El Bar?a se corona en Madrid como campe¨®n de la ACB

ACB - final - jornada 3As¨ª fue

Real Madrid

82 93

Finalizado

Bar?a

La vig¨¦sima Liga del Barcelona se cant¨® en Madrid. El conjunto azulgrana conquist¨® el t¨ªtulo de la ACB al abrochar la tercera victoria seguida ante los blancos con un ejercicio muy serio en los dos tableros. La corona de los barcelonistas les permite dejar atr¨¢s el chasco de su ca¨ªda en semifinales de la Euroliga ante el eterno rival, y de paso cerrar con un laurel la etapa en el Palau de Nikola Mirotic, a quien el club ha mostrado la puerta de salida. La estrella, nombrado MVP de la final, ya se despidi¨® de los aficionados en el encuentro anterior, como intuyendo que la serie no volver¨ªa a casa. El rotundo 3-0 le dio la raz¨®n.

El Bar?a tom¨® de inicio la palabra con la vieja receta de sacar a Tavares de la zona. La mano de Vesely para anotar desde cinco metros oblig¨® al gigante a abandonar la cueva y por ese hueco se col¨® Laprovittola para encarar el aro. El Madrid respondi¨® con la energ¨ªa de Hanga y la mu?eca de Musa en un arranque de noche muy animado. Mirotic tambi¨¦n llam¨® a la puerta de la discoteca con un bingo desde el per¨ªmetro. La estrella azulgrana no quer¨ªa quedarse atr¨¢s en su adi¨®s barcelonista (9-9). El conjunto de Jasikevicius enchuf¨® a Sanli para dar lustre a toda la p¨®lvora que acumula desde la distancia y el grupo de Chus Mateo conect¨® a Hezonja, un manual para anotar desde cualquier rinc¨®n de la pista. Los t¨¦cnicos mov¨ªan los banquillos con frenes¨ª para mantener la fiebre alta con muchas rotaciones, como si fuera un duelo de balonmano (21-20 al final del primer cuarto).

Nnaji, el forzudo que se ha apuntado al draft de la NBA, elev¨® la musculatura del Bar?a justo cuando descansaba Tavares. Por poco tiempo. Mateo recuper¨® a su d¨²o interior de cabecera en lugar de la pareja Hezonja-Poirier. Para entonces los azulgrana hab¨ªan aprovechado un comienzo de periodo con m¨¢s pujanza en el rebote para abrir una peque?a rendija en el marcador despu¨¦s de un triple de Kalinic: 22-29. El t¨¦cnico blanco mand¨® parar y sent¨® a sus muchachos en la silla de pensar. A los due?os de casa les costaba meterle mano a una defensa en zona con Nnaji en el eje delantero. Al rescate acudi¨® otro de esos eternos miembros de la vieja guardia, Causeur (36 a?os), para recortar posiciones con un acierto de lejos y una penetraci¨®n con la que encarg¨® una falta de premio. Al aceler¨®n de su compa?ero no tard¨® en unirse Llull, siempre en plena excitaci¨®n, necesitado de vivir los encuentros con las pulsaciones a tope, y los blancos, pese a varios desv¨ªos desde los tiros libres, devolvieron el golpe. De un parcial de 1-9 a otro de 9-2 y la balanza otra vez equilibrada: 31-31. Si Satoransky sumaba desde el per¨ªmetro, Llull y Causeur le copiaban desde la acera contraria.

Las piezas en el conjunto local las conectaba Sergio Rodr¨ªguez, un clarividente para ver espacios donde no los hay. Los madridistas se hab¨ªan puesto serios para cerrar el grifo de las p¨¦rdidas (solo dos en la primera parte). Tavares aport¨® sus dos primeros puntos con un reverso ante Nnaji, monta?a frente a monta?a, y en la ¨²ltima acci¨®n del segundo episodio naufrag¨® la aventura de Jokubaitis (41-38). Los azulgrana no disfrutaban de la alegr¨ªa ofensiva de otras veladas y, lejos del volc¨¢n del Palau, ced¨ªan en el careo de la intensidad.

La arenga de Jasikevicius en la caseta tuvo un efecto inmediato. El Bar?a apret¨® los dientes para encimar en defensa, aceler¨® en el movimiento de la pelota y empez¨® a quemar suela de zapatillas. Un 0-6 en menos de dos minutos le devolvi¨® a la arena. Laprovittola por fuera y Tavares por dentro marcaban el ritmo de los dos equipos (47-49) en un choque sin ning¨²n respiro. Ese aumento de la temperatura lo pag¨® el base argentino con su tercera falta, un dolor de cabeza para los visitantes con cuarto y medio por delante en una cita muy f¨ªsica, llena de contactos, un examen cada segundo para los ¨¢rbitros. Laprovittola y Mirotic picaban desde el triple y el Madrid se entregaba a los brazos de Tavares, aliado con Yabusele para dinamitar el coraz¨®n barcelonista debajo de la red (59-59). Entre el choque de estilos volvi¨® a emerger Sergio Rodr¨ªguez para mezclar la pausa con el v¨¦rtigo. El Bar?a martille¨® de tres (Kuric y Kalinic) y, despu¨¦s de un tramo que fue un festival de puntos (25-29), alcanz¨® la pausa una pesta?a por delante: 66-67.

A la primera curva, Llull al ruedo. El Madrid necesitaba cada gota de gasolina extra. El Bar?a apretaba tanto que acumulaba una falta tras otra. Satoransky hizo saltar por los aires la zona blanca con un triple y Vesely martirizaba a Tavares con su tiro de media distancia (72-79). El coloso de Cabo Verde era la mejor medicina de los madridistas, un seguro de vida. Los azulgrana repart¨ªan m¨¢s la tarta en ataque, con muchos peones en la mina. El Bar?a hab¨ªa encargado el t¨ªtulo (77-85), pero en esas situaciones desesperadas el Madrid se transforma. El Chacho encendi¨® desde la l¨ªnea exterior una vela de esperanza para los blancos, pero la apagaron sus propios fallos en el per¨ªmetro y la artiller¨ªa de los azulgrana, liderados por Mirotic y sin un asomo de dudas. Esta vez no hubo ni espacio para la heroica del Madrid. El Bar?a solvent¨® la Liga por la v¨ªa r¨¢pida, campe¨®n en territorio enemigo.

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