El enigma Giuliani
El laconismo del portero, siempre seco, siempre melanc¨®lico, escond¨ªa una infancia desgarrada por el asesinato de su madre y un deseo desesperado de revancha
El cielo de Bolonia se carg¨® de nubes de lluvia el 22 de abril de 1990. La tarde intempestiva fue testigo del alir¨®n del N¨¢poles, campe¨®n de Italia por segunda vez de la mano de Diego Maradona. Rezagado tras la montonera de jugadores exultantes, por la hierba del estadio Renato dall¡¯Ara march¨® contenido Giuliano Giuliani, el portero del ganador. Abordado por los periodistas, apenas acert¨® a pronunciar una frase entre dientes: ¡°Este scudetto compensa quince a?os de sacrificio¡±.
El laconismo de Giuliani, siempre seco, siempre melanc¨®lico, escond¨ªa una infancia desgarrada por el asesinato de su madre y un deseo desesperado de revancha. El hombre no sab¨ªa por entonces que aquella ser¨ªa la tarde m¨¢s feliz de lo que le restaba de vida. Una semana despu¨¦s el N¨¢poles le anunciar¨ªa que no renovaba su contrato y que a sus 32 a?os, sin m¨¢s mercado en la Serie A, no le quedar¨ªa m¨¢s salida laboral que el Udinese, de la Segunda Divisi¨®n. Tampoco sab¨ªa que los an¨¢lisis cl¨ªnicos que le har¨ªan en pretemporada en el V¨¦neto le diagnosticar¨ªan una infecci¨®n de VIH. Apenas le restaban seis a?os de vida, de amigos y compa?eros esquivos, de verg¨¹enza, ocultamiento y soledad. Por no faltarle penuria, hasta le investigaron por tr¨¢fico de coca¨ªna en un proceso policial desaforado. La Fiscal¨ªa acab¨® por exonerar al portero de todos los cargos en 1994. Demasiado tarde. El Udinese, prevenido por el esc¨¢ndalo, nunca le proporcion¨® el trabajo de ojeador que le insinu¨®.
Si el tiempo es un enigma, el peso de 15 temporadas de f¨²tbol profesional, como el valor de un scudetto, resultan misterios que solo la literatura puede descifrar. Paolo Tomaselli, periodista del Corriere della Sera, no quiso perderse esta pesquisa l¨®brega y fascinante. Su libro, Giuliano Giuliani, pi¨´ solo di un portiere (Editorial 66THA2ND) traspas¨® el tel¨®n y el tab¨². En busca de la verdad, corri¨® la cortina del olvido sistem¨¢tico que clausur¨® al primero y al ¨²ltimo de los futbolistas italianos conocidos que dieron positivo por SIDA.
El libro, pleno de testimonios in¨¦ditos, cuenta que fue el propio Giuliani quien confes¨® su sospecha a algunos familiares. Se infect¨® ¡ªfue su conjetura¡ª en noviembre de 1989. Su esposa acababa de dar a luz cuando ¨¦l se embarc¨® en el ch¨¢rter que le llevar¨ªa junto con los compa?eros a la fiesta de despedida de soltero de Maradona en Buenos Aires, uno de los cap¨ªtulos m¨¢s delirantes de la biograf¨ªa del dios pagano de N¨¢poles, nudo del misterio de un maldito entre los malditos.
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