Dzeko sale de la cripta con el mazo
El bosnio, a punto de retirarse con 37 a?os, se convierte en la figura de la semifinal lombarda, muy encarrilada por el Inter a costa de un Milan incapaz para todo
La hinchada del Inter enton¨® el Muchachos nos Volvimos a Ilusionar, himno oficioso de la afici¨®n argentina en Qatar. Fue parte de la fiesta del pueblo interista, visitante en San Siro en el curso de la ida de la semifinal de la Champions que se dirime en el derby de Mil¨¢n. Razones no le faltaron a los seguidores para sentirse ganadores. A los 12 minutos el Inter mandaba 2-0 y contemplaba tranquilamente desde su caparaz¨®n la impotencia palmaria del Milan para gestar los ataques en el curso de un partido que premi¨® el conservadurismo y elev¨® al imprevisto Dzeko a la condici¨®n de h¨¦roe. La vuelta, el martes que viene en el mismo escenario, presenta un claro favorito.
Con un saque de porter¨ªa de 60 metros que control¨® Edin Dzeko detr¨¢s de las l¨ªneas enemigas comenz¨® el Inter a propinar su primitivo golpe. El bosnio, que tiene 37 a?os y lleva tres goles en Serie A desde enero, da una idea del estado de la plantilla interista. No hay duda de que Dzeko es el jugador con m¨¢s categor¨ªa del ataque del Inter, pero sus achaques de la edad le hab¨ªan postergado. Parec¨ªa un jugador defunto cuando Inzaghi, el t¨¦cnico, le fue a buscar a la cripta para que protagonizara el gran d¨ªa de la temporada en detrimento de Lukaku, el famoso tanque belga. Dio en la diana Inzaghi porque Dzeko interpret¨® a la perfecci¨®n su papel de punta de referencia solitario de un equipo que salt¨® a San Siro a especular y a esperar.
El Milan comenz¨® el partido presionando con indecisi¨®n, como si la condici¨®n de local le obligara a llevar una iniciativa que no deseaba. El Inter, sin Brozovic de inicio por problemas f¨ªsicos, no arriesg¨®. Tampoco se dej¨® sorprender. Ante la duda, jug¨® en largo. Transcurridos los cinco minutos, el saque de porter¨ªa m¨¢s rudimentario imaginable, recuerdo de los felices a?os 90, le proporcion¨® un punto de apoyo. Dzeko sac¨® petr¨®leo. Tomori le hizo falta y a partir de ese instante el Milan perdi¨® el control de la situaci¨®n. El Inter se le instal¨® en su campo a base de pillar rechaces y provocar saques de banda y c¨®rners. A la salida de un saque de esquina el propio Dzeko empalm¨® el 0-1 en el ¨¢rea chica, ante la marca inane de Calabria.
El gol retrat¨® el escalofriante estado de la defensa del Milan. Un ramillete de gente con problemas que tiene en Fikayo Tomori a su hombre m¨¢s desconcertado. A los dos minutos del 0-1, el ingl¨¦s se fue detr¨¢s de Dzeko y desprotegi¨® el carril central. La v¨ªa de acceso m¨¢s amplia a su porter¨ªa. Por ah¨ª, al cabo de un contragolpe, entr¨® Mkhitaryan solo, antes de fusilar al portero milanista ante el asombro de las hinchadas.
Lo que sigui¨® fueron 80 minutos de frustraci¨®n del Milan, nulo en creatividad frente al muro de Inzaghi. El campe¨®n de la Serie A de la temporada pasada dio una exhibici¨®n de impotencia en todos los frentes, natural consecuencia de la falta de nivel de sus volantes y delanteros. Ni supo defender, ni sali¨® bien de la presi¨®n en los raros momentos en que le sometieron, ni fue capaz de generar el m¨¢s m¨ªnimo peligro en la porter¨ªa rival. ?alhano?lu estrell¨® en el poste el que pudo ser el 0-3 y Dzeko tuvo un mano a mano con Maignan que salv¨® el portero. El finalista pudo decidirse en 90 minutos. El Milan conserva una m¨ªnima esperanza.
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