¨®geno que envenena la sangre y hace que el m¨²sculo no pueda contraerse a la velocidad que le solicita el cerebro. ¡°Uno que pase el 400m a 51s o 52s, si no limpia no puede mantener el ritmo. Y nosotros, las ¨²ltimas cuatro semanas, desde el Mundial, hemos hecho un bloque de carga muy importante y muy bueno, y lo digo no tanto por los tiempos que haya hecho en series de velocidad, pues Mariano es uno que nunca har¨¢ 400m a 47s, porque buscamos siempre ritmos que no le supongan estr¨¦s¡±. Y en los ¨²ltimos 100m, esos ritmos se hicieron fren¨¦ticos, los que logra entrenando en series de 40 o 60 metros que no le saben a nada, y las rodillas m¨¢s altas, que es el mandamiento del genio ¨²ltimo.
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