Andreas Christensen, el central favorito de tu central favorito
Cuando el Bar?a fich¨® al dan¨¦s muchos afirmaron que en Madrid se hab¨ªan llevado al central bueno del Chelsea (R¨¹diger) y en Barcelona, al malo. El tiempo y, sobre todo, los partidos han demostrado que el dan¨¦s era el bueno
La posici¨®n de central siempre me ha parecido la m¨¢s desagradecida en el f¨²tbol. M¨¢s incluso que la de portero, que ya es decir. Y no s¨®lo por su funci¨®n de apaga incendios. Despejar balones, ir al corte, bailar con los delanteros centro m¨¢s pesados al ritmo de rock and roll. Expuestos a cualquier error de un compa?ero y retratados cuando aparecen en la foto de alg¨²n gol encajado. En resumen, su trabajo se basa en alejar la pelota de su porter¨ªa.
No hay una definici¨®n por excelencia que determine c¨®mo debe ser un central m¨¢s all¨¢ de la descripci¨®n funcionarial que podemos encontrar en cualquier diccionario: ¡°es aquel jugador que juega en la l¨ªnea defensiva del equipo, ocupando las zonas m¨¢s centradas¡±. Fin. Pero s¨ª existe una aproximaci¨®n en nuestro imaginario, una ley no escrita, que nos dice c¨®mo debe ser un central al uso. Alto, corpulento, con car¨¢cter para ordenar y mandar, para organizar y dirigir desde su posici¨®n.
No hay nada como un central que, desde su posici¨®n, nos ponga en nuestro sitio. Cuando el Bar?a fich¨® a Andreas Christensen muchos afirmaron, sin titubear, que en Madrid se hab¨ªan llevado al central bueno del Chelsea (R¨¹diger) y en Barcelona, al malo (Christensen). El tiempo y, sobre todo, los partidos han demostrado que el dan¨¦s era el bueno. Tan bueno como para que Xavi haya tenido que desplazar al lateral a otro central, ya sea Kound¨¦ o Araujo.
Seguramente no es un futbolista que encaje en la definici¨®n estereotipada de central. Es discreto, sin la exuberancia que s¨ª puede tener Araujo o sin el mercado que tuvo Kound¨¦ despu¨¦s de su gran etapa en el Sevilla.
Christensen parece no haber roto nunca un plato y encaja en esa figura tan manida del yerno perfecto. Si tuvieras que confiarle a alguien tu n¨²mero PIN, PUC o el de tu caja fuerte, se lo dar¨ªas a ¨¦l por la confianza que transmite. Si tuvieras que elegir entre carne o pescado, blanco o rosado, te fiar¨ªas de su criterio.
Sin hacer ruido se ha convertido en el defensa por excelencia que ahora necesita el Bar?a. Para su ADN y su estilo de juego de sacar el bal¨®n tocando desde atr¨¢s, el dan¨¦s es el indicado. Tambi¨¦n es uno de los culpables de que el cuadro catal¨¢n sea el equipo menos goleado de la Liga, con diferencia. De hecho, Andreas vendr¨ªa a ser lo que se conoce como central moderno. Aquel que asume las mismas responsabilidades que tradicionalmente tiene su puesto (recuperador y seguro en los pases completados), pero con un rol m¨¢s destacado cuando su equipo tiene el bal¨®n.
De ¨¦l, su seleccionador, Kasper Hjulmand, dice que ¡°uno se siente bien cuando comprueba c¨®mo Christensen lee el juego en una situaci¨®n defensiva y pone el bal¨®n en movimiento, en lugar de despejarlo lejos o fuera¡±. Y a?ade: ¡°?l arregla las cosas y eso lo aprecian en el campo¡±. Una frase que me ha dado que pensar. Eso es precisamente lo que debe hacer un buen central, arreglar cosas. Porque as¨ª es Christensen, resolutivo y eficaz. Arregla lo que otros compa?eros no pueden y se ha convertido en un seguro de vida atr¨¢s. No es un jugador de muchas palabras, apenas le hemos escuchado delante de los micr¨®fonos desde que lleg¨® a la Ciudad Condal. ?l s¨®lo arregla cosas sobre el verde.
De todos los fichajes que hizo el Bar?a el pasado verano, es, a mi parecer, el que mejor ha rendido y el que claramente ha superado las expectativas.
Por todo esto y mucho m¨¢s, es el central favorito de tu central favorito.
Puedes seguir a EL PA?S Deportes en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.