Lucas P¨¦rez le hace un traje a Rubiales

El mejor titular sobre el regreso de Lucas P¨¦rez a Riazor nos lo regal¨® Jos¨¦ ?ngel Salgado en los micr¨®fonos de la Radio Galega la misma noche de autos: ¡°dos chorbazos y pal kel¡±. En coru?o cl¨¢sico, que es el idioma propio de los coru?eses bien, su frase quiere decir algo as¨ª como ¡°dos golazos del chaval y para casa¡±, entendiendo chorbo como una unidad de normalidad que en este caso adquiere car¨¢cter excepcional, pues se refiere a un rapaz criado en el Barrio de las Flores que regresa triunfante al hogar, un poco como el hijo pr¨®digo de las sagradas escrituras, pero con m¨¢s gol.

Pese a los reconocidos esfuerzos de Mar¨ªa Pita ¡ªla one club woman local y hero¨ªna en la defensa de la ciudad frente la Armada Invencible¡ª el Deportivo es un club de clara ascendencia inglesa, rom¨¢ntico y demencial hasta el punto de que 23.745 devotos se dieron cita el pasado domingo para asistir al tercer bautizo de Luqui?as en el templo de Manuel Murgu¨ªa. Los rigores de la Primera Federaci¨®n convirtieron al Unionistas en padrino ocasional, mientras los horrores del marketing se ocupaban de restar solemnidad a la fiesta: el Deportivo salt¨® al campo con una reciclable y desprovista de las cl¨¢sicas rayas blancas, con un escudo tan difuminado que O Neno no sab¨ªa si besarlo o pedir un rotulador para perfilar el contorno. Al final opt¨® por intentar lo primero.

El sacrificio ¡ªecon¨®mico y hasta reputacional¡ª de Lucas P¨¦rez por volver a casa tiene el valor que cada uno le quiera dar, solo faltar¨ªa, pero al f¨²tbol moderno no le sobran ejemplos de arraigo y tozudez sentimental como el protagonizado por el delantero gallego. Esta misma semana, en Arabia Saud¨ª, cuatro equipos de nuestra liga se disputan la Supercopa de Espa?a, un torneo extirpado de nuestros estadios a golpe de talonario y en el que, jueguen quienes jueguen, siempre gana Gerard Piqu¨¦. Hasta cuatro millones de euros se va a embolsar su empresa por la edici¨®n de este a?o, que es un mill¨®n y medio m¨¢s de lo que Lucas abonar¨¢ o dejar¨¢ de ingresar por volver a casa y competir en la tercera categor¨ªa de nuestro f¨²tbol.

All¨ª donde no lleg¨® el propietario actual del club, un banco saneado con el dinero de todos los gallegos y cuasi regalado a un inversor venezolano, s¨ª ha llegado el empe?o de un chorbito que marcaba goles en Primera Divisi¨®n y se sent¨ªa como si le estuviese robando a?os de vida a su verdadera familia. De hab¨¦rselo propuesto, los ¨²ltimos goles de Lucas como futbolista valdr¨ªan un potos¨ª en cualquiera de las ligas del Golfo, aunque no tanto como los de Cristiano Ronaldo, que acaba de sacrificar su propia palabra por unos 200 millones de d¨®lares. Curiosamente, de Arabia Saud¨ª llegar¨¢ un dinero que, en boca del propio Luis Rubiales, ayudar¨¢ al desarrollo de categor¨ªas m¨¢s modestas de nuestro f¨²tbol, aunque no especifique c¨®mo o en qu¨¦.

Tan solo ocho clubes espa?oles son capaces de congregar a tantos fieles en sus estadios como este Deportivo de clase turista. Alguno de ellos, como los cuatro presentes en Arabia, prefieren el cari?o saud¨ª al calor de la grada, incapaces de imponer los intereses de sus propios aficionados a los de una RFEF con fachada de ONG y trasfondo de cantina. ¡°Hay tres manera de hacer las cosas¡±, dec¨ªa Robert de Niro en Casino. ¡°La correcta, la incorrecta y la m¨ªa¡±. Dos de ellas se ajustan como un guante al ejemplo de Lucas P¨¦rez quien, ni corto ni perezoso, ha decidido hacerle un traje a Rubiales fuera del campo: flipa, chorbo.

Puedes seguir a EL PA?S Deportes en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.