El f¨²tbol revive en Ucrania a puerta cerrada
Shakhtar Donetsk y Metalist de J¨¢rkov inauguran en Kiev una liga que se jugar¨¢ en solo cuatro ciudades y con medidas de seguridad en caso de ataque ruso
La cuadrilla de periodistas de Eduard Kinzerski se abraza y r¨ªe en las gradas vac¨ªas del Estadio Ol¨ªmpico de Kiev. Es la primera vez que se ven en mucho tiempo. Zinkerski es el cronista m¨¢s veterano del grupo siguiendo al Shakhtar Donetsk, el equipo l¨ªder del futbol ucranio. Empez¨® a informar sobre sus partidos hace 20 a?os. ¡°No me he perdido ninguno¡±, a?ade, emocionado. Hace ocho meses que no ve¨ªa f¨²tbol: la invasi¨®n rusa, iniciada el pasado febrero, forz¨® el fin de la competici¨®n. Este martes, en un ejercicio de coraje inusual en la historia de este deporte, arranc¨® la liga de f¨²tbol ucrania con las bombas rusas todav¨ªa aterrorizando al pa¨ªs.
El partido inaugural del campeonato ha sido un Shakhtar contra el Metalist 1925 de J¨¢rkov. El Metalist disputar¨¢ sus partidos como local en uno de los tres estadios de Kiev habilitados por el campeonato. Sus instalaciones deportivas en J¨¢rkov fueron bombardeadas el pasado junio. La segunda ciudad del pa¨ªs, en el este y a 25 kil¨®metros de la frontera rusa, sufre cada d¨ªa ataques indiscriminados que hacen inviable una actividad p¨²blica como el f¨²tbol.
El Shakhtar es otro equipo en el exilio, desde 2014. Su ciudad, Donetsk, fue tomada aquel a?o por los separatistas prorrusos en la guerra en la regi¨®n de Donb¨¢s. Desde entonces, el club propiedad del hombre m¨¢s rico de Ucrania, Rinat Ajm¨¦tov, ha seguido un ¨¦xodo que le llev¨® primero a establecer su sede en Lviv, en J¨¢rkov y desde 2020, en Kiev.
La pasada liga fue cancelada y sin declararse ganador, pero el Shakhtar era el primer clasificado, por lo que a partir de septiembre disputar¨¢ la fase de clasificaci¨®n de la Liga de Campeones. Su estadio como local en los partidos internacionales ser¨¢ en Varsovia, Polonia, y el Arena de Lviv su campo para la liga nacional, seg¨²n avanza Curro Gal¨¢n, el entrenador de porteros del Shakhtar. Gal¨¢n se incorpor¨® al club el pasado julio procedente del Atl¨¦tico de Madrid, donde ha sido durante cinco a?os preparador de porteros. Gal¨¢n explica que, m¨¢s que por la aventura o el dinero, apost¨® por el Shakhtar para cumplir con el sue?o de disputar la Liga de Campeones. La sede en Lviv se explica por la proximidad de esta ciudad a Polonia.
La liga se disputar¨¢ a puerta cerrada y en los estadios de cuatro ciudades ¡ªde las 14 de la pasada temporada¡ª, la mayor¨ªa son instalaciones de peque?as dimensiones y todos en zonas alejadas del frente: los principales son los de la capital, donde se cuentan el Ol¨ªmpico, el estadio del filial del Dinamo de Kiev y un campo de la Federaci¨®n Ucrania de F¨²tbol; el Arena de Lviv, el Avanhard de Uzhgorod ¡ªcon capacidad para 12.000 personas¡ª y el Kolos, un estadio para 5.000 personas tambi¨¦n en la provincia de Kiev. Si durante un partido suenan las alarmas antia¨¦reas, que avisan de la posible llegada de misiles rusos, los equipos deber¨¢n suspender el partido y refugiarse hasta que finalice el peligro.
Los gritos de los jugadores y los golpes secos de bal¨®n eran los ¨²nicos sonidos que llenaban el Ol¨ªmpico. En los aleda?os del estadio no hab¨ªa ni un alma, en parte debido a la prohibici¨®n del Gobierno de concentraciones de personas durante esta semana. Este mi¨¦rcoles se conmemoran los 31 a?os de la independencia de Ucrania y las autoridades locales creen que Rusia puede aprovechar la efem¨¦ride para bombardear Kiev. El ambiente era opuesto al que se vivi¨® hace justo 10 a?os en el Ol¨ªmpico, cuando la selecci¨®n espa?ola gan¨® la Eurocopa. Y hace solo cuatro a?os, en el mismo lugar, el Real Madrid gan¨® la Liga de Campeones.
