Griezmann evita un varapalo para el Atl¨¦tico en la Champions
El franc¨¦s marca en el ¨²ltimo suspiro y da la victoria a un mal conjunto rojiblanco ante un Oporto que fue mejor en el juego de contenci¨®n y jug¨® con m¨¢s claridad en ataque
Hay veces que los goles retratan un partido. Uno de rebote de Mario Hermoso, otro de penalti del Oporto, tras unas manos incomprensibles del central, y uno final de Griezmann, de una jugada de estrategia cabeceada en el segundo palo. El f¨²tbol puede ser tan parad¨®jico que Hermoso celebr¨® su tanto en el mismo fondo en el que tuvo un altercado con los ultras del Atl¨¦tico contra el Villarreal por tratar de silenciar los insultos a Griezmann. Este sigue con su cautiverio contractual que le condena a jugar solo las medias horas finales. Y tambi¨¦n contin¨²a mostrando que ahora mismo son un lujo sus suplencias. Suma ya tres goles, dos de ellos decisivos, el de Valencia y el de anoche. De los cuarenta millones que el Atl¨¦tico le tiene que pagar al Bar?a, si se lo queda en propiedad, anoche descont¨® los tres que se dan por victoria en Champions.
El duelo madrug¨® con la previsible cita de las pizarras de Simeone y Concei?ao. Ese f¨²tbol en el que importan m¨¢s los movimientos t¨¢cticos que los de la pelota. Lo mollar es estar bien colocado para anular al contrario. Bajo esas condiciones, el Oporto suele competir bien. Ya no tiene ni a Vitinha ni a Luis D¨ªaz, que le daban colmillo al oficio con el que suele desenvolver. Le quedan Pepe de mariscal y peloteros como Otavio, Eust¨¤quio, Evanilson o Taremi, que siempre tuvieron m¨¢s claro a qu¨¦ jugaban. A convertir al Atl¨¦tico en un equipo borrascoso con la pelota, a romperle el ritmo y a buscarle el agujero de Nahuel Molina. Los murmullos de la hinchada en cada acci¨®n que ejecuta, son de los que terminan por se?alar a los futbolistas sobrepasados. Fue mejor este Oporto de entreguerras que el Atl¨¦tico. Perdi¨®, pero le gan¨® en la contenci¨®n y en la clarividencia para estirarse. Acus¨® el equipo de Simeone la falta de pie fino en el centro del campo. Para colmo, el que m¨¢s empaque tiene con la pelota, Witsel, se ha hecho fuerte como central. No hay partido en el que no sea el mejor del equipo por colocaci¨®n y por la claridad que aporta. O mejoran los centrocampistas, o no ser¨ªa de extra?ar que Simeone d¨¦ por finiquitado el invento y haga jugar al belga de mediocentro. Desde luego, los s¨ªntomas que transmiti¨® el equipo empiezan a convertir ese paso en una soluci¨®n de emergencia. Tanto como la alineaci¨®n de Griezmann y m¨¢s ahora que ha sido resituado como interior. Las ¨²nicas luces las puso Jo?o F¨¦lix, principal afectado junto a Morata del embotamiento de sus compa?eros con la pelota. Tuvo el Atl¨¦tico una buena raci¨®n de ese mal end¨¦mico que le persigue en la era Simeone. Tanto que no pudo tantear a Diogo Costa hasta la media hora de juego. El Oporto, al menos, hab¨ªa probado varias veces desde fuera del ¨¢rea. Y Taremi gener¨® el silencio del p¨¢nico cuando bail¨® a Gim¨¦nez en la l¨ªnea de fondo y su centro atr¨¢s no encontr¨® qui¨¦n lo empujara.
Ante el desastre, Simeone tuvo que operar sin ambages al descanso. Fulmin¨® a Nahuel Molina y Carrasco. Este anda moh¨ªno. No tiene un desborde y no hay nada peor para un regateador que estar en el limbo y sin chispa. De Paul y Lemar fueron las soluciones que busc¨® Simeone. La maniobra iba encaminada a mejorar la embotada sala de m¨¢quinas. El arranque prometi¨®, marc¨® Koke con un buen toque de interior desde la frontal, pero el tanto fue anulado por previo fuera de juego de De Paul. Ese br¨ªo del Atl¨¦tico qued¨® reducido en apenas diez minutos. En cuanto el Oporto lig¨® un par de jugadas, el Atl¨¦tico se descompuso de nuevo. Eust¨¢quio hizo volar a Oblak y el esloveno tambi¨¦n tap¨® un remate de Jo?o Mario libre en el segundo palo.
El desastre era tal, que Simeone precipit¨® en dos minutos la entrada habitual de Griezmann en el minuto 62 y le dio vuelo a Correa y Hermoso para recomponer el equipo. A la grada no le gust¨® que ente los reemplazados estuviera Jo?o F¨¦lix y los silbidos atronaron. No surti¨® efecto esta nueva vuelta de tuerca. El Oporto segu¨ªa mandando. Solo la mala cabeza de Taremi simulando un penalti y protestando por la amarilla que vio le dieron vida al Atl¨¦tico. Se encontr¨® con el gol de Hermoso, de rebote, como ejemplo del ¨¢spero partido que jug¨®. Y tambi¨¦n con las manos del central como remate final de su aturullado partido. Ganado por ese cabezazo vital de Griezmann.
Puedes seguir a EL PA?S Deportes en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.