La ex jugadora Irene L¨®pez Ruiz: ¡°Cuando me recuerdan que tengo una Bota de Bronce me entra la risa¡±
Dej¨® el f¨²tbol a los 20 despu¨¦s de ganar un Mundial con Espa?a; quemada e incapaz de gestionar las expectativas, hoy su mensaje cala: salud mental y deporte deben ir de la mano y el psic¨®logo ser una figura indispensable
Con 17 a?os gan¨® un Mundial y fue se?alada como una de las mejores futbolistas j¨®venes del momento. A los 20, la jugadora del Madrid CFF anunci¨® que lo dejaba. Acab¨® aborreciendo el f¨²tbol. Se hab¨ªa exigido tanto que su cuerpo y su cabeza dijeron basta. Ahora, un a?o despu¨¦s de colgar las botas, Irene L¨®pez Ruiz (Madrid, 21 a?os) habla sin tapujos de la importancia de cuidar la salud mental de los deportistas, j¨®venes habitualmente desbordados por las expectativas, la presi¨®n y la ansiedad.
Pregunta. Dej¨® el f¨²tbol hace un a?o, ?c¨®mo es su vida ahora?
Respuesta. Ahora estudio y trabajo como tatuadora. Tambi¨¦n hago cositas por mi cuenta relacionadas con mis estudios: hago cortos y sesiones de fotos. Estudio Iluminaci¨®n, captaci¨®n y tratamiento de la imagen y me gustar¨ªa enfocarlo hacia el cine; aunque tambi¨¦n me interesa mucho la fotograf¨ªa.
P. Qu¨¦ cambio de vida m¨¢s radical. ?Se siente extra?a?
R. Me siento muy c¨®moda porque todo lo que he hecho lo he hecho porque realmente lo quer¨ªa. Estudiaba psicolog¨ªa, pero me quedaba la espinita de hacer algo m¨¢s art¨ªstico. Mientras estudiaba y jugaba al f¨²tbol, por ejemplo, me apunt¨¦ a clases de pintura. Sent¨ªa que me faltaba tiempo para hacer cosas que me gustaban. Cuando empec¨¦ a jugar a f¨²tbol era un hobby, lo disfrutaba todos los d¨ªas; pero cuando se profesionaliza, no deja de ser un trabajo. En ese momento en que hay un contrato de por medio, un sueldo y unas expectativas que cumplir, ya no es lo mismo. De peque?a mi v¨ªa de escape era el deporte, el f¨²tbol; he tenido que buscar una v¨ªa de escape para mi v¨ªa de escape. El f¨²tbol requer¨ªa mucho de mi tiempo. No tanto porque tuviera que entrenar muchas horas, sino porque volv¨ªa a casa y segu¨ªa pensando en f¨²tbol. Tampoco estaba l¨²cida en los estudios. Pensaba en f¨²tbol 24 horas al d¨ªa. Eso sumado a los problemas de estr¨¦s y frustraci¨®n, porque no me encontraba c¨®moda, me oblig¨® a escapar.
P. Ahora da charlas sobre deporte y salud mental.
R. Me desvincul¨¦ del f¨²tbol, pero sent¨ªa esa necesidad de explicar lo que yo he sufrido, porque seguro que puedo ayudar a la gente joven. Con 15 o 17 a?os no te das cuenta de las cosas. Pero cuando est¨¢s en un equipo de ¨¦lite ves muchas actitudes que ya adviertes que no le va a hacer bien a una ni?a. Yo debut¨¦ a los 15 a?os en primera divisi¨®n. Y muchas ni?as est¨¢n debutando a esas edades. Se tiende a quemar estapas muy r¨¢pido en el f¨²tbol jugado por mujeres. Y, al final, tu desarrollo personal pasa de estar con gente de tu misma edad, un a?o arriba o abajo, a, de repente, estar en un equipo con gente que te saca 10 a?os. Es una diferencia muy grande que puede llegar a ser problem¨¢tica. Por eso, tanto los clubes como la selecci¨®n espa?ola, tienen que entender que hay que preparar a las jugadoras, inculcarles disciplina desde peque?as. Yo, desde los 15 a los 18 era una crack y hac¨ªa y deshac¨ªa como me daba la gana. Pero a los 18, cuando tuve que asumir una disciplina, cuando empezaron a corregirme t¨¦cnicamente, no supe tolerar la frustraci¨®n.
