Marta Fr¨ªas, ¨¢rbitra: ¡°Me han mandado a fregar tantas veces como fregonas hay en Espa?a¡±
La cacere?a reci¨¦n retirada despu¨¦s de 20 a?os hace balance de su carrera y de la irrupci¨®n progresiva de las mujeres en el f¨²tbol
A Marta Fr¨ªas (Villames¨ªas, C¨¢ceres, 42 a?os), habr¨ªa que llamarle, con m¨¢s propiedad, Fr¨ªas Acedo, que es como se denomina en Espa?a a los ¨¢rbitros, con sus dos apellidos. Ella dej¨® de serlo, al menos sobre el c¨¦sped de un campo de f¨²tbol, hace unos d¨ªas. Eligi¨® fecha y lugar. Le quedaban tres temporadas m¨¢s para cumplir la edad reglamentaria, pero acort¨® los plazos. Despu¨¦s de veinte a?os, hace balance de su carrera y de la irrupci¨®n progresiva de las mujeres en el f¨²tbol, algo impensable cuando empez¨®.
Pregunta. ?C¨®mo comenz¨® todo?
Respuesta. Por un compa?ero de trabajo que era ¨¢rbitro y me ¡°enga?¨®¡±. Sab¨ªa que me gustaba mucho el f¨²tbol, y me propuso ir al Colegio de ?rbitros para que viera c¨®mo funcionaba. Me qued¨¦ enganchada.
P. ?Le consideraron un bicho raro?
R. S¨ª, empezamos el cursillo tres, y al mes solo estaba yo, pero ve¨ªan que ten¨ªa ganas, que no me rend¨ªa. Al principio es muy complicado, y en aquellos tiempos, m¨¢s.
P. ?Hace falta tener mucho aguante en categor¨ªas inferiores?
R. Pues s¨ª. Cuando comienzas, lo peor en el f¨²tbol base son algunos padres. No ves faltas de respeto del ni?o, sino del padre.
P. No se qued¨® ah¨ª, fue escalando categor¨ªas.
R. Estuve en Segunda Regional, cuatro a?os en Primera Regional, que fue donde madur¨¦ como ¨¢rbitra, donde aprend¨ª a manejar los partidos en el barro; luego dos a?os en Preferente y catorce en Tercera Divisi¨®n.
P. De f¨²tbol masculino, claro.
R. Siempre, s¨ª. De f¨²tbol femenino a lo mejor pitabas un par de partidos al a?o. En Territorial, siempre.
P. ?C¨®mo era pitar en esos campos de Regional y Tercera?
R. Era duro al principio. Cuando ya te conocen y saben cu¨¢l es tu car¨¢cter se hace m¨¢s sencillo.
P. ?Cu¨¢ntas veces le han mandado a fregar?
R. ?Uf! Tantas como fregonas hay en Espa?a, much¨ªsimas. Pero eso al final no era lo que m¨¢s me molestaba, sino insultos m¨¢s graves. No voy a decir que eso fuera normal, pero en aquella sociedad, cuando ibas a los pueblos, la mayor¨ªa del p¨²blico era gente mayor y te dec¨ªan: ¡°?Pero d¨®nde va ¨¦sta zagalica?¡±
P. ?Y c¨®mo era el comportamiento de los jugadores?
R. Muy bueno, siempre excelente, tanto entrenadores como futbolistas. Tengo amigos que he hecho entre ellos.
P. ?Tal vez se percibe peor desde fuera?
R. Cuando empec¨¦ a arbitrar me dec¨ªan que era muy valiente, y yo les contestaba que, en realidad, estaba loca. Desde fuera igual se ver como una jaur¨ªa, pero depende de c¨®mo te lo tomes. Yo siempre he sido muy positiva y para m¨ª, arbitrar un partido de Tercera era la ilusi¨®n del fin de semana. Arbitrar me daba vida.
