?Allez, allez!

Independientemente del lugar de Espa?a en el que te encuentres, seguramente a 28 de junio est¨¦s leyendo esta columna a 35 grados, como m¨ªnimo. A estas alturas de mes, es posible que ya hayas hecho el cambio de armario, sacado las chanclas, las bermudas, los vestidos, el gazpacho ya est¨¦ enfriando en la nevera o que ya te hayan cobrado la renta. No hace falta un comunicado de prensa ni un tweet ni siquiera que Fabrizio Romano, periodista especializado en mercado de fichajes, nos lo adelante. Es oficial, el calor ha llegado y las vacaciones est¨¢n a la vuelta de la esquina.

Para muchos el verano empieza el 21 de junio, cuando cambia la hora, en ese momento en el que a tus hijos les dan las notas o cuando abren las piscinas. Hay quien tiene la firme creencia de que ese es el baremo, pero no.

La realidad es, y todo el mundo lo sabe, que el periodo estival se da por inaugurado cuando arranca el Tour de Francia. Le Grande Boucle es ese evento que nos acompa?a a?o tras a?o durante 21 d¨ªas, intr¨ªnseco a las vacaciones.

El Tour de Francia 2023 echa a rodar el s¨¢bado en Bilbao, por lo tanto, en tres d¨ªas empieza el udara (verano). Euskadi ya se prepara para convertirse en el epicentro mundial del ciclismo durante tres jornadas. Aprovechando que en las pr¨®ximas semanas tambi¨¦n se inaugura la temporada de fotos de postureo, no hay nada m¨¢s postureo que un viaje a Ibiza y su ¡°no hay verano sin beso¡±. En mi caso, ¡°no hay verano sin el Tour¡±. M¨¢s que verano azul, el verano es amarillo.

A mi amigo Sergi, a quien no le gusta el ciclismo ni el deporte en general, no le interesa tampoco saber qui¨¦n es Pogacar ni sabe siquiera si sigue corriendo Indurain o que a Armstrong le han quitado siete Tours. Para ¨¦l, la ronda francesa es la excusa perfecta para visitar el pa¨ªs vecino sin moverse del sof¨¢ de casa, ansioso por esperar los apuntes arquitect¨®nicos de Carlos de Andr¨¦s o los chistes de Perico Delgado. Es su rutina veraniega.

El Tour es como el helado despu¨¦s de comer, una religi¨®n. Es la siesta de tu padre en plena etapa, el mismo que se despierta si le cambias el canal con su habitual ¡°?si lo estaba viendo!¡±. Tour y siesta, un cl¨¢sico. Hablando de siestas, mi admiraci¨®n para toda esa gente, con mucha calle a su espalda, que controla el timing a la perfecci¨®n y se despierta cuando est¨¢n en plena volata. Lo tienen estudiado.

El Tour es esperar cinco horas al borde de la carretera para que pasen cientos de ciclistas durante 10 segundos a toda velocidad, que no reconozcas a ninguno, y aun as¨ª quieras volver el a?o que viene.

El verano y, por ende, el Tour, tambi¨¦n significan dar clases de franc¨¦s y aprender palabras o expresiones que s¨®lo utilizas durante tres semanas al a?o. Expresiones como ?allez, allez!, t¨ºte de la course, maillot jaune o arri¨¨re du peloton. Curso intensivo de franc¨¦s en 21 d¨ªas.

La gran prueba ciclista del a?o marca el inicio de las vacaciones y es la excusa perfecta para acabar el verano compr¨¢ndote una bicicleta y sentirte como Alejandro Valverde. Las ventas se disparan a finales de julio, al igual que las inscripciones en los gimnasios el 7 de enero.

El pr¨®ximo s¨¢bado empieza, por fin, el Tour de Francia y empieza mi verano. Nos vemos a la vuelta, cuando el maillot amarillo se pasee por los Campos El¨ªseos y empecemos a descontar los d¨ªas para el pr¨®ximo verano.

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