La Diamond League produce en Par¨ªs tres r¨¦cords mundiales en menos de dos horas

Si una noche calurosa de primavera en Par¨ªs un marciano reci¨¦n ca¨ªdo en la Tierra se pasara por el estadio de Charl¨¦ty, coqueta pista azul, tribunas cubiertas y gradas muy monas, y viera lo que all¨ª ocurr¨ªa llegar¨ªa a la conclusi¨®n de que aquello que todos llaman atletismo consiste en grupos de hombres y mujeres calzados con enormes zapatillas fosforescentes ech¨¢ndole carreras en curioso desaf¨ªo a una luz verde que les persigue y alcanza y adelanta a casi todos, salvo a algunos. Pocos le llevar¨ªan la contraria, pues el azar, que nunca deja cabos sueltos, como recuerda el atleta, y poeta, Jenaro Talens, le hab¨ªa guiado el viernes al mitin de atletismo m¨¢s fulgurante del siglo XXI, por lo menos, y los m¨¢s concienzudos estad¨ªsticos lo equiparan, en la categor¨ªa de legendario, a la Weltklasse de Z¨²rich de 1997. En todas las carreras de la etapa de Par¨ªs de la Diamond League, en las que se daba m¨¢s de una vuelta a la pista de 400m, junto a las liebres humanas intervinieron luces led de colores que marcaban el ritmo solicitado por los atletas. Las verdes marcaban el r¨¦cord del mundo. Tres veces perdieron las bombillas la carrera en el espacio de 110 minutos. Cayeron en los 5.000m femeninos y las dos millas y los 3.000m obst¨¢culos masculinos ante atletas magn¨ªficos (Faith Kipyegon, Jakob Ingebrigtsen y Lamecha Girma), y zapatillas de placas de carbono, espumas ligeras hasta el absurdo, que devuelven multiplicada la fuerza de las pisadas de sus tobillos extraordinarios. A su alrededor, miles de espectadores aplauden, maravillados e inquietos. ?Cu¨¢l es el valor de los r¨¦cords? ?Cu¨¢nto vale el factor humano, cu¨¢nto el tecnol¨®gico?

A las 20.50, el noruego Jakob Ingebrigtsen le quitaba uno de los dos r¨¦cords que le quedaban al keniano Daniel Komen, quien desde hace 26 a?os manten¨ªa la mejor marca de la historia de las dos millas (una distancia, 3.218 metros, a la que la federaci¨®n internacional no concede el derecho a que se considere r¨¦cord mundial la mejor marca). Los 7m 54,10s (cuatro segundos inferior a la marca de Komen) del noruego, que a¨²n no ha cumplido los 23 a?os y ya es campe¨®n ol¨ªmpico de 1.500m y mundial de 5.000m, equivalen a dos millas seguidas de 3m 57,05s cada una. Solo Komen y ¨¦l mismo han bajado alguna vez de los ocho minutos, y ni el gran Haile Gebrselassie, que lo intent¨® tambi¨¦n en 1997 pudo (m 1,08s). Y los frikis, en las redes, se pasan unos a otros detalles de los entrenamientos incre¨ªbles del fenomenal Ingebrigtsen, quien unos d¨ªas antes, para probar su buena forma, corri¨® seis 800m seguidos, con poco descanso entre cada uno, con los siguientes tiempos: 2:00, 2:00, 1:55, 1:55, 1:49.5, 1:49.5. ¡°Es mi primer r¨¦cord mundial al aire libre¡±, dijo Ingebrigtsen, quien posee el de 1.500m en pista cubierta (3m 30,60s) y que con su paso en el 3.000m, cronometrado oficialmente en 7m 24s, bati¨® tambi¨¦n el r¨¦cord europeo de la distancia. El ritmo me pareci¨® bastante f¨¢cil dado que vengo del 1.500m, pero me sorprendi¨® mucho el tiempo¡±.