P. ?De qu¨¦ habla en sus charlas?
P. Del manejo del estr¨¦s, de c¨®mo puedes tener sentimientos negativos que crees que son normales hasta que estallas. Todas estas sensaciones hay que tenerlas en cuenta desde peque?o. Especialmente si quieres dedicarte al deporte profesional. A m¨ª, a los 15 a?os me preguntaban y respond¨ªa que quer¨ªa ser futbolista toda mi vida. As¨ª que tambi¨¦n hay que estar preparado para cuando cambia la historia. Para decir: esto ya no es lo m¨ªo. A los 18 ya jugaba por inercia. Nadie me pregunt¨® si quer¨ªa seguir haci¨¦ndolo. Tampoco yo. Hac¨ªa lo que se esperaba de m¨ª.
P. Cuando anunci¨® su retirada dijo que empez¨® a ir a entrenar y a darse cuenta de que sent¨ªa aversi¨®n por el deporte. ?C¨®mo vivi¨® ese proceso?
R. La cosa empieza a ir mal cuando vas a entrenar sin ganas y eso se alarga durante semanas, meses. Entendemos que hay d¨ªas malos y otros mejores. Pero yo llegaba y no quer¨ªa ni ponerme las botas; quer¨ªa quedarme en mi casa, pensar, hacer otras cosas.
P. ?C¨®mo se llega a esa desconexi¨®n con algo que le gustaba tanto?
R. Creo que tiene que ver con el s¨ªndrome del burnout. Acabas quem¨¢ndote. Quiz¨¢ si hubiera tratado antes esa apat¨ªa, si hubiera podido darle la vuelta¡ Pero cuando me di cuenta de que el f¨²tbol no era lo m¨ªo ya estaba diagnosticada de depresi¨®n. Y ese c¨²mulo de emociones hace que sea muy complicado revertir la situaci¨®n. Cuando est¨¢s en el hoyo ya no puedes seguir en la misma direcci¨®n. Tienes que hacer otra cosa y recuperar la vitalidad. Yo sent¨ªa apat¨ªa por todo.
P. ?Lleg¨® a sentir malestar f¨ªsico?
R. S¨ª. Tuve problemas con la comida. Me fui a hacer una anal¨ªtica: no me encontraba bien, hab¨ªa cogido peso y mi rutina de comidas tampoco hab¨ªa cambiado mucho. Me di cuenta de que ten¨ªa el cortisol por las nubes. Es la hormona del estr¨¦s. Hab¨ªa estado engordando por todo lo que hab¨ªa en mi cabeza. Eso tambi¨¦n me dificult¨® jugar al f¨²tbol. Cuando lo dej¨¦, perd¨ª todos esos kilos sin hacer nada especial. Por todo esto defiendo la importancia de que cada deportista pueda contar con un psic¨®logo que le atienda de forma individual. Y si lo tiene que poner el club, que lo haga.
P. ?En la selecci¨®n o en los clubes existen psic¨®logos para ayudar a gestionar la presi¨®n o la ansiedad tan l¨®gica en el d¨ªa a d¨ªa del deportista?
R. Ahora, lo que existe tiene que ver m¨¢s con la figura del coach, que hace sesiones en grupo. Eso est¨¢ bien, pero no es efectivo desde el punto de vista personal. Para tratar los problemas de cada una, de momento, sigue habiendo un sistema muy precario. Ir al psic¨®logo por la sanidad p¨²blica es pr¨¢cticamente imposible, no puedes tener unas citas reguladas y de calidad, de m¨¢s de 30 minutos. Por eso, ir al psic¨®logo es caro. Y muchas futbolistas, habitualmente en una situaci¨®n precaria, no se lo pueden permitir. Deber¨ªa ser obligatorio que cada club tuviera un psic¨®logo con el que poder hacer sesiones individuales.
