Los Golden State Warriors sobreviven al pisot¨®n de Draymond Green
El volc¨¢nico jugador de los de San Francisco cumple su partido de sanci¨®n ante los Kings y se prepara para el cuarto asalto
La dinast¨ªa de los Golden State Warriors, una de las m¨¢s prol¨ªficas y brillantes de la historia de la NBA, no existir¨ªa sin Draymond Green. En ella Green ha sido soporte, motor y fuego, todo entrelazado en un c¨®ctel indescifrable e inimitable. Su irrupci¨®n arroj¨® una ficha revolucionaria sobre el tablero, la de un molde sin posici¨®n que defensivamente lo sosten¨ªa todo, en la pintura y fuera de ella, mientras proyectaba el ataque mediante clarividentes secuencias de ritmo, pase y bloqueos. Actuando como falso interior se convirti¨® en un multiplicador colectivo. Un comod¨ªn competitivo.
Sin embargo (y a la vez), su elemento visceral, a menudo elevado a la en¨¦sima potencia, ha ido reafirmando que en ocasiones el enemigo tambi¨¦n pod¨ªa encontrarse en casa. Y ten¨ªa un juego de llaves. Su acci¨®n del pasado martes, pisando en el pecho al lituano Domantas Sabonis durante el ¨²ltimo cuarto del segundo partido entre Kings y Warriors, provoc¨® su expulsi¨®n y posteriormente la suspensi¨®n para el tercer encuentro, disputado el jueves. Seg¨²n aclarar¨ªa la propia NBA, justificada a causa de la suma de tres elementos: la jugada antideportiva, el desafiante comportamiento ante los aficionados en Sacramento y su problem¨¢tico historial previo.
Sabonis le agarr¨® el pie a Draymond Green y as¨ª respondi¨® el 23 de Warriors¡
— Sexto Hombre (@6toHombreLATAM) April 18, 2023
Pisot¨®n.
Habr¨¢ revisi¨®n seguro. pic.twitter.com/9TexC2YAic
Ante la prensa, Green, de 33 a?os, expuso que Sabonis atrap¨® previamente su pierna, aludiendo a una provocaci¨®n previa. Detalle que, siendo cierto, tampoco justificaba su desproporcionada reacci¨®n. En la pr¨¢ctica, su cortocircuito dejaba al conjunto de Steve Kerr sin uno de sus grandes ejes para un partido de imprescindible victoria, ya que jam¨¢s se levant¨® un 3-0 en contra en los playoff NBA.
Y aunque los Warriors salvaron ese tercer encuentro sin ¨¦l, Green puso a su propio equipo sobre el abismo. Un escenario, el de competir en el alambre por su incapacidad de gestionar la ira, el de no hallar equilibrio entre vehemencia y control, recurrentemente peligroso. Este domingo, ya con Green, disputar¨¢n el cuarto partido en casa, en San Francisco, para igualar la eliminatoria.
La historia no es nueva. Ya durante el verano de 2016 Draymond recibi¨® una llamada de Bob Myers, director general de la franquicia, con formas urgentes. ¡°Si quieres tirarlo todo por la borda, d¨ªmelo¡±, le apunt¨® pidiendo explicaciones. El ejecutivo tem¨ªa ya entonces perderle para la causa, preocupado por el desbocado desfile de acontecimientos que uno de sus pilares, renovado adem¨¢s solo un a?o antes, estaba protagonizando.
El 10 de julio de ese a?o, a la salida de un restaurante en East Lansing (Michigan), Green agredi¨® al jugador de f¨²tbol americano Jermaine Edmonson, a¨²n universitario, tras un cruce verbal. Semanas antes, a¨²n con la temporada en juego, sus explosiones an¨ªmicas le pudieron costar a los Warriors el segundo anillo consecutivo.
Green ya tuvo un incidente durante las finales de conferencia de 2016 ante los Thunder, propinando una patada a Steven Adams, por el que ser¨ªa expulsado. Pero fue su sanci¨®n en la serie por el t¨ªtulo, motivada por otro golpe bajo a LeBron James, entonces en Cleveland, la que m¨¢s consecuencias tendr¨ªa. Su sanci¨®n para el quinto encuentro de la eliminatoria, en el que los Warriors pod¨ªan sellar el t¨ªtulo jugando en casa, fue el inicio del fin. Los Cavaliers aprovechar¨ªan su baja y acabar¨ªan ganando tres veces seguidas a Golden State, logrando la remontada m¨¢s heroica en la historia de las Finales.
El jugador revel¨® en alguna ocasi¨®n, tratando de dar sost¨¦n a sus volc¨¢nicas reacciones, que lo ind¨®mito en su car¨¢cter viene forjado por las dificultades econ¨®micas que atraves¨® su familia durante su infancia. ¡°?Qu¨¦ haces cuando tienes que sobrevivir? Ir siempre al l¨ªmite¡±, reconoc¨ªa. Pero los efectos de su falta de control han perturbado la dinast¨ªa y obligado a una dosis extra de paciencia con ¨¦l. ¡°No hay forma de controlar eso en ¨¦l, ha cruzado la l¨ªnea durante estos a?os pero no habr¨ªamos ganado sin Draymond. Es la verdad¡±, se resigna el t¨¦cnico Kerr.
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