El factor humano complica la candidatura al t¨ªtulo de MotoGP de Aleix Espargar¨®

Tras dos d¨¦cadas rodando por el mundo con el espect¨¢culo ambulante del Mundial de MotoGP, Aleix Espargar¨® sabore¨® por vez primera las mieles de la victoria este a?o en el GP de Argentina. Apenas era la tercera prueba del certamen, pero ¨¦l ya sent¨ªa que se le presentaba la oportunidad de su vida gracias al magn¨ªfico trabajo del equipo oficial de Aprilia. ¡°Es realista¡±, aseguraba a EL PA?S sobre la lucha por el t¨ªtulo. ¡°Es un sue?o, pero creo que como m¨ªnimo nos hemos ganado el derecho a so?ar¡±, dijo el piloto de 33 a?os.

Medio a?o despu¨¦s, al otro lado del mundo, Espargar¨® sigue so?ando, aunque las matem¨¢ticas se le complican. En el GP de Tailandia (10:00h, DAZN) partir¨¢ 13? despu¨¦s de sufrir con la puesta a punto de la moto, consciente de que no puede dejar escapar a Pecco Bagnaia y Fabio Quartararo ¨C tercero y cuarto en la clasificaci¨®n este s¨¢bado¨C en la lucha por el t¨ªtulo. ¡°No somos competitivos aqu¨ª, pero no es el fin del mundo¡±, coment¨®, siempre sonriente y positivo. Est¨¢ a 25 puntos del l¨ªder y vigente campe¨®n del mundo, un buen colega con el que comparte calle en las monta?as de Andorra. A pesar de sentir la moto como una prolongaci¨®n suya y terminar todas las carreras del certamen, dos errores de bulto, el factor humano, le han quitado unos puntos que ahora resultan vitales.

El ¨²ltimo lleg¨® hace una semana en el GP de Jap¨®n, cuando su equipo se olvid¨® de desconectar el mapa de ahorro de combustible en la parrilla de salida. Part¨ªa sexto, pero su querida m¨¢quina no sub¨ªa de revoluciones. Esa configuraci¨®n, de ah¨ª el drama, no puede ser cambiada por el piloto. La desesperaci¨®n en la vuelta de calentamiento dio paso a las prisas por entrar al pit lane y salir pitando, pero ¨²ltimo, con la segunda moto, que adem¨¢s no llevaba la misma configuraci¨®n ni los mismos neum¨¢ticos elegidos para la carrera. La operaci¨®n remontada fue insuficiente, y de salir por delante de sus dos rivales por el t¨ªtulo con opciones de recortar puntos pas¨® a terminar 16?, su primera carrera sin puntuar en todo el a?o.

¡°Cabeza alta, cualquiera puede cometer un error¡±, les dijo Aleix a su equipo en una cena de hermandad que organiz¨® en Tokio tras la carrera. Sin el fallo, se ve¨ªa con opciones para ganar, y de haberlo logrado se hubiera situado l¨ªder en la tabla con cuatro carreras por disputarse. ¡°25 puntos no son tantos. Hoy, en un mal d¨ªa te quedas fuera del top 10¡å, reflexionaba antes de alejarse de la lucha por la pole en Buriram, la primera de sus cuatro finales. Desde el garaje, vio c¨®mo Marc M¨¢rquez (8?) y Miguel Oliveira (12?) le quitaban la opci¨®n de pasar a la segunda tanda clasificatoria. Tir¨® los guantes enfurecido y se escap¨® a la parte trasera para gritarle al cielo alejado de las c¨¢maras. La pole, de r¨¦cord, fue para la Ducati sat¨¦lite del debutante Marco Bezzecchi, que le rob¨® la cartera a un competitivo Jorge Mart¨ªn. En un nuevo alarde de dominio, siete motos de la marca de Bolonia acabaron entre los diez mejores.

La mala jornada en Tailandia y el fallo de sus t¨¦cnicos en Jap¨®n no han sido los ¨²nicos factores que le han alejado de su objetivo. En el GP de Catalunya, justo al lado de su ciudad natal, fue ¨¦l quien se dej¨® una buena cosecha de puntos. Marchaba segundo cuando se confundi¨® y crey¨® que ya hab¨ªa cruzado la l¨ªnea de meta. Lo celebr¨® como un loco, pero un par de curvas despu¨¦s se dio cuenta de que el resto de pilotos le empezaban a rebasar dando gas a fondo. Pudo recuperar una de las posiciones perdidas, pero del segundo puesto cay¨® al quinto. El origen de la equivocaci¨®n fue la torre del Circuit de Catalunya. A diferencia del resto de localizaciones, la de Montmel¨® marca la pen¨²ltima vuelta como L1 ¡ªlap 1¡ª y la ¨²ltima como L0 ¡ªlap 0¡ª. En los dem¨¢s, la ¨²ltima vuelta es L1. ¡°No me he acordado, la verdad. Me sabe muy mal. Esto no puede suceder, as¨ª que solo me queda pedir disculpas al equipo¡±, coment¨® entonces despu¨¦s de dejar caer algunas l¨¢grimas.

Sin estos dos fallos, Aleix se hubiera presentado a la cita en Tailandia como l¨ªder del certamen, o muy cerca en el peor de los casos. Ahora est¨¢ a una carrera de distancia. Il Capitano, como le apodan en la f¨¢brica de Noale, es la cara visible de la resurrecci¨®n de los italianos, que con ¨¦l lograron el a?o pasado el primer podio desde su regreso al Mundial en 2015. Este curso, seis podios y una victoria despu¨¦s, Espargar¨® y Aprilia todav¨ªa creen en los milagros.

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