Luka Doncic, marca registrada

?De qui¨¦n es Luka Doncic? La estrella eslovena es la gallina de los huevos de oro en la NBA. Su impacto en el juego est¨¢ a la altura de los mayores astros de la Liga y su juventud (23 a?os), su asombrosa facilidad para hincharse de puntos y ejecutar acciones inveros¨ªmiles y su carisma le convierten en un fil¨®n deportivo y comercial no solo para ¨¦l mismo y su equipo, Dallas Mavericks, sino para todo el campeonato y el baloncesto entero. Incluso hasta el punto de desatar una guerra en su propia familia. Mientras encadena una exhibici¨®n tras otra en sus apariciones en la pista, Doncic acaba de cerrar una batalla judicial con su madre, Mirjam Poterbin, por el control de su marca.

El conflicto tiene su origen en el verano de 2018, momento del debut del esloveno en la NBA despu¨¦s de su paso por el Real Madrid. Entonces fue Mirjam, una exmodelo divorciada del exbaloncestista Sase Doncic, quien pas¨® a gestionar la comercializaci¨®n del nombre de su hijo bajo el r¨®tulo de Luka Doncic 7. As¨ª fue hasta que el jugador reclam¨® para su dominio lo que consideraba suyo. ¡°Quiero crecer como jugador y es importante recuperar el control de mi marca¡±, expuso. Mirjam se neg¨® a dejar escapar tan suculento plato en otro cap¨ªtulo de l¨ªos en casa. Durante a?os, Doncic no se habl¨® con su padre, que fue quien le llev¨® al Madrid mientras que la madre se dejaba seducir por el Estudiantes y alg¨²n euro de m¨¢s. De modo que el pasado septiembre la figura de los Mavericks firm¨® una petici¨®n a la USPTO, Oficina de Marcas Comerciales y Patentes de Estados Unidos, para cancelar la anterior marca y registrar la suya propia, Luka Doncic 77 (su n¨²mero en Dallas). El reclamo fue denegado y madre e hijo, con el padre ejerciendo de comentarista televisivo, iniciaron una disputa judicial que solo ahora acaba de cerrarse. Doncic ha retirado la demanda y ambas partes parecen haber llegado a un acuerdo. O al menos a un alto el fuego.

El negocio es inmenso alrededor de un baloncestista con su propia l¨ªnea de zapatillas, las Jordan Luka 1 de Nike, y con magia en las manos. En los entrenamientos es capaz de anotar desde el lugar y la forma m¨¢s insospechadas: detr¨¢s de la canasta, el pasillo que va a vestuarios, de espaldas, un triple impulsando la pelota con el hombro¡­ Un globetrotter. Y en los partidos salta de r¨¦cord en r¨¦cord entre defensas que no saben c¨®mo pararle.

Doncic suma 1.381 puntos este curso en la NBA, 33,7 de media por noche, en lucha con Jayson Tatum (Boston) por el primer puesto. Y su relevancia en Dallas es colosal. El esloveno acapara el 26,6% de los puntos de su equipo, un porcentaje mayor al de otras figuras como Tatum en los Celtics (25,1), Antetokounmpo en Milwaukee (21,5), LeBron en los Lakers (19,8) y Jokic en Denver (19,5). El viernes por la noche sum¨® 34 puntos, 12 rebotes y siete asistencias en la victoria ante Miami por 115-90, otro d¨ªa en la oficina para quien el pasado diciembre firm¨® 60 puntos, 21 rebotes y 10 asistencias ante los Knicks. ¡°Necesito una cerveza para recuperarme¡±, afirm¨® tras esa gesta.

