El Girona es la gran pel¨ªcula del momento
M¨ªchel ha encontrado el h¨¢bitat perfecto para desarrollar sus ideas y un club capaz de apoyarlas cuando las cosas se han puesto feas
En la cartelera del f¨²tbol espa?ol, la pel¨ªcula del momento est¨¢ protagonizada por el Girona, un club peque?o, integrado en el vasto imperio comercial que se ha creado alrededor del Manchester City, sin apenas historial en Primera Divisi¨®n ¡ªcuatro temporadas¡ª, destinado a la pugna por la supervivencia en la categor¨ªa. Ascendi¨® por vez primera en 2017, descendi¨® dos a?os despu¨¦s, conoci¨® en carne viva el drama de los playoff en la Segunda y regres¨® en 2021 a la divisi¨®n principal. Nada permit¨ªa suponer al Girona que comparte el liderato con el Bar?a, marca goles a porrillo (16 en los seis primeros partidos del campeonato) y en cada partido confirma su fama de equipo atractivo y atacador.
Aunque integrante del sistema multipropiedad del City, que cuenta con 13 clubes en el mundo, el Girona no funciona como un sat¨¦lite sin autonom¨ªa. Es cierto que se beneficia de su relaci¨®n con el Manchester City, pero en ning¨²n caso es el lugar de destino de los futbolistas m¨¢s prometedores del club ingl¨¦s. Varios jugadores del equipo forman o han formado parte de la ¨®rbita del City ¡ªAleix Garc¨ªa, Yangel Herrera, Yan Couto, Savinho, Jhon Sol¨ªs y Eric Garc¨ªa¡ª, sin consideraci¨®n de figura en todos los casos, salvo que el joven Savinho (19 a?os) confirme esta temporada la fabulosa impresi¨®n que ha producido en el arranque del campeonato.
Todo apunta a un club bien estructurado, con excelente ojo para los fichajes de jugadores j¨®venes o veteranos distinguidos, ajeno al ruido medi¨¢tico y dispuesto a forjar una cultura futbol¨ªstica reconocible. La identifica su entrenador, M¨ªchel, que ha encontrado el h¨¢bitat perfecto para desarrollar sus ideas y un club capaz de apoyarlas cuando las cosas se han puesto feas. Hace dos a?os, cuando el Girona estaba en posiciones de descenso en la Segunda Divisi¨®n, la direcci¨®n del club no dud¨® en sostenerle en el cargo.
El Girona forma parte de un escaso grupo de equipos peque?os que han decidido jugar a lo grande. No era la norma en el f¨²tbol, pero empieza a marcar tendencia. El Brighton en la Premier League o el Sassuolo y el Atalanta en Italia viven sus mejores a?os a contracorriente de la historia. En una ¨¦poca marcada por los excesos del mercado y la desigualdad, unos pocos clubes se han despojado de complejos y han hecho de la ambici¨®n su divisa. Juegan bien, juegan al ataque y juegan para ganar.
Pasan los a?os y nadie les saca de ese modelo, que les rinde de maravilla en el campo y en el mercado. El Brighton, tercero en la Liga inglesa, ha vendido este verano al ecuatoriano Caicedo y al argentino MacAlister por 160 millones de euros. El despegue del japon¨¦s Mitoma y el irland¨¦s Ferguson asegura una renta sabrosa en el futuro. Esta clase de futbolistas, la mayor¨ªa de ellos inadvertidos para los grandes clubes, se revalorizan en equipos que les ofrecen las mejores condiciones para expresar todo su potencial. Es el caso de Savinho, un chico de 19 a?os, oculto en el equipo B del PSV Eindhoven, y ahora deslumbrante figura del Girona. Algo parecido ocurre con el ucraniano Tsygankov, elegante y creativo zurdo.
Pronto o tarde, el Girona atravesar¨¢ por dificultades, nada nuevo para un club que ha sorteado toda clase de tormentas en Primera y Segunda Divisi¨®n, pero una cierta manera de hacer las cosas, eso que ha venido en llamarse modelo, ya est¨¢ instaurada. Es un equipo de perfil definido y convicciones f¨¦rreas, trasladadas al campo por su entrenador y por unos jugadores que dif¨ªcilmente encontrar¨¢n un lugar mejor para progresar y disfrutar del f¨²tbol. Desde fuera se agradece: el Girona es la pel¨ªcula que conviene ver. Una delicia de equipo.
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