Un ¡®birdie¡¯ al Parkinson: as¨ª ayuda el golf a los afectados por la enfermedad
El Hospital de Sant Pau inicia un estudio de campo en Barcelona para analizar los beneficios que aporta la disciplina a estos pacientes
Le ha costado lo suyo subir la peque?a colina porque el cuerpo ya no le responde como deber¨ªa, porque el Parkinson en su caso se ha traducido en cierta rigidez latosa. ¡°Vamos Willito¡±, se anima antes de dar un golpe con un hierro seis que devuelve la bola a la calle. Y, aunque baja de la loma ayud¨¢ndose de dos palos, sonr¨ªe. ¡°Hay que re¨ªrse de la vida¡±, resuelve mientras sigue jugando el torneo. La competici¨®n la ha organizado la asociaci¨®n Golf con Parkinson para recaudar fondos para un proyecto que dirige el Grupo de Investigaci¨®n en Enfermedad de Parkinson y Trastornos del Movimiento del Institut de Recerca Sant Pau. Los investigadores creen que el golf puede ayudar a este tipo de pacientes. ¡°Si te pones a mirar actividades f¨ªsicas, no hay muchas que puedan hacer, m¨¢s all¨¢ de nataci¨®n o quiz¨¢ correr. Pero el golf se ajusta a sus necesidades porque es lento y porque ayuda al desarrollo cognitivo y a la plasticidad cerebral, porque el deporte hace que se activen redes neuronales y activa el cerebro. Adem¨¢s, tienen que prever el tipo de golpe, ponerse un objetivo, planificar¡¡±, explica la neur¨®loga Carmen Garc¨ªa, encargada del proyecto; ¡°as¨ª que este es un estudio ambicioso porque quiere evaluar los beneficios a nivel motor, cognitivo y emocional¡±.
La culpa (o el gran m¨¦rito) de todo esto la tiene Juan Carlos Campillo, avezado golfista que ve¨ªa que con los a?os perd¨ªa velocidad en su swing, que le costaba todo mucho m¨¢s ¨C¡±como meter la llave en la cerradura o concentrarme¡±, desliza-, que sumaba golpes en vez de perderlos por m¨¢s que se entrenara. Le dijeron que ten¨ªa Parkinson. Pero eso nunca fue un muro para ¨¦l, por m¨¢s que medit¨® dejar los palos arrinconados, al fin convencido por los doctores.
Golfista amateur como ¨¦l es Willito, William Guti¨¦rrez, de 54 a?os y de Guatemala, que viaj¨® a Barcelona para disputar el torneo este viernes. ¡°Escuch¨¦ un podcast, El Club de los malos golfistas, y Juan Carlos explicaba la iniciativa del torneo. Unos d¨ªas despu¨¦s ya le hab¨ªa escrito por Instagram y estaba metiendo la bolsa de palos en el avi¨®n¡±, relata; ¡°porque quer¨ªa jugar y explicar mi testimonio¡±. Uno que dice que en Guatemala no hay centros especializados en Parkinson, que debi¨® buscarse la vida en Colombia y que se tuvo que operar de DBS (Deep Brain Stimulation; estimulaci¨®n cerebral profunda). En Espa?a s¨ª los hay, pero Campillo quer¨ªa darle una vuelta de tuerca.
¡°Todo nace de un d¨ªa de abril de 2022 que propongo ir a tirar unas bolas en el grupo de WhatsApp de apoyo a la gente con Parkinson¡±, cuenta; ¡°y funcion¨® muy bien porque la gente estaba animada, con ganas de repetir, al punto de que hay varios que se engancharon despu¨¦s al golf¡±. La iniciativa le hizo pensar que pod¨ªa hacerse algo m¨¢s y mejor, por lo que se present¨® en el Hospital Sant Pau. ¡°Recuerdo que vino a contarme su idea un d¨ªa que hab¨ªa una presentaci¨®n de un proyecto de personas con Parkinson que estaban en un coro, canto como t¨¦cnica rehabilitadora¡±, explica Carmen; ¡°y como es un t¨ªo persistente, un tanto obsesivo, al final acordamos hacerlo bien, escribirlo y pasar el proyecto por el comit¨¦ de ¨¦tica¡±. Dicho y hecho. Y conseguido.
