Sandra Jim¨¦nez de Castro, jugadora de balonmano: ¡°Hay federaciones deportivas que disfrazan la transfobia de debate¡±

Sandra Jim¨¦nez de Castro (Madrid, 30 a?os) era una ingeniera de software que no practicaba deporte. ¡°De ning¨²n tipo¡±, apunta. A principios de 2022, sin embargo, eso cambi¨®: comenz¨® a jugar a balonmano en el club madrile?o GMadrid Sports y en octubre se convirti¨® en la primera jugadora trans de balonmano federada en Espa?a. ¡°Fue inesperado. No sab¨ªa que era la primera, me lo dijeron all¨ª¡±, recuerda. ¡°Fue una sorpresa, aunque al principio no s¨¦ si grata del todo¡±, agrega para explicar los motivos que en ese momento la llevaron a dudar sobre la divulgaci¨®n de la noticia.

Pregunta. ?Qu¨¦ le incomodaba y qu¨¦ ha cambiado?

Respuesta. Implicaba muchas cosas. Me asustaba exponerme demasiado y convertirme en diana. Luego, tras pensar en lo mucho que me cost¨® decidirme a hacer deporte, y al darme cuenta de que muchas chicas pod¨ªan estar en esa misma situaci¨®n, me anim¨¦. Si visibilizarme ayudaba a otras personas y las acercaba al deporte, merec¨ªa la pena.

P. ?C¨®mo le dio por entrenar?

R. Tengo un amigo que entrena a balonmano en el mismo club, con los chicos. A finales de 2021, estaban montando el equipo femenino y me anim¨® para entrar. Yo no hab¨ªa jugado nunca, ni a balonmano, ni a ning¨²n deporte. Al principio dije que no; ten¨ªa mucho miedo.

P. ?Qu¨¦ le aterraba?

R. El rechazo. Muchas personas trans somos reacias hacer deporte ¨Do a visibilizarnos en general¨D por miedo a que nos rechacen. Ese sentimiento no es casual: nace de los comentarios, miradas y se?alamientos que nos hacen basados en el odio.

P. Algunas federaciones internacionales deportivas, la ¨²ltima la de Atletismo, est¨¢n vetando no a las personas trans, sino concretamente a las mujeres trans, ?qu¨¦ le parece?

R. Aparte de machista, en realidad est¨¢n disfrazando la transfobia de supuesto debate. Las personas trans somos personas. Este tipo de organismos deber¨ªa defender valores deportivos inclusivos, en lugar de fomentar el se?alamiento o la prohibici¨®n a personas de jugar en las categor¨ªas que nos representan. Tristemente, en estas instituciones tambi¨¦n hay personas tr¨¢nsfobas. Adem¨¢s, esos vetos tienen graves consecuencias en el deporte base, que se contagia y tambi¨¦n se vuelve excluyente.

P. ?Qu¨¦ opina de la supuesta ventaja competitiva de las mujeres trans que han realizado su transici¨®n despu¨¦s de la pubertad?

R. Lo primero, yo no soy m¨¢s que una deportista m¨¢s. Matizado esto, mi opini¨®n es que vetarnos la participaci¨®n deportiva a las mujeres trans es radical y tr¨¢nsfobo. Creo que las decisiones al respecto deber¨ªan estar basadas en estudios cient¨ªficos serios: muchos de los informes actuales establecen que a partir de dos a?os de hormonaci¨®n, la presunta diferencia muscular entre mujeres cis y trans desaparece. Esto podr¨ªa ser un punto de partida. Tambi¨¦n creo que ni todos los deportes ni todas las personas son iguales. Y eso habr¨ªa que tenerlo en cuenta: hay mujeres cis con niveles altos de testosterona en sangre que tambi¨¦n se han visto afectadas por este tipo de limitaciones. Las mujeres somos muy diversas, por lo que intentar encorsetarnos en unos est¨¢ndares f¨ªsicos artificiales es, aparte de injusto, muy complicado. El g¨¦nero no es binario, por lo que puede que no sea la mejor forma de dividirnos a la hora de hacer deporte.

P. ?Qu¨¦ tiene de especial su club?

R. GMadrid Sports es un club deportivo LGTBIQ+ en Madrid, con m¨¢s de mil atletas, y que tiene como principal objetivo fomentar la inclusi¨®n, creando un ambiente seguro para los deportistas del colectivo.

P. ?No es el deporte seguro?

R. Sigue siendo un terreno muy cis hetero masculino. Y si te sales de ah¨ª, ya no encajas. Solo hay que observar c¨®mo se trata al deporte femenino, que lo tienen escorado, o los ataques a los pocos deportistas que se reconocen como no heteronormativos. Sigue habiendo mucha discriminaci¨®n y estigma con el colectivo LGTBIQ+, para todas las siglas. En mi club somos 150 aficionados de balonmano, con tres equipos federados: el femenino, que compite en Segunda nacional, y dos masculinos, ambos en Segunda territorial. Los chicos, por ejemplo, han tenido percances durante algunos partidos.

P. ?Qu¨¦ situaciones?

R. Gritos hom¨®fobos, insultos... Son actitudes que en mi club no se toleran. En otro, igual no sabes c¨®mo van a reaccionar tus compa?eros, si te van a apoyar. As¨ª, ante situaciones inc¨®modas, puede que optes por no arriesgarte y callarte. Y es muy duro e inc¨®modo que tu equipo no te acepte. En GMadrid Sports eso no pasa, por eso consiguen que personas como yo nos animemos a hacer deporte. Por suerte, yo no he sufrido transfobia en el deporte. Puede que con esta entrevista me exponga. Si ocurriese, tendr¨¦ que ser lo bastante fuerte.

P. ?Se le da bien el balonmano?

R. Buena, buena¡­ no soy. Aunque mis compa?eras me animan mucho y dicen que necesito un poco m¨¢s de tiempo para consolidar nivel. Para que te hagas una idea, en toda la liga, he metido un gol. Y ten en cuenta que en balonmano se meten muchos goles; m¨¢s de 20 por equipo y partido.

P. Ese gol debi¨® saber a gloria.

R. S¨ª. Fue muy celebrado y a m¨ª me puso muy contenta. Me cost¨®; me cuesta. Pero no me rindo. Lo m¨¢s importante del equipo es la experiencia deportiva m¨¢s all¨¢ de la competici¨®n. En mi caso, he pasado de no querer visibilizarme a dar la batalla: he pasado del miedo a la reafirmaci¨®n porque tengo claro que no quiero sentirme limitada por ser una persona trans. Y creo que merece la pena. Cuando haces una transici¨®n es f¨ªsica, emocional, pero tambi¨¦n pol¨ªtica. En todo el proceso, he ido ganando mucha confianza en m¨ª misma; el club me ha ayudado a ello y ha sido fundamental.

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