Doncic es segundo en las votaciones para el All Star entres los jugadores exteriores del Oeste, solo por detr¨¢s de Stephen Curry y con mucha ventaja sobre Ja Morant. Ser¨ªa su cuarto partido de las estrellas consecutivo, y apunta a estar tambi¨¦n en el mismo periodo en el mejor quinteto de la temporada en la NBA. ¡°Sab¨ªa que iba a ser un jugador referente en la NBA, pero en unos a?os, no tan pronto¡±, cuenta a este peri¨®dico Rudy Fern¨¢ndez, compa?ero de Doncic en su etapa en el Madrid. ¡°Sigue siendo el mismo chaval que sub¨ªa con nosotros. Gracias a su cabeza est¨¢ logrando todo, ese es su secreto adem¨¢s de su talento¡±, a?ade el alero blanco.

Doncic acelera hacia uno de sus anhelos, el t¨ªtulo de mejor jugador de la Liga, MVP, el galard¨®n que en los cuatro ¨²ltimos a?os ya ha reca¨ªdo en un europeo: doblete del griego Antetokounmpo y doblete a continuaci¨®n del serbio Jokic. M¨¢s compleja es la misi¨®n de luchar por el anillo en un equipo con un solista de lujo pero sin actores secundarios de altura. El entrenador, Jason Kidd, reclama a sus hombres un mayor esfuerzo defensivo, y la estrella del equipo cruza los dedos por alg¨²n fichaje antes del cierre del mercado el 9 de febrero. ¡°Por favor, enviad ayuda¡±, se lee en un cartel sostenido por Doncic en un mural del artista Preston Pannek. El ruido es tal que hasta el due?o de la franquicia, Mark Cuban, ha salido en p¨²blico a asegurar que el esloveno no ha pedido refuerzos. Los Mavericks son quintos en el Oeste tras Denver, Memphis, Sacramento y New Orleans.

De lo que no hay duda es que Dallas es Doncic como tambi¨¦n lo fue Eslovenia en el pasado Eurobasket. Para bien y para mal. El conjunto que defend¨ªa la corona de campe¨®n acab¨® derrotado en cuartos ante Polonia y su estrella pas¨® los ¨²ltimos minutos del partido eliminada por faltas, con la cabeza hundida en una toalla, y tan lastimado el cuerpo (jug¨® infiltrado por una lesi¨®n de tobillo) como el orgullo. ¡°He dejado caer a mi equipo y a mi pa¨ªs¡±, se fustig¨® el genio tras esa sorprendente eliminaci¨®n.

Su protagonismo fue tan exagerado que a la hora de la verdad, cuando se necesitaba un equipo y no solo un s¨²per jugador, Doncic estaba solo. El chico de oro hab¨ªa concentrado tanto el bal¨®n en un grupo armado con Goran Dragic, Prepelic, Tobey¡­, que la tropa no estaba enchufada cuando hab¨ªa que acudir al rescate. Eslovenia era Doncic o Doncic. El astro jugaba por cinco. Literalmente. En m¨¢s de una ocasi¨®n era el ¨²nico jugador de su equipo que tocaba el bal¨®n en juego durante un ataque. Lo recib¨ªa en la l¨ªnea de fondo, avanzaba, driblaba y lanzaba, mientras sus cuatro compa?eros parec¨ªan maniqu¨ªes o simples espectadores de televisi¨®n. Doncic, muy protest¨®n con unos ¨¢rbitros que le consent¨ªan cada grito, firm¨® 26 puntos de media en el torneo (el 28,5% de su selecci¨®n), por los 29,3 puntos de Anteto (31,8%) y los 21,7 de Jokic (23,6%). Solo el griego estuvo en el quinteto ideal y lo que era el Eurobasket de los tres gigantes acab¨® por coronar a un conjunto gremial como Espa?a.

Aparcada esa decepci¨®n, Doncic regres¨® a su rutina arrolladora en la NBA. Su productividad es de tal magnitud que, siendo tan joven, se aventura que podr¨ªa ser el m¨¢ximo anotador de todos los tiempos. ?l, sin embargo, rechaza una longevidad al m¨¢ximo nivel como la de LeBron James. ¡°No pienso jugar 20 a?os, prefiero volver a mi granja en Eslovenia¡±, sonr¨ªe. Hasta entonces, Luka Doncic es marca registrada.

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