Los expertos en historia del f¨²tbol consultados por EL PA?S no encuentran ning¨²n precedente de pa¨ªs invadido que durante el conflicto haya celebrado su campeonato regular. El periodista Jordi Bresc¨®, autor del libro Rivalidades cr¨®nicas (Panenka), recuerda precedentes de f¨²tbol en tiempo de guerra, pero en contextos diferentes: durante la guerra civil yugoslava (1991-1995), Serbia y Montenegro disputaron una liga conjunta; en Chipre, dividida militarmente entre la zona turca y la griega, cada parte juega su campeonato. Franklin Foer, periodista y autor del aclamado How soccer explains the world, tambi¨¦n se?ala que lo m¨¢s parecido ser¨ªa la liga serbia durante la guerra en los Balcanes. Las tropas rusas combatieron contra Georgia en agosto de 2008 para separar a las regiones de Osetia y Abjasia, pero el conflicto solo dur¨® un mes y la liga georgiana se pudo disputar.
Faltan ejemplos de un Estado invadido que se conjura en una liga oficial y para todos los clubes. Durante la Segunda Guerra Mundial, Inglaterra e Italia organizaron ligas regionales: en el caso de Italia, porque el pa¨ªs estaba dividido entre el sur liberado por los Aliados y el norte, todav¨ªa en manos de los fascistas; en el caso ingl¨¦s, las limitaciones por ley de desplazarse entre territorios imposibilitaban una liga ¨²nica.
La empresa Setanta Sports ha adquirido por tres a?os los derechos de retransmisi¨®n del campeonato ucranio, por 16 millones de euros. A modo de comparaci¨®n, la liga espa?ola vendi¨® los derechos televisivos a Dazn y Movistar desde esta temporada y hasta la 2026-2027 por 4.950 millones de euros. El Shakhtar jugar¨¢ esta temporada sin sus cinco estrellas brasile?as de la pasada campa?a, aunque s¨ª cuenta con tres extranjeros: Traor¨¦, de Burkina Faso, el croata Durasek y el reci¨¦n incorporado brasile?o Taylor, procedente del Paok griego. La plantilla del Metalist es enteramente ucrania, sin sus tres extranjeros de la pasada contienda. El Gobierno ucranio no permite la salida del pa¨ªs de los varones de entre 18 y 60 a?os por estar movilizados en caso de necesidad de incorporarlos a filas.
Solo dos clubes no han podido retomar la competici¨®n, el Mariupol y el Desna de Chernihiv. Mariupol, ciudad de la costa del Mar de Azov, qued¨® arrasada tras tres meses de asedio ruso y hoy se encuentra bajo ocupaci¨®n del invasor. Chernihiv, al noreste de Kiev, fue escenario de una de las batallas m¨¢s cruentas de la guerra. El estadio del Desna qued¨® destruido.
La historia del Shakhtar y del Metalist es un reflejo del drama y de la fractura social que ha vivido Ucrania. Ambos proceden del este industrial de Ucrania, m¨¢s pr¨®ximo a la influencia rusa por cercan¨ªa geogr¨¢fica y por el asentamiento durante la Uni¨®n Sovi¨¦tica de masas de mano de obra rusa. El propietario del Shakhtar, Ajm¨¦tov, es una persona todav¨ªa hoy controvertida entre la poblaci¨®n m¨¢s nacionalista ucrania, porque fue diputado del prorruso Partido de las Regiones y porque en los primeros compases de la guerra de 2014 no se mostrara beligerante con Rusia. Pronto tom¨® partido por la integridad territorial de Ucrania. Sus activos empresariales en Donetsk fueron expropiados por los separatistas prorrusos. Ajm¨¦tov es tambi¨¦n el propietario de la acer¨ªa Azovstal, en Mariupol, famosa porque fue en sus instalaciones donde las ¨²ltimas unidades ucranias se atrincheraron hasta su rendici¨®n el pasado mayo.
El Metalist 1925 es un equipo joven fundado en 2016. Es heredero de un club que quebr¨® y que era propiedad del industrial Serhii Kurchenko. Este oligarca dio apoyo a la sublevaci¨®n prorrusa en Donb¨¢s y actualmente es propietario de servicios energ¨¦ticos en los territorios ocupados por Rusia. La Uni¨®n Europea lo ha incluido en la lista de sancionados por dar apoyo a la invasi¨®n.
El primer partido de la liga termin¨® en un empate a cero que supo a poco para el Shakhtar. Algunos de sus jugadores terminaron estirados sobre el c¨¦sped como si hubieran perdido una copa. ¡°Hay d¨ªas en los que su estado emocional es bajo¡±, explica Gal¨¢n, ¡°y hay que tener en cuenta que han estado siete meses sin competir, y bajo una presi¨®n emocional, por su pa¨ªs y por sus familias¡±. Pese al mal resultado, para el periodista Kinzersky fue un partido muy especial, quiz¨¢ tan importante como el primero que vio del Shakhtar siendo un ni?o, contra el M¨®naco en la copa de la UEFA. Era 1979, ten¨ªa 10 a?os y todav¨ªa exist¨ªa la Uni¨®n Sovi¨¦tica. Su equipo cay¨® eliminado, pero igual que ayer, la experiencia fue m¨¢s importante que el resultado.
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