El caso Bar?a-Negreira, un hedor insoportable
Corresponde a Laporta y sus predecesores salpicados explicar sin demora c¨®mo demonios se pod¨ªa pagar semejante barbaridad por recibir informes verbales
Una bomba nuclear ha ca¨ªdo sobre el Bar?a y el f¨²tbol espa?ol. Y la respuesta no ha podido ser m¨¢s desalentadora y vacua. De un lado, Joan Laporta, de repente conspiranoico, como si el foco debiera ponerse en una supuesta conjura que oportunamente ilumina ahora hechos tan turbadores justo cuando el Bar?a remonta en el campo. Una respuesta presidencial de traca, un regate irresponsable. Corresponde a Laporta y sus predecesores salpicados explicar sin demora c¨®mo demonios se pod¨ªa pagar semejante barbaridad (siete millones desde 2001) por recibir informes verbales. Y encima al que fuera vicepresidente del Comit¨¦ Nacional. No hay un simple asesoramiento que cuele, insin¨²e lo que insin¨²e Laporta sobre no se sabe qu¨¦ conchabanza. De existir tal concili¨¢bulo filtrador, ello no rebajar¨ªa la extraordinaria relevancia de esos pagos que se iban disparando a?o tras a?o, tan documentados como asumidos por la entidad azulgrana. La perpetuidad de las facturas y su constante subida corroboran la satisfacci¨®n del Bar?a con los servicios.
Laporta, tan dicharachero habitualmente, tiene mucho que decir, porque justificar no podr¨¢ justificar lo injustificable. Cualquier estad¨ªstico becario es capaz de contabilizar cu¨¢ntos penaltis o tarjetas promedia tal o cual colegiado. Y basta con preguntar a los jugadores, o a colegas arbitrales, de los que tanto abundan hoy en los medios, por el car¨¢cter de unos y otros. Al Bar?a quiz¨¢ le pudo su rancio victimismo y quer¨ªa contrarrestar lo que presum¨ªa influencias ajenas. Al parecer, ni el m¨ªtico Johan Cruyff pudo acabar con tanto martirio intramuros. Tan chapucero, que el Bar?a palmaba m¨¢s de una Liga, incluso alguna por un gol mal anulado a Messi, como en el partido clave con el Atl¨¦tico campe¨®n de 2014. En los tres cursos que alertaron a Hacienda, el Madrid le ventil¨® el trono en 2017.
Cabe tan poco argumento razonable que esa funci¨®n que facturaba Enr¨ªquez Negreira ya se ejerce desde el propio club. Curiosamente, hasta que el trencilla catal¨¢n dej¨® la vicepresidencia en 2018. Hay otros conjuntos que para dar con el perfil de los colegiados alistan como delegados a ¨¢rbitros ya jubilados. Lo hizo el Madrid con Meg¨ªa D¨¢vila, lo hace el Getafe con Mejuto Gonz¨¢lez o el Valladolid con Santamar¨ªa Uzqueda. Que se sepa, como empleados, sin cargos en el Comit¨¦ Nacional y por precios consecuentes. Pr¨¢ctica com¨²n eso de espulgar a los ¨¢rbitros, sostuvo Xavi. Claro, pero sin abonos desorbitados a un dirigente de la corporativa cofrad¨ªa arbitral.
A la incre¨ªble r¨¦plica barcelonista sigui¨® otra no menos alarmante, la tibia respuesta del colectivo arbitral. En la demoscopia popular ha impregnado que el club azulgrana fue beneficiado con estas artima?as, lo que deja igual de maltrechos a los jueces futboleros. De ser cierta la suspicaz causa-efecto ¡ªque los ins¨®litos sobrecargos fueran por gracias arbitrales¡ª habr¨ªa que preguntarse: ?es que ninguno de los muchos y muchos a los que presuntamente pudo haber presionado Enr¨ªquez Negreira lo denunci¨® en activo o, al menos, ya retirado? ?Es que nadie lo sab¨ªa en el sector? ?Es que ninguno se intranquiliz¨® cuando el hijo del vicepresidente hac¨ªa de coach para el gremio? ?Est¨¢ S¨¢nchez Arminio, presidente del pretoriano Negreira? Que se ponga.
Desde el mi¨¦rcoles sabemos que Javier Enr¨ªquez hijo ¡ªque hac¨ªa v¨ªdeos de entrenamientos de la selecci¨®n en tiempos de Luis Aragon¨¦s, adem¨¢s de otros servicios audiovisuales para distintos equipos¡ª se molestaba en acompa?ar a los ¨¢rbitros desde su hotel al Camp Nou sin que se conozca si alguien lo puso de relieve. As¨ª lo ha revelado el ex¨¢rbitro And¨²jar Oliver. Un hedor insoportable que requiere una investigaci¨®n contundente de la Federaci¨®n, el Consejo y la Liga, por mucho que no se contemplen posibles sanciones deportivas porque el caso haya prescrito (seg¨²n el art¨ªculo 112 de la nueva ley del deporte, las infracciones graves vencen a los tres a?os). Mientras, pase lo que pase, se levanten o se entierren las alfombras, cabe proclamar que Enr¨ªquez Negreira, al menos por la gran mancha popular del caso, ha sido el peor fichaje en la historia del Barcelona. Y miren que¡
Son Laporta y sus antecesores quienes, con m¨¢xima transparencia, deben evitar que la mugre se extienda. El Bar?a no lo merece y el f¨²tbol en general, tampoco. Caiga quien caiga.
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