El estudio se est¨¢ realizando sobre 14 personas que, tras ser recogidas por una furgoneta en el hospital, acuden cada viernes a clases de hora y media en el Club de Golf de Barcelona, que se ha volcado con la iniciativa. Durar¨¢ tres meses y despu¨¦s se har¨¢ con otros 15 pacientes. ¡°As¨ª es una muestra m¨¢s completa¡±, interviene Carmen, que se mete en faena: ¡°Antes de iniciar el proyecto se les han analizado a todos los valores cognitivos, emocionales y neurol¨®gicos. Y se les volver¨¢ a valorar al final¡±. La neur¨®loga, en cualquier caso, tiene claro que arrojar¨¢ datos positivos: ¡°Los veo tan contentos y entusiasmados... Cuando uno est¨¢ m¨¢s despierto, receptivo, eso influye en la memoria o en la velocidad cognitiva¡±. As¨ª lo atestigua Jes¨²s Mart¨ªn, uno de los pacientes que no falla a clase alguna: ¡°Jugar al golf te da una sensaci¨®n de bienestar y paz, de relajaci¨®n del cuerpo que no encontraba desde hace 20 a?os. Mirar mi cuerpo, la posici¨®n de las manos, la postura¡, todo te ayuda a concentrarte¡±. Y eso evidencia William, que en el hoyo 9 pega un h¨ªbrido desde el b¨²nker para enviarla a green, 135 metros de vuelo precioso y preciso. ¡°No le digas nada al palo que se me vuelve coqueto y entonces falla¡±, bromea; ¡°s¨ª, esto es lo que me da la vida¡±.
William tiene rigidez, pero su compa?era de partida Claire Thirion Emberson, de 73 a?os, francesa con casa cerca de Girona, tiembla. ¡°No es f¨¢cil jugar al golf porque me cuesta balancearme, pero es un reconstituyente moral y energ¨¦tico. Es lo mejor que hay¡±, cuenta con una sonrisa de oreja a oreja, apoyada en todo momento por su marido, tambi¨¦n golfista. ¡°A unos les cuesta comenzar a andar, otros tienen tembleque o rigidez¡ Y as¨ª hasta que nos muramos. Pero el golf te despeja, te hace conocer gente; voy a seguir hasta el final¡±, a?ade Jes¨²s Mart¨ªn. Mientras, William falla un putt cantado y explica que es por culpa de la pastilla que se ha tomado hace media hora, que le hace efecto y le pone un poco espiritoso. ¡°Pero la necesito cuando me pongo down, cuando ya me cuesta pensar y moverme¡±, acepta. Claire tambi¨¦n se ha tomado la suya, pues ingiere una cada cuatro horas. ¡°Te acostumbras¡±, aclara.
Cinco horas m¨¢s tarde, todos los participantes se encuentran en el hoyo 19, brindando con una copa de cava y felicitando a los campeones, incluso nerviosos por si les toca algo en el sorteo final. Hay una estancia en un hotel para dos personas, bolas, salidas al campo¡ Premios que ha conseguido Campillo con los patrocinadores. ¡°Estoy encantado con las ayudas, pero el estudio del Hospital Sant Pau se sufraga una parte de mi bolsillo, por eso hemos recaudado fondos con el torneo¡±, revela. Un proyecto que cuesta unos pocos miles de euros, por m¨¢s que desde el hospital, cuenta Carmen, no cobren dinero extra alguno. Y la furgoneta, las clases, los gastos del estudio¡ tambi¨¦n cuentan. ¡°Vale la pena¡±, constata Campillo, feliz porque ya le han transmitido la idea de que una vez concluido el estudio -y dependiendo de los valores- piensan presentarlo a la comunidad cient¨ªfica en el congreso anual de neurolog¨ªa.
Seg¨²n diversas fuentes, entre 150.000 y 160.000 personas est¨¢n afectadas por el Parkinson de inicio temprano en Espa?a. Se calcula que cerca de un 15% de los diagnosticados en esta enfermedad tiene menos de 50 a?os, habi¨¦ndose detectado en personas de incluso de 35 a?os. Campillo y Carmen, tambi¨¦n todos los que participan del proyecto, piensan que el golf les dar¨¢ un poco m¨¢s de calidad de vida. Y es un poco que supone un mucho.
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