El orgullo futbolero cambia de g¨¦nero
¡°?No sab¨ªa que jugaban tan bien!¡±, repiten, entusiasmados, en un bar de Galicia. La selecci¨®n femenina ha tenido que ganar un Mundial para empezar a generar curiosidad


La competencia era dur¨ªsima en Galicia, la comunidad de los 1.500 kil¨®metros de costa y un millar de playas: 28 grados, ni una nube despistada. Adem¨¢s, es domingo de mercadillo. Pero en un bar de Noia (A Coru?a, 14.300 habitantes), un peque?o grupo ha decidido posponer los planes de un fin de semana de agosto para ver la final del mundial de f¨²tbol femenino. Primitivo, de 68 a?os, est¨¢ solo, concentrado, no levanta la vista de la pantalla. ¡°Les dije a mis amigos si se animaban al ver el partido, pero no quisieron. Para ver el f¨²tbol de hombres se apuntan siempre. Es porque no las han visto porque tienen un nivel impresionante. Yo estoy encantado. ?C¨®mo juegan! Mucho mejor que los hombres. Hay t¨¦cnica, reparten el juego, regatean, se asocian entre ellas¡Esto es un f¨²tbol total. Y no hay nada que discutir, es una evidencia¡±.
El comentario m¨¢s repetido es: ¡°?No me imaginaba que jugaban tan bien!¡±. Da la impresi¨®n de que el pa¨ªs entero est¨¢ descubri¨¦ndolo a la vez. Para muchos, es la primera vez que las ven. La selecci¨®n femenina ha tenido que llegar a la final de un mundial contra el pa¨ªs que invent¨® el f¨²tbol moderno¡ªy ganarla¡ª para empezar a generar curiosidad. Hay cierta injusticia, cierto menosprecio colectivo detr¨¢s, pero la escena en el bar tiene la belleza de los descubrimientos: cabecitas de todas las edades, hombres con sus esposas, grupos de mujeres...mirando en la misma direcci¨®n, celebrando un triunfo con el que no contaban, satisfechos de haber cambiado un d¨ªa de playa por Aitana Bonmat¨ª, Olga Carmona, Salma Paralluelo...
Tania, en primera fila, observa a La Roja con un grupo de amigos. ¡°Son buen¨ªsimas. Y la prueba es hasta d¨®nde han llegado. Pero hay quien no lo quiere ver. Tenemos una jugadora que ha ganado dos veces el bal¨®n de oro, Alexia Putellas, y muy pocos la conocen. Si fuera un futbolista espa?ol todo quisqui se sabr¨ªa su nombre¡±. Marcos, ¨²nico hombre del grupo, asiente: ¡°Si fuera la final masculina no tendr¨ªamos ni d¨®nde sentarnos. Estar¨ªa todo lleno de banderas, la gente llevar¨ªa la camiseta de Espa?a por la calle.....¡±
Pero algo ha empezado a cambiar. ¡°Esto es el futuro¡±, le dice un hombre de unos 70 a?os a otro de espaldas a la pantalla, en el mismo bar. Susa, Ana, Noelia, Cristina y Aroa siguen el partido entusiasmadas. ?Y los hombres? ¡°Nuestros maridos son m¨¢s de ciclismo, pero a nosotras nos encanta el f¨²tbol y las chicas lo est¨¢n haciendo de maravilla. ?Estamos muy orgullosas!¡±, cuenta Ana. Aroa, de 11 a?os, juega en un equipo del pueblo. ¡°Hace un a?o les cost¨® encontrar ni?as suficientes. Ahora hay dos equipos¡±, explica su madre. Unas mesas m¨¢s all¨¢, Xoel, de 9 a?os, confiesa: ¡°?Ya me gustar¨ªa a mi jugar como ellas!¡±.
En la mesa de Javier y de Paz, ¨¦l admite que est¨¢ asombrado con el nivel de las jugadoras. ¡°Las he empezado a ver ahora por el Mundial¡±, dice ¨¦l. ¡°Ten¨ªa la idea del colegio, cuando no quer¨ªamos que jugaran las chicas porque se les daba fatal. Pero tienen mucha t¨¦cnica y es un f¨²btol m¨¢s limpio, con menos faltas, el bal¨®n siempre movi¨¦ndose. Da gusto verlas¡±.
Las futbolistas de la selecci¨®n espa?ola ocupar¨¢n hoy las portadas de los peri¨®dicos, los minutos de televisi¨®n que les han racaneado tantos a?os. No solo han ganado un Mundial. Han vencido contra las expectativas en un pa¨ªs que hace no tanto cantaba aquello de por qu¨¦ los domingos por el f¨²tbol me abandonas. Ahora ellas son el f¨²tbol. Y van a reinar, al menos durante cuatro a?os, como las ¨²nicas campeonas.
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