?En qu¨¦ jornada debe estallar el p¨¢nico?
No es lo mismo salir a ganar, que necesitar ganar. Lo segundo es mucho m¨¢s complicado. Por eso ligamos m¨¢s cuando ya hemos ligado, cuando no transmitimos la urgencia, el hambre


Es un hecho, comprobado emp¨ªricamente, que cuando m¨¢s se liga, cuando m¨¢s atractivos somos para los dem¨¢s es cuando acabamos de echarnos novio/a. Tener pareja multiplica el sex-appeal. En el f¨²tbol pasa algo parecido: Las victorias suelen atraer victorias, los goles, m¨¢s goles. Y a la inversa, igual: las derrotas encadenadas generan una presi¨®n extra que favorece nuevas derrotas. El portero que falla una vez, tiene m¨¢s posibilidades de volver a hacerlo; el que par¨® un penalti la jornada anterior ¨C que ya ha ligado- est¨¢ con el guapo subido y salta al campo seguro de s¨ª mismo, conjurado para que el rival no huela la red. Ya lo dec¨ªa Jorge Valdano, que compite con Churchill en atribuci¨®n de citas: ¡°Un equipo es un estado de ¨¢nimo¡±.
Llevamos poco de Liga, pero hay ejemplos dolorosos. El Real Oviedo, pen¨²ltimo en la clasificaci¨®n de segunda divisi¨®n, atraviesa un evidente problema de estado de ¨¢nimo: cero victorias, cuatro derrotas, tres empates que no saben a nada, o sea, tres m¨ªseros puntos en la s¨¦ptima jornada. Todav¨ªa no hay un abismo con el primer equipo de la tabla, el Zaragoza. La distancia, a falta del partido de este lunes, es de 13 puntos. La temporada anterior, la diferencia entre el n¨²mero uno y el pen¨²ltimo una vez celebrado el ¨²ltimo partido era de 41. Con la diferencia actual, el Oviedo habr¨ªa acabado s¨¦ptimo, pero ya tenemos el miedo metido en el cuerpo. No es lo mismo salir a ganar, que necesitar ganar. Lo segundo es mucho m¨¢s complicado. Por eso mismo ligamos m¨¢s cuando ya hemos ligado, cuando no transmitimos la urgencia, el hambre.
Existen diferentes f¨®rmulas para atajar un problema de estado de ¨¢nimo en el campo. Una de las m¨¢s recurrentes es la destituci¨®n del entrenador. Este movimiento tiene algunas ventajas: es m¨¢s f¨¢cil, naturalmente, relevar a uno que a 11; a los jugadores los queremos siempre m¨¢s que al M¨ªster, que es el segundo -despu¨¦s del ¨¢rbitro- con el que m¨¢s solemos enfadarnos; y el titular viene acompa?ado de la palabra m¨¢gica: ¡°Cambio¡±, justo lo que necesitamos. Sin embargo, los entrenadores no est¨¢n en garant¨ªa y si, pasados dos o tres partidos no empiezan a llegar los puntos, el problema se agravar¨¢ porque la presi¨®n aumentar¨¢ exponencialmente. Aunque hay notorias excepciones en Champions, la regla confirmada en Segunda Divisi¨®n dice que la presi¨®n es enemiga del juego. Cuesta m¨¢s pararse, mirar, decidir con sosiego a qui¨¦n pasar el bal¨®n y hacerlo con gracia y precisi¨®n, no como si estuvi¨¦ramos catapultando melones al aire. Un jugador nervioso comete m¨¢s faltas, y no esas estrat¨¦gicas, inteligentes y oportunas para detener un contraataque antes de que se acerque a una zona peligrosa, sino esas que se producen por llegar tarde, por falta de concentraci¨®n, y que suelen acarrear tarjetas. Una amarilla en un futbolista que no tiene ganas, sino necesidad imperiosa de ganar, es una verdadera cat¨¢strofe. A?ade angustia a la angustia y a menudo dispara la incertidumbre porque obliga a hacer cambios que no estaban previstos, o al menos, a plante¨¢rselos: ?Arriesgo dejando en el campo al jugador que ya ha recorrido la mitad del camino a la expulsi¨®n o lo sustituyo ya? Esa ser¨¢, probablemente, la decisi¨®n con la que la afici¨®n juzgue todo el partido: si ganamos, el entrenador acert¨®. Si perdemos, fue por el error del M¨ªster, que hizo un cambio impertinente.
Por todo esto, quiero mandar un abrazo muy fuerte desde aqu¨ª a Luis Carri¨®n, nuevo entrenador del Oviedo, y desearle toda la suerte del mundo. El equipo ha hecho muchas cosas odiosas en lo que llevamos de Liga -hacer un penalti en el minuto 79; dejarse ganar un partido en el 80; expulsiones¡- , y otra de la que estoy muy orgullosa. Es un comunicado impecable para explicar una baja y expresar cari?o. Dice: ¡°Nuestro jugador V¨ªctor Camarasa estar¨¢ desde este momento, y por periodo de tiempo indeterminado, al margen del d¨ªa a d¨ªa del primer equipo con el ¨²nico objetivo de cuidar de su salud mental. El Club apoya incondicionalmente al jugador y ha sido part¨ªcipe en la toma de la decisi¨®n de un proceso supervisado en todo momento por los Servicios M¨¦dicos y especialistas correspondientes. Agradecemos de antemano el cari?o y el respeto a la persona de V¨ªctor Camarasa y solicitamos se respete su privacidad, ayudando a la buena evoluci¨®n de este proceso. Agradecer tambi¨¦n la valent¨ªa de nuestro jugador V¨ªctor Camarasa. Todas las personas que formamos parte del Real Oviedo deseamos tenerte pronto de vuelta con nosotros, cuando sea el momento adecuado. Te queremos, V¨ªctor¡±. Hace no tanto, cuando ocurr¨ªa algo similar en alg¨²n equipo, se trataba de esconder como gastroenteritis. Algo est¨¢ cambiando, y definitavemente, es para mejor.
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