Como estaba escrito, sprint en el Giro de Italia, y victoria de Jonathan Milan
Remco Evenepoel sigue l¨ªder tras una segunda etapa marcada por una ca¨ªda a cuatro kil¨®metros de la meta, donde triunfa un debutante italiano de 22 a?os

En el Giro, como en la Biblia, todo sucede para que se cumpla lo que estaba escrito. No hay carrera m¨¢s ritual, ceremonial. D¨¦cadas y d¨¦cadas de repetici¨®n han fijado el canon. Etapas llanas por el sur, donde no huele a albahaca, sino a pobreza y a lucha operaria, humo del carb¨®n en el que grillan pinchos de oveja vieja, arrosticini, y a incienso y a polvo de iglesia, m¨¢s de 200 kil¨®metros hacia playas de dunas. Fuga sin lucha. Salen cinco r¨¢pido y los equipos de sprinters cierran la puerta. Cuatro horas de calma, unos minutos de aceleraci¨®n para acabar con la fuga, media hora de caos, ca¨ªdas, estrechamientos inexplicables de la calzada, frenazos y, ya estaba escrito, nadie lo dudaba, un sprint, y la victoria de Jonathan Milan, un corredor de 22 a?os, tan joven y debutante, del a?o 2000, como Remco Evenepoel, que suena a viejo conocido.
Mide 1,94m. Es un gigante. Pesa m¨¢s de 80 kilos. Necesita que se le abran las aguas para progresar y aprovechar la inercia, y su conocimiento de los vatios ¨Cllega a 1.900 vatios algunos segundos, dice¡ªy de los ritmos, depurado en muchos a?os de trabajo en la pista. Friulano de Tolmezzo, lejos, lejos, en el norte, a orillas del Tagliamento, el r¨ªo del lecho de piedras de un kil¨®metro de ancho que desciende desde los Alpes, Milan es mitad Filippo Ganna ¨Cy con Ganna en el cuarteto de persecuci¨®n gan¨® el oro en los Juegos Ol¨ªmpicos de Tokio¡ªy, por el tama?o, mitad Mario Cipollini, que en 1989 gan¨® el primer sprint de su carrera en el Giro, y ten¨ªa tambi¨¦n 22 a?os. Por el estilo, no, ni por mala leche. No es bella su forma de esprintar, sino primaria. Se abre un hueco delante de ¨¦l y acelera, y en dos pedaladas saca dos metros a todos, y mueve la cabeza y mueve el cuerpo y desperdicia energ¨ªa, y a¨²n as¨ª, es una bomba.
??"Hey Siri, define power"
— Giro d'Italia (@giroditalia) May 7, 2023
? Watch now the last km of Giro d'Italia stage 2!
.
??"Hey Siri, dammi un esempio di potenza"
? Guarda adesso l'ultimo km della tappa 2 del Giro d'Italia!#Giro #GirodItalia @Expo2030Roma @MilanJonathan_ @BHRVictorious pic.twitter.com/Vs65RinQYq
Todo bajo el sol del mezzogiorno italiano, sombras duras, ninguna sorpresa a la vuelta de la esquina, nada que no se supiera que iba a ocurrir. Ni una m¨ªsera niebla, una subida, un ataque oculto, un misterio, una lucha maravillosa, una duda. El Giro se ha construido ya, nunca imitar¨¢ a las carreras femeninas, a la Vuelta en Lagos, por ejemplo, como las imitan los nuevos campeones, incluso Remco Evenepoel.
La ca¨ªda, a poco m¨¢s de tres kil¨®metros, roza a Remco Evenepoel, de rosa, y cuando habla, habla un ni?o fascinado por los colores con los que le disfrazan. ¡°Me he divertido de rosa¡±, dice, vestido del arco¨ªris de campe¨®n del mundo, una maglia que dif¨ªcilmente vestir¨¢ en carrera este Giro. ¡°Es un nuevo color en torno a m¨ª. Qu¨¦ bien¡±. La contrarreloj inicial la gan¨® con la bandera belga de campe¨®n nacional de la especialidad; la segunda etapa la salv¨® de rosa, y cuando deje el rosa ¨Cquiz¨¢s, voluntariamente, el martes: se prev¨¦ fuga con ¨¦xito en el Lago de Laceno, a 1.000 metros¨C descubrir¨¢ el blanco de mejor joven. ?Los colores azules de su equipo, el Soudal? Imposible. Por la ca¨ªda, algunos con nombre importante ¨CTao, Vine, Haig, Pinot¡ªpierden 19s.
El viento de cara, fuerte, rompe a Fernando Gaviria, que quiere anticipar el sprint de los favoritos. Lo hace a casi 300 metros. Pelea con el viento y pierde, y ayuda a Milan, a su aceleraci¨®n libre. ¡°Me he desfogado¡±, dice el italiano, que este invierno ya gan¨® un sprint en Arabia Saud¨ª a Dylan Gronewegen. ¡°Uno que debuta siempre duda¡±.
Puedes seguir a EL PA?S Deportes en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
