El Arsenal sigue la estela del Manchester City
Los ¡®gunners¡¯ ganan un vibrante partido en Newcastle y se quedan a un punto del liderato en la Premier
El orgulloso Arsenal sigue en la carrera por ganar la Premier, romper una abstinencia de 19 a?os y destronar al Manchester City, que enfoca ahora el reto de la Champions mientras su rival dom¨¦stico vela armas. Un triunfo en Newcastle ante un rival que s¨®lo hab¨ªa perdido 4 partidos en 33 jornadas le sit¨²a a un punto del City, que tiene adem¨¢s la ventaja de tener que recuperar un partido aplazado contra el Brighton, justo el equipo que el pr¨®ximo fin de semana visita el Emirates. Tres partidos tiene por delante el Arsenal (Brighton y Wolves en casa; Nottingham a domicilio) y cuatro el cuadro de Pep Guardiola (que visitar¨¢ a Everton, Brighton y Brentford y recibir¨¢ al Chelsea). El campeonato entra en el terreno de lo imprevisible.
La Premier es grande no s¨®lo por el dinero que maneja, tampoco lo es ¨²nicamente por la singular liturgia que se vive en sus estadios. La fascinaci¨®n tiene que ver con algo m¨¢s que la chequera y el decorado. Est¨¢ en el c¨¦sped y todo lo que sucede ah¨ª tiene mucha verdad cuando se trata de descifrar f¨²tbol. Este tiempo de presiones altas, de robos y transiciones, de balones jugados desde atr¨¢s para atraer contrarios y encontrar espacios se adapta como un guante a escena y escenario. El resultado es una sucesi¨®n de partidos memorables, de esos que hacen afici¨®n. Imposible no emocionarse viendo duelos como el que protagonizaron Newcastle y Arsenal en el majestuoso y febril St. James¡¯s Park.
En el recuento de esas grandes citas el Arsenal suele estar por medio, pero en esta ocasi¨®n el equipo m¨¢s agitado de la Premier se encontr¨® metido dentro de una centrifugadora. El Newcastle puso de inicio un programa corto, pero intenso, y el Arsenal pareci¨® un gui?apo. En el primer minuto, Murphy envi¨® un remate al palo, en el s¨¦ptimo Bruno Guimaraes finaliz¨® un c¨®rner dibujado en la pizarra y envi¨® al ¨¢rbitro al punto de penalti por una supuesta mano de Kiwior. El visionado en la pantalla desdijo todo y el Arsenal encontr¨® no s¨®lo un alivio, sino el par¨®n que necesitaba para quitarse de encima el estupor que le causaba tanto empuje. Tres minutos despu¨¦s de aquel aldabonazo del VAR se acerc¨® por el ¨¢rea rival y antes de entrar en ella Odegaard coloc¨® un zurdazo preciso entre la mano de Nick Pope y el poste. As¨ª se sacude un equipo grande el dominio de un rival.
El corro de celebraci¨®n de los jugadores del Arsenal tuvo m¨¢s de concili¨¢bulo que de festejo. Hab¨ªa muchas cosas que corregir. Lo hicieron durante un buen tramo de la primera parte porque el equipo se ajust¨® para incomodar la circulaci¨®n de la pelota por parte del Newcastle y dej¨® de acularse. Encontr¨® adem¨¢s los caminos hacia Martinelli y Saka, que pudieron aumentar la ventaja. Fue entonces cuando aparecieron los porteros, primero Nick Pope para los locales, luego Aaron Ramsdale en los gunners. Acusados durante bastantes a?os por su mejorable nivel, los mejores metas ingleses han dado un salto de calidad en los ¨²ltimos tiempos. No parece complicado colegir que el m¨²sculo econ¨®mico ha servido tambi¨¦n para llevar a los centros de entrenamiento de la isla a los mejores entrenadores de porteros. Y ah¨ª hay varios talentos importados desde LaLiga.
Ocurri¨® que durante casi una hora tan s¨®lo gobern¨® el marcador aquel tempranero gol de Odegaard. Pareci¨® incre¨ªble porque hubo varios mano a mano bien resueltos por parte de ambas escuadras, pero que desactivaron los porteros, el m¨¢s estrepitoso uno de Odegaard en la ¨²ltima acci¨®n antes del descanso. Y se sucedieron los remates a los palos: Isak para el Newcastle y Martinelli para el Arsenal en el amanecer de la segunda parte.
El Newcastle volvi¨® a ser un torrente de inmenso caudal ofensivo. Ramsdale se hizo grande para sacar con la mu?eca derecha, firme, un testarazo del exdeportivista Sch?r. El Arsenal apret¨® los dientes en una prueba de madurez para el equipo m¨¢s joven de la Premier. Se junt¨® y esper¨® su momento, que lleg¨® a veinte minutos del final cuando Martinelli explor¨® la l¨ªnea de fondo y encontr¨® un tesoro en la bota derecha de Sch?r, que toc¨® la pelota hacia dentro de su porter¨ªa. Nada se par¨® hasta el final. El Newcastle tuvo fe, pero el Arsenal tiene un credo. Lo recitan sus seguidores desde la grada con un c¨¢ntico machac¨®n: We¡¯ve got Super Mik Arteta, he knows exactly what we need; Kieran [Tierney] at the back, Gabi [Martinelli] in attack, Arsenal on the way to Champions League. (Tenemos a Super Mikel Arteta, ¨¦l sabe exactamente lo que necesitamos; Kieran atr¨¢s, Gabi en el ataque, Arsenal camino de la Champions League).
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