Esta historia ten¨ªa un (buen) libro
¡®El ¨²ltimo gol Apache¡¯ (Debate) recoge la singular trayectoria del Racing de Madrid y relata los giros del destino que fueron conduciendo su trayectoria hacia un callej¨®n sin salida
La historia del Racing de Madrid reun¨ªa todos los ingredientes para convertirse en un buen libro. En sus 17 a?os de existencia ¡ªnaci¨® en 1914 en un tren que sali¨® de Vigo con destino a Madrid y se apag¨® en 1931 en Nueva York¡ª el club del barrio madrile?o de Chamber¨ª alcanz¨® el ¨¦xito deportivo, celebr¨® su primer t¨ªtulo con un p¨ªcnic junto al Manzanares, proyect¨® y construy¨® un gran estadio propio, aliment¨® la rivalidad con el Madrid, sabore¨® la derrota y la estrechez econ¨®mica, se embarc¨® en una gira por Am¨¦rica y desapareci¨® lejos de casa. El ¨²ltimo gol Apache (Debate), escrito por Jos¨¦ Manuel Ruiz Blas, recoge la singular trayectoria del equipo rojinegro. Un libro que es, primero, una cr¨®nica sobre c¨®mo se crea una instituci¨®n, c¨®mo las personalidades de sus fundadores van modelando la cultura de la misma y, al mismo tiempo, los giros del destino la van conduciendo hacia un callej¨®n sin salida. Pero tambi¨¦n un libro de aventuras y un compendio de personajes que vivieron varias vidas en una.
Francisco Bru, por ejemplo. Futbolista, entrenador de un equipo femenino en 1914, primer seleccionador de Espa?a, forzudo en un circo, periodista, conferenciante, profesor accidental de protocolo, ¨¢rbitro con pistola, seleccionador de Per¨² y de Cuba. Y entrenador del Racing de Madrid, al que embarc¨® en la gira americana con el objetivo de afrontar las deudas generadas por la construcci¨®n de un estadio en cuya grada general cab¨ªan 12.000 espectadores; otros 4.000 en la tribuna. Ten¨ªa ambig¨², ¡°estupendos w¨¢ters para se?oras y caballeros¡±, habitaci¨®n para el ¨¢rbitro, local con tel¨¦fono para la prensa e incluso un hotel de dos pisos destinado a residencia de los jugadores. El emplazamiento era el mismo que ocupa hoy el estadio del Rayo Vallecano.
Aquella gira ¡ªen la que se embarc¨® entre otros el guardameta Platko¡ª hizo paradas en Per¨², Cuba, M¨¦xico y Estados Unidos. Los racinguistas ingresar¨ªan en funci¨®n de la taquilla. Las ganancias no fueron ping¨¹es, pero s¨ª las an¨¦cdotas y las desdichas. Tanganas multitudinarias, invasiones de campo, lanzamientos de piedras, detenciones, derrotas, victorias p¨ªrricas, mercenarios que no lo eran tanto sumados a la aventura, parejas a las que se escrib¨ªa una postal desde cada parada, un encontronazo de metralletas con la mafia neoyorquina, telegramas pidiendo dinero para poder regresar a Espa?a. Y el ¨²ltimo gol apache: el 3 de noviembre de 1931, en la derrota por tres goles a uno frente al Hakoah All Stars neoyorquino. Cinco d¨ªas despu¨¦s, jugar¨ªan su ¨²ltimo partido (1-0). Regresaron a Espa?a. El club, arruinado, desapareci¨®. Se bajaba el tel¨®n de una historia que estaba esperando este libro
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