P. ¡°Cuando t¨² desde joven tocas el cielo, ganas un Mundial o una bota de bronce, no te ponen un colch¨®n para el d¨ªa que tengas que bajarte de ese escal¨®n¡±, dijo hace un a?o. ?En sus a?os como deportista de ¨¦lite, le ense?¨® alguien a manejar la ansiedad o la presi¨®n?
R. No. Nadie. Te apoyas en tus amigos, pero ellos no son quienes tienen que ayudarte. Nadie me hab¨ªa ense?ado a gestionar emociones. Yo empec¨¦ a ir a terapia tarde. Y fue el psic¨®logo el que me ense?¨®. Esta es una carrera de fondo, pero al menos ahora soy consciente de lo que siento y de lo que no siento.
P. Fue Bota de Bronce en el Mundial sub-17 de 2018, la tercera m¨¢xima goleadora del torneo y ¡°el cerebro de Espa?a¡±, dec¨ªan, ?c¨®mo asimilaba las expectativas generadas?
R. No las asimil¨¦. Lo hice a posteriori. Y empez¨® mi decadencia, mental y futbol¨ªstica. Nunca termin¨¦ de asumirlo. Lo siento como una an¨¦cdota. Cuando me recuerdan que tengo una Bota de Bronce me entra la risa. Cuando les cuento a mis compa?eros de clase ahora que he sido campeona del mundo se quedan como: ?qu¨¦ haces aqu¨ª? Pero eso ya no encaja en la vida que tengo ahora.
P. ?Es feliz?
R. Ahora, s¨ª. Completamente.
P. Desde que gan¨® el Mundial a ahora, el panorama para las mujeres en el f¨²tbol ha cambiado. ?Cu¨¢nto lo ha hecho, cu¨¢nto queda por avanzar?
R. Ha cambiado bastante. Lleg¨® la profesionalizaci¨®n, el convenio colectivo¡ Los cambios han sido positivos, aunque son todav¨ªa un poco escuetos para lo que deber¨ªa, pero est¨¢n en el camino. Las futbolistas cada vez tienen m¨¢s voz. Y creo que va a ir mejorando progresivamente, siempre y cuando las implicadas vayan todas a una. Y no haya disparidad de opiniones en cuanto a derechos que deben tener s¨ª o s¨ª.
P. ?Entiende el plante de las 15 jugadoras de la selecci¨®n el pasado verano?
R. S¨ª. Lo puedo llegar a entender. Una selecci¨®n son muchas voces y las futbolistas son parte de esas voces. Para lograr el ¨¦xito y unos objetivos m¨ªnimos tienen que ir todos a una. Y si en alg¨²n momento alguien no est¨¢ de acuerdo hay que renegociar los objetivos y las condiciones. En un equipo uno no es nadie sin el otro. Debe existir cohesi¨®n. Cuanto m¨¢s y mejor cuides a tus futbolistas mejor rendimiento te dar¨¢n.
P. ?No le da un pelin de nostalgia pensar en el Mundial de este verano, en que podr¨ªa haber estado alli?
R. No. Estoy muy contenta con mi vida ahora. Estoy donde quiero estar y me siento afortunada por lo vivido, tambi¨¦n por lo malo, porque me ha hecho ser la persona que soy ahora.
P. ?Ha vuelto a jugar a f¨²tbol?
R. En verano ech¨¦ una pachanga con amigos.
P. ?Hace deporte?
R. No, pero eso s¨ª es algo que tengo pendiente. Es salud. Y lo echo de menos. Echo de menos esa desconexi¨®n.
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