P. ?C¨®mo fue el paso a arbitrar en la ¨¦lite femenina?
R. Hace una d¨¦cada. Antes pitaban hombres. Cuando se cre¨® la Primera Divisi¨®n femenina ya era otra cosa. Te daban ropa, te concentraban, cosas as¨ª, y te cre¨ªas profesional, aunque no lo fueras.
P. ?Cu¨¢ndo arbitr¨® su primer partido internacional?
R. Fue un Macedonia-Escocia sub 17, el 29 de septiembre de 2012.
P. ?Era otro nivel?
R. Totalmente, se notaba much¨ªsimo. Cuando comienzas de internacional vas de menos a m¨¢s, pero no es lo mismo pitar un partido UEFA que uno de Tercera.
P. Usted fue una de las protagonistas del par¨®n de las ¨¢rbitras para que se tomaran en cuenta sus reivindicaciones.
R. S¨ª. La gente se sorprendi¨®, pero llev¨¢bamos muchos meses queriendo que se nos escuchara. Dio sus frutos, porque reconocieron nuestros derechos, como los de cualquier trabajador. Nosotras sal¨ªamos de estudiar o de trabajar e ¨ªbamos a arbitrar un partido de la m¨¢xima categor¨ªa. Ahora podemos dedicarnos a la preparaci¨®n, como los hombres. Nos sent¨ªamos como que no form¨¢bamos parte del f¨²tbol profesional femenino.
P. Y de repente decide dejarlo.
R. No es algo s¨²bito, sino muy meditado. Llevo siete a?os arrastrando una lesi¨®n de espalda. Si no pod¨ªa dar el mil por mil en el campo, no merec¨ªa estar ah¨ª.
P. ?Qu¨¦ sinti¨® cuando vio a St¨¦phanie Frappart dirigir un partido del Mundial de Qatar?
R. Me sent¨ª orgullosa. A St¨¦phanie la conozco de coincidir con ella en seminarios o concentraciones.
P. En Espa?a llam¨® la atenci¨®n la aparici¨®n de varias auxiliares en la Liga, pero ya parece normalizado.
R. S¨ª. Hay dos en Primera, otra en Segunda. Creo que la gente se ha dado cuenta de que lo hacemos igual que un hombre.
P. ?Hay alguna mujer en el arbitraje espa?ol que pueda dar el paso para pitar en Primera?
R. Marta Huerta de Aza.
P. ?Les tratan igual que a los hombres en la organizaci¨®n de los viajes, los hoteles, etc?
R. Todo igual. Antes era de otra manera y desde la firma del convenio, todo ha cambiado.
P. ?C¨®mo era antes?
R. Ten¨ªamos otros hoteles. En vez de tener un ¡°cinco estrellas¡±, ten¨ªas un tres, que tampoco estaba mal, y no le dabas importancia.
P. ?Tienen que seguir creciendo el f¨²tbol femenino y el arbitraje femenino?
R. Claro, vamos de la mano. Si el f¨²tbol avanza, nosotras tambi¨¦n. Desde que empec¨¦, hemos crecido a pasos agigantados, pero hay que tener paciencia, porque no echas una semilla y al d¨ªa siguiente tienes la uva.
P. ?Hay m¨¢s mujeres ahora que quieren arbitrar?
R. Claro. Cuando yo empec¨¦ ¨¦ramos ocho en toda Espa?a, y ahora hay ochocientas.
P. ?Cu¨¢l fue su mejor momento en el f¨²tbol?
R. El otro d¨ªa, en mi despedida en Lezama. Me volver¨ªa a retirar solo por vivir otra vez ese momento. Emocionalmente fue lo mejor que me ha pasado en el f¨²tbol.
P. ?Y el peor?
R. Las lesiones.
P. ?Y en un partido?
R. Cuando analizas y te das cuenta de que te has equivocado en alguna decisi¨®n.
Puedes seguir a EL PA?S Deportes en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.