V¨¦drines y Bill¨®n: 72 horas fren¨¦ticas que revolucionan el alpinismo
Los franceses Benjamin V¨¦drines y L¨¦o Billon escalan tres v¨ªas excepcionalmente dif¨ªciles en los Alpes en tres d¨ªas
El alpinismo tom¨® un rumbo nuevo e inesperado la semana pasada. Rejuveneci¨®, se reinvent¨®, dibuj¨® un salto en el tiempo que desde ya mismo ser¨¢ una fuente de motivaci¨®n para las generaciones que habiten un futuro que se prev¨¦ m¨¢gico. Cuesta un mundo romper con lo establecido, derribar los muros que ha construido el alpinismo, su historia: siempre existe el miedo a estrellarse, especialmente cuando los errores de apreciaci¨®n se pagan con la vida. No cambian los escenarios, pero s¨ª la forma de observarlos. Con un nudo en el est¨®mago, con esperanza, dudas y miedos, los franceses Benjamin V¨¦drines (atleta de The North Face, 31 a?os) y L¨¦o Billon (Grupo Militar de Alta Monta?a, 31 a?os) arrancaron desde Chamonix el s¨¢bado pasado con la idea de escalar tres v¨ªas de extrema dificultad t¨¦cnica en tres escenarios legendarios: Los Dru, la cara norte de las Droites y la norte de las Grandes Jorasses.
Escogieron v¨ªas severas, con una media de 1.000 metros de desnivel, terreno mixto de roca y hielo, en pleno invierno¡ y las escalaron a toda velocidad, pero no de cualquier manera: cuidaron al m¨¢ximo su seguridad, no emplearon t¨¦cnicas espec¨ªficas para avanzar m¨¢s r¨¢pido pero de forma aleatoria. Escalaron seg¨²n los c¨¢nones cl¨¢sicos, dejando que su enorme experiencia les permitiese limar tiempo al tiempo. Solo que correr en este tipo de terreno tan complejo es algo que nunca se hab¨ªa visto. Y hacerlo en 72 horas fren¨¦ticas remite directamente a un cambio de registro solo al alcance de aut¨¦nticos visionarios.
Sus horarios rompen todos los registros conocidos hasta la fecha. Solo en la v¨ªa No siesta a las Grandes Jorasses (la m¨¢s compleja e intimidante de las tres) invirtieron apenas 12 horas. El mejor registro conocido era de dos d¨ªas en la pared y a cargo de alpinistas con pedigr¨ª sumamente respetados. ¡°Y lo m¨¢s alucinantes es que si hubi¨¦ramos encontrado la ruta en buenas condiciones, con m¨¢s hielo, y si no nos hubi¨¦semos perdido, habr¨ªamos rebajado el tiempo cuatro horas¡±, confiesa V¨¦drines en conversaci¨®n telef¨®nica. En tres d¨ªas de escalada de alta tensi¨®n, solo cometieron un error: ambos sujetaron con la boca un mosquet¨®n congelado y el fr¨ªo les arranc¨® la piel de los labios. Una bobada que ilustra, sin embargo, su enorme capacidad de concentraci¨®n, su resistencia al cansancio ps¨ªquico, al miedo a sufrir una ca¨ªda, su lucha contra el estr¨¦s, el deseo de salir al fin de la severidad de un mundo helado, hostil, un escenario forjado por los mitos del alpinismo.
De la mano de V¨¦drines, la velocidad ha tomado otro significado: su fortaleza f¨ªsica es, sencillamente, desconcertante. Con Billon, la dificultad t¨¦cnica deber¨¢ redefinirse: en lo m¨¢s alto de la escala actual, ni siquiera se altera. Juntos, son Terray y Lachenal, o su versi¨®n revisada y actualizada medio siglo despu¨¦s. Su viaje a lo desconocido arranc¨® el s¨¢bado pasado en el Dru, donde escalaron la V¨ªa de los Gu¨ªas en 10 horas y en libre, es decir sin agarrarse o colgarse de los seguros que colocan para frenar una posible ca¨ªda. Nadie la hab¨ªa escalado antes en libre y mucho menos en una jornada. Sorprendidos por la facilidad con la que resolvieron el primer objetivo, salieron disparados hacia la norte de las Droites. Si hab¨ªan planeado descansar un d¨ªa, cambiaron de opini¨®n: no estaban cansados. Al d¨ªa siguiente, apenas precisaron siete horas y cuarto para plantarse en la cima de las Droites, dejando atr¨¢s la exigente v¨ªa Rhem-Vimal. Entonces s¨ª, se dijeron que pod¨ªan so?ar en completar la trilog¨ªa en apenas tres d¨ªas, es decir tres jornadas menos de lo so?ado inicialmente. Solo que las Grandes Jorasses suponen el escenario m¨¢s siniestro y severo del macizo. ¡°Pens¨¢bamos que, como todos hab¨ªan pasado varios d¨ªas para escalar estas v¨ªas, hacerlo en un solo d¨ªa ser¨ªa imposible¡±, explica V¨¦drines. No imaginaba (nadie pod¨ªa hacerlo) que les iba a sobrar la mitad del d¨ªa.
