Victoria para Vini sin Vini
El Madrid vence al Rayo, que conserva opciones europeas, en una tarde de homenajes al brasile?o que cerr¨® Rodrygo con un gol celebrado con el pu?o en alto contra el racismo
Como si la conmoci¨®n colectiva desatada con Vinicius en Mestalla hubiera provocado una alteraci¨®n del espacio-tiempo, el Bernab¨¦u pareci¨® albergar una anomal¨ªa formidable. Se jugaba un partido sobre el c¨¦sped, pero una de las estrellas futbol¨ªsticas m¨¢s fulgurantes del planeta se sentaba en el palco al lado de Florentino P¨¦rez. Una imagen ins¨®lita: un futbolista en activo, a la diestra del presidente del Real Madrid, ni siquiera en un palco privado. Vinicius, un jugador que no se ha perdido un partido por lesi¨®n desde que se rompi¨® los ligamentos del tobillo derecho contra el Ajax, se hab¨ªa quedado, cuatro a?os m¨¢s tarde, fuera de la lista por molestias en la rodilla izquierda. Precisamente en el partido posterior al se¨ªsmo. Pero estaba por todas partes.
Para empezar, en la pancarta que se colg¨® en el fondo por encima de la grada de animaci¨®n: ¡°Vinicius somos todos, basta ya¡±. Luego sali¨® todo el once inicial con su camiseta, y despu¨¦s de la foto de formaci¨®n se unieron tambi¨¦n los suplentes, y hasta Mariano, no convocado, en vaqueros. Posaron de espaldas a los fot¨®grafos y entonces apareci¨® el brasile?o sobre la hierba, un poco apartado, para un saludo breve a la grada antes de subir a instalarse al palco.
Los equipos tambi¨¦n tuvieron un posado juntos, detr¨¢s de una pancarta contra el racismo producto de otro movimiento in¨¦dito: se hab¨ªan puesto de acuerdo LaLiga de Tebas y la federaci¨®n de Rubiales, bajo la tutela del Consejo Superior de Deportes. Y as¨ª, con los capitanes tambi¨¦n con el mismo brazalete antirracismo, circulaba el partido al trantr¨¢n, apenas con la meta del siguiente punto del programa de actos para arropar a Vinicius, el minuto 20. En ese momento, la grada cant¨® su nombre y ¨¦l se levant¨® a saludar.
El 1-0 tambi¨¦n lleg¨® con su punto de rareza. Como si Palaz¨®n hab¨ªa ca¨ªdo en el ¨¢rea por un golpe de Nacho en un c¨®rner del Madrid, los blancos pidieron parar. Cuando Gil Manzano ech¨® el bal¨®n a tierra para reanudar el juego, Kroos aceler¨® de repente para d¨¢rselo a Benzema. Los futbolistas del Rayo estaban a¨²n de charleta, esperando que el alem¨¢n jugara hacia atr¨¢s, como se acostumbra. Pero busc¨® la profundidad del franc¨¦s, que combin¨® con Valverde y termin¨® marcando.
La celebraci¨®n tambi¨¦n fue extra?a. Benzema cojeaba, como si se hubiera lesionado en el remate, mientras los jugadores de Andoni Iraola rodeaban al colegiado tratando de entender qu¨¦ les hab¨ªa pasado.
Hasta entonces tampoco hab¨ªan sufrido, y bajo el mando de Isi hab¨ªan vivido bastante cerca del ¨¢rea de Courtois, incluso con un tiro peligroso de Comesa?a. Al Madrid le funcionaba m¨¢s la contra que el centro del campo con Modric, Kroos y Camavinga, que desde la debacle de M¨¢nchester no ha vuelto a empezar en el lateral izquierdo. Ancelotti situ¨® ah¨ª a R¨¹diger, muy seguro toda la tarde, como Alaba y Nacho, la pareja de centrales.
El mayor peligro del Real, y quiz¨¢ la anomal¨ªa m¨¢s desconcertante, lleg¨® a la carrera, en una combinaci¨®n entre Benzema y Rodrygo. El brasile?o se qued¨® solo ante Dimitrievski y se resbal¨® en la pen¨²ltima pisada antes del tiro.
Pese al ritmo cansino y las emociones ambientales, el valiente Rayo de Iraola no parec¨ªa dispuesto a renunciar sin m¨¢s a esa opci¨®n con la que llegaba de jugar el curso que viene en Europa, y que a¨²n conserva. Fueron metiendo fuego al partido: un primer arre¨®n con Trejo y luego dos delanteros de post¨ªn, Falcao y el canterano madridista RDT, que igual¨® el duelo.
Entonces, aceler¨® de nuevo Rodrygo y emboc¨® desde fuera del ¨¢rea, para terminar la tarde donde comenz¨®, en Vinicius. La celebraci¨®n consisti¨® en quedarse quieto y levantar el pu?o derecho contra el racismo.
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