Iban un mallorqu¨ªn, un menorqu¨ªn y un canario
Sergio Llull, Rudy Fern¨¢ndez y Chacho Rodr¨ªguez dejan una huella profunda porque entronca con valores que nunca pasan de moda
Parece el comienzo de un chiste cl¨¢sico de hace d¨¦cadas, pero iban una vez un mallorqu¨ªn, un menorqu¨ªn y un canario, y la casualidad, unido al buen ojo de los que les ficharon, hizo que coincidiesen en tiempo y lugar en el Real Madrid (y en la selecci¨®n) para formar un tr¨ªo legendario por su talento, capacidad competitiva, compromiso y longevidad que ha dado como resultado una colosal hoja de servicios. Esta final, levantando al un¨ªsono otro t¨ªtulo, ganado al valeroso UCAM, ha sido la ¨²ltima carga conjunta, el ¨²ltimo servicio a la causa blanca, la ¨²ltima oportunidad de ver juntos en una cancha a tres jugadores irrepetibles, cada uno en su estilo.
Rudy, tremendo tirador, muelles en las piernas, fuego en la mirada, capaz de levantar un pabell¨®n, aunque a veces haya sido para increparle. Ninguna tarea, por desagradable que fuese, le ha resultado imposible. Ha sabido envejecer bien, adapt¨¢ndose a los diferentes roles que su equipo le demandaba y liderando con su comportamiento m¨¢s que con el verbo.
Con el Chacho pasamos a hablar de poes¨ªa en movimiento. Digno heredero de Carmelo Cabrera, el primer globbertroter del baloncesto espa?ol, lo suyo ha sido magia pura desde edad temprana. Cuando entendi¨® que no era necesario dejarnos con la boca abierta en cada jugada, se hizo un jugador m¨¢s concreto. Cuando a su endiablado dominio de la pelota y visi¨®n 360 a?adi¨® una mu?eca atinada, devino en algo muy serio. Cuando ¨¦l y sus compa?eros entendieron que sus manos eran el mejor destino para negociar una ¨²ltima jugada decisiva, se convirti¨® en letal.
El tr¨ªo lo completa Llull, el mejor dinamitero de la historia del baloncesto espa?ol. Una fuerza de la naturaleza unida a una cabeza donde no existe lo imposible. Innumerables son ya la colecci¨®n de lanzamientos que cuando salen de su mano rozan lo irracional para terminar en un estallido al besar la red. Pero los efectos de su juego no se limitan a highlights. Su despliegue f¨ªsico, energ¨ªa ilimitada, determinaci¨®n, eficacia, exuberancia y magnetismo no tienen parang¨®n.
Despu¨¦s de un t¨ªtulo la red no puede faltar, pero hoy @rudy5fernandez se lleva la m¨¢s especial a casa ?#PlayoffLigaEndesa | @RMBaloncesto pic.twitter.com/8oQVk99Zhj
— Liga Endesa (@ACBCOM) June 12, 2024
Sus diferencias tambi¨¦n son evidentes si hablamos de caracteres. El de Llull, expansivo, volc¨¢nico. Al Chacho le va m¨¢s un perfil bajo, sin llamar la atenci¨®n m¨¢s de lo necesario. Si el baloncesto de Llull se disputa a grito pelado, el del Chacho se juega a base de ohhhhs. Rudy, mientras tanto, navega entre los dos, sum¨¢ndose a uno u otro estilo dependiendo de las circunstancias. A veces le va la marcha, en otras ejerce de templado profesor. Tres jugadorazos sin ning¨²n g¨¦nero de duda. Tres distintas formas de liderar un colectivo. Tres piezas diferentes de un puzle que han sabido encajar a la perfecci¨®n, ofreciendo diferentes soluciones a los problemas que pod¨ªa atravesar su equipo.
Que nos quiten lo bailao
Ya no los veremos m¨¢s juntos en una pista, pero la huella que dejan es profunda porque entronca con valores que nunca pasan de moda. La pasi¨®n por el juego y la competici¨®n, la conciencia colectiva, el compa?erismo, el respeto al adversario, la humildad para no creerse m¨¢s que nadie, la ambici¨®n para no creerse menos que nadie, la inteligencia para entender que el paso del tiempo cambia roles pero que todos son importantes. Por separado han sido grandes, juntos han sido enormes. Su despedida como grupo deb¨ªa ser a lo grande, ganando una vez m¨¢s la Liga y siendo decisivos en la pista. Llull lo fue en la semifinal con el Bar?a, Rudy en la final. Chacho lo es siempre.
La vida sigue y, aunque ya por separado, quedan unos posibles sextos Juegos para Rudy, Llull seguir¨¢ la temporada que viene por el Palacio lanzando sus mandarinas y el Chacho, aunque la cosa huele a botas colgadas (el detalle de levantar la copa los tres habla por s¨ª solo) pues ya veremos que decide en unos d¨ªas. Solo queda agradecerles por tan larga y exitosa aventura. Les echaremos de menos, pero oye, que les/nos quiten lo bailao.
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