A las 21.40, 50 minutos despu¨¦s, la diminuta keniana Faith Kipyegon se agigantaba tal como se hab¨ªa agigantado en Florencia el 2 de junio y una semana exacta despu¨¦s de haberse convertido en la ciudad toscana en la primera mujer que bajaba de los 3m 50s en los 1.500m (3m 49,11s) bat¨ªa en la capital francesa la plusmarca mundial de los 5.000m, 14m 5,19s, rebajando m¨¢s de un segundo los 14m 6,62s con que la et¨ªope Letesenbet Gidey inaugur¨® a lo grande las luces led de la pista del Turia, en Valencia en mitad de la pandemia, octubre de 2020. Y, el azar no existe, fue la propia Gidey la que m¨¢s tir¨® de Kipyegon despu¨¦s de las liebres oficiales en las ¨²ltimas vueltas antes de quedarse seca, ver c¨®mo la com¨ªan las luces verdes y dejar partir fulgurante a la keniana, que ya lo hab¨ªa advertido. ¡°Esto no se va a quedar aqu¨ª, vendr¨¢n m¨¢s r¨¦cords¡±, dijo en Florencia Kipyegon, de 29 a?os, doble campeona ol¨ªmpica y mundial, madre de Alyn, de cinco a?os, octava de nueve hermanos, que se entrena en Eldoret, en el valle del Rift con Patrick Sang, el t¨¦cnico del maratoniano ¨²nico Eliud Kipchoge. Tantas cosas y tan r¨¢pida como su padre, tambi¨¦n atleta. ¡°Ni pens¨¦ en el r¨¦cord del mundo ni s¨¦ c¨®mo fui capaz¡±, dijo Kipyegon. Era el primer 5.000m que corr¨ªa en ocho a?os, el tercero de su vida. ¡°Yo solo me concentr¨¦ en que no me alcanzaran las luces verdes y en correr relajada detr¨¢s de Gidey, una mujer extraordinaria¡±.

Y una hora exacta despu¨¦s, a las 22.40, el et¨ªope Lamecha Girma, otro atleta del a?o 2000, como Ingebrigtsen, bat¨ªa uno de los r¨¦cords m¨¢s antiguos y m¨¢s caros del atletismo, el de los 3.000m obst¨¢culos, los 7m 53,63s que desde agosto de 2004 manten¨ªa el keniano Stephen Cherono, nacionalizado qatar¨ª con el nombre de Saif Saaeed Shaheen. Girma, tan acelerado y comprometido con el r¨¦cord, tan convencido como Kipyegon de conseguirlo, que ni dej¨® casi actuar a la segunda liebre y no sinti¨® nunca a su espalda la amenaza de las bombillas verdes, tan lejanas se quedaban, dej¨® el r¨¦cord en 7m 52,12s. Al primer et¨ªope que alcanza el r¨¦cord mundial en la distancia nacional keniana (desde que Ben Jipcho, el primer keniano, lo batiera hace 50 a?os, en 1973, solo el sueco Anders G?rderund y el marroqu¨ª Brahim Boulami han conseguido infiltrar su nombre unos pocos a?os en la lista que incluye siete atletas nacidos en Kenia) ya le distingu¨ªa otro r¨¦cord mundial arrebatado a un keniano (al mismo Daniel Komen que borr¨® Ingebrigtsen, y al que solo le queda la plusmarca de los 3.000m al aire libre, 7m 20,67s), el de los 3.000m en pista cubierta que logr¨® en febrero en Li¨¦vin (Francia), 7m 23,81s conseguidos con, en su nuca, el aliento del espa?ol Mo Katir (7m 24,68s, r¨¦cord de Europa en pista cubierta desde entonces). Hace unas semanas, ante el temor de que consiguiera el r¨¦cord en Marruecos, cuyo atleta m¨¢s importante es el campe¨®n ol¨ªmpico y mundial de la distancia, el tambi¨¦n alt¨ªsimo Soufiane el Bakkali (y Girma es su subcampe¨®n), los organizadores de la Diamond League de Rabat vetaron su participaci¨®n.

Aunque siempre ganaron la carrera, las bombillas verdes tambi¨¦n hicieron su magia para acelerar en los 800m mujeres a la brit¨¢nica Keely Hodgkinson (1m 55,77s, r¨¦cord nacional) y a siete participantes en el 800m masculino que bajaron de 1m 44s en un final apretad¨ªsimo, siete en 63 cent¨¦simas, dominado por el keniano Emanuel Wanyonyi (1m 43,27s).

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