Las trilog¨ªas, como los encadenamientos de ascensiones, son un cl¨¢sico en la historia del alpinismo, y hasta la fecha ninguna pod¨ªa compararse, en t¨¦rminos de osad¨ªa, a la firmada por el franc¨¦s Christophe Profit en marzo de 1987: en apenas 42 horas encaden¨® las caras norte cl¨¢sicas de las Grandes Jorasses, del Eiger y del Cervino, uniendo ambas monta?as mediante vuelos en parapente y de helic¨®ptero. Escal¨® solo, sin cuerda. Vigilando de cerca de su rival Eric Escoffier, empe?ado en ser el primero. Su gesta fue el pistoletazo de salida al concepto ¡°r¨¢pido y ligero¡±. V¨¦drines y Billon acaban de a?adir un adjetivo a la f¨®rmula que sigue siendo ¡°r¨¢pido, ligero y (muy, muy) t¨¦cnico¡±. V¨¦drines es un verdadero adicto a este tipo de ascensiones y empez¨® con ellas en el Vercors: ¡°Siempre me gust¨® crear mis propias historias. Libres¡±, reconoce con una voz que no denota ambici¨®n alguna, sino naturalidad. ¡°Queremos innovar pero no para la galer¨ªa, sino como una necesidad propia, queremos hacer cosas que a¨²n no hayamos hecho. Perseguimos una cierta progresi¨®n, retos m¨¢s dif¨ªciles que puedan estimularnos no solo como deportistas sino como personas¡±, observa.
Escaladores profesionales
Y la necesidad de no caer en el bucle de la repetici¨®n, en el conformismo, les ha llevado, sencillamente a reescribir la historia: ¡°Efectivamente, hemos ido m¨¢s all¨¢ de lo que ya se hab¨ªa hecho, y es gratificante, pero no es eso lo que nos llena. Lo que nos alimenta es el sentimiento de estar en un plano en el que debemos enfrentarnos a lo desconocido. Y esa progresi¨®n depende de nuestra imaginaci¨®n y pasi¨®n. No sabemos d¨®nde vamos a detenernos. Por mi parte, espero parar en el momento adecuado porque ya siento que estoy cerca de sentirme totalmente realizado como alpinista; si bien, me quedan muchos sue?os por realizar¡±.
Dicho esto, V¨¦drines est¨¢ convencido de que el margen de progresi¨®n en el alpinismo es enorme: en esta disciplina ¡°hay muy poco atleta de alto nivel. Muy poca gente se entrena de verdad para encarar proyectos de alpinismo. Estamos en la g¨¦nesis del alpinismo de alto nivel, pero queda mucho trabajo por delante¡±. Ambos se reconocen complementarios: V¨¦drines es un atleta superdotado y Billon un escalador de una calidad t¨¦cnica superlativa. Juntos suman tanto que reconocen que les costar¨ªa encontrar un compa?ero mejor. Al final del viaje, en la cima de las Grandes Jorasses, frente a un descenso tan largo como complicado por la vertiente italiana, ambos reconocen un hecho que les reconforta y les ayuda a seguir so?ando nuevas travesuras: no est¨¢n f¨ªsicamente acabados, tienen margen f¨ªsico y psicol¨®gico. Est¨¢n en la cima de un escenario que ha regalado un enorme pu?ado de relatos tr¨¢gicos, heroicos, pero que pertenecen al pasado. El nuevo alpinismo se alimenta de sue?os, como ayer, pero tambi¨¦n de horas de trabajo eficaz. ¡°El futuro deja presagiar cosas bonitas¡±, se felicita V¨¦drines.
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