Real Madrid y Dallas Mavericks brindan por Luka Doncic

Solo fueron cinco minutos en la pista, un recorte en la actuaci¨®n prevista por culpa de una distensi¨®n en el gemelo izquierdo, pero suficientes para que Luka Doncic hiciera suya la noche en su vuelta a casa en el encuentro entre el Real Madrid y Dallas Mavericks que serv¨ªa de pretemporada de la NBA y de homenaje al hijo pr¨®digo. Y que conquistaron los blancos con otra remontada marca de la casa: 127-123.

El astro esloveno volvi¨® a pisar la cancha en la que se forj¨® como la gran estrella que hoy brilla en la meca del baloncesto. Entre 2015 y 2018, un jugador con cara de ni?o e instinto asesino coleccion¨® algunas de las espectaculares actuaciones que en los a?os siguientes ha repetido en la Liga estadounidense. Doncic escribi¨® su historia de blanco durante 216 partidos y levant¨® siete t¨ªtulos, y sobre todo dej¨® una conexi¨®n con la afici¨®n, el equipo y el club que se ha fortalecido incluso con la distancia y el paso del tiempo.

Una riada de aficionados con la camiseta del antiguo 7 del Madrid o del actual 77 de los Dallas decor¨® un WiZink Center a rebosar: 12.763 espectadores. Antes del encuentro, el videomarcador repas¨® algunas de las mejores jugadas del ¨ªdolo con la equipaci¨®n madridista, y desde la megafon¨ªa atron¨® su nombre antes de que el protagonista tomara el micr¨®fono con alguna l¨¢grima asomando. ¡°No s¨¦ qu¨¦ decir. Es un d¨ªa muy especial para m¨ª. Muchas gracias a todos¡±, expres¨®. En los asientos de la cancha reposaban pancartas con un mensaje: ¡°Luka Doncic, el Real Madrid siempre ser¨¢ tu casa¡±. Y segundos antes de que comenzara a botar el bal¨®n, el presidente Florentino P¨¦rez condecor¨® al Ni?o Maravilla con la insignia de oro y brillantes del club.

El renqueante Doncic fue titular en el conjunto de Jason Kidd, emparejado con el capit¨¢n Sergio Llull. Fue un reencuentro de amigos que se picaron en un divertido intercambio de triples. Anot¨® el espa?ol en la primera acci¨®n, se la devolvi¨® el esloveno en la siguiente jugada, pero el balear es un iluminado y clav¨® dos bingos seguidos m¨¢s desde el per¨ªmetro. Doncic caminaba por la pista, dolorido, aunque le sobraba mu?eca para seguir con el festival de lanzamientos. Tres para Doncic, tres para Llull, y cuando Rudy dio el relevo a su compa?ero tambi¨¦n se uni¨® al carrusel. Entre los tres amigos cruzaban risas y gui?os de complicidad. El concurso de canastas mezclaba el espect¨¢culo con la competitividad de quienes odian perder y se han retroalimentado entre s¨ª.

Apenas hab¨ªan pasado cinco minutos (4m 59s) cuando el genio se sent¨® en el banquillo. ¡°He insistido para jugar. No puedo dejar que la gente no me vea esta noche¡±, hab¨ªa comentado. La retirada de Doncic fue el mensaje de que comenzaba otro tipo de partido, ya sin un homenajeado en la pista a quien adem¨¢s no se pod¨ªa apretar mucho por miedo a empeorar la lesi¨®n. El primer cuarto fue una sucesi¨®n de ataques sin freno y defensas permisivas: 38-37, ocho triples de los locales y siete de los visitantes. Y durante la primera pausa, otro homenaje: Doncic recibi¨® de manos de Felipe Reyes una r¨¦plica de la d¨¦cima Copa de Europa de la secci¨®n, conquistada en 2018 con el esloveno como MVP de la temporada y de la Final Four.

El Madrid mantuvo el voltaje a base de rotaciones. Era una noche para alinear a promesas como Hugo Gonz¨¢lez, Diagne y Ndiaye. Los Mavericks engrasaban una maquinaria en la que tampoco estaba Kyrie Irving, tambi¨¦n lesionado, pero que afinaba Tim Hardaway Jr: 65-71 en el descanso. La franquicia de la NBA demostr¨® entonces por qu¨¦ vive en otro planeta: juega a otra velocidad al baloncesto y con otro despliegue f¨ªsico. Pero tras el 90-99 al final del tercer cuarto, el habitual arre¨®n blanco coincidi¨® con una alineaci¨®n de actores de reparto, reservas de los reservas, en los Mavericks, y se consum¨® la remontada. Era la tercera vez en la historia que el Madrid venc¨ªa a un equipo de la NBA, tras Raptors y Oklahoma, en nueve citas. Fue la guinda. ?Luka, Luka!, gritaba el pabell¨®n. Era la noche del Ni?o Maravilla.

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