Van der Poel, Dios del ciclocross y de la belleza en bicicleta, act¨²a en Benidorm
El m¨²ltiple campe¨®n del mundo neerland¨¦s, estrella m¨¢s esperada de la prueba de espa?ola de Copa del Mundo, en la que le acompa?ar¨¢n Wout van Aert y Tom Pidcock
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Son Mathieu van der Poel, Wout van Aert y Tom Pidcock. Son tres los cracks pero solo uno es Dios, y Dios no est¨¢ en el calvero del parque de Foietes, donde aparcan los autobuses, y, refulgente azul al sol de enero, el mar abajo, a sus pies. No est¨¢ Dios, esto es, Van der Poel (cinco Mundiales), ni tampoco Van Aert (tres), su segundo habitual. Ambos, talentos deslumbrantes de tefl¨®n sobre los que la presi¨®n resbala, capaces de unir relax, diversi¨®n y competitividad asesina, llegar¨¢n el mismo domingo a Benidorm, en bicicleta, quiz¨¢s. Van der Poel lo har¨¢ desde la casa de la Cumbre del Sol, en Moraira, en la que pasa los inviernos para entrenarse por la carreteras y el coll de Rates donde pasa enero el 90% del pelot¨®n mundial --y Juan Ayuso, el ¨¢ngel espa?ol, vecino de Van der Poel, se prueba ante Pogacar-- y Van Aert desde D¨¨nia, desde el hotel en el que se concentra con sus Visma.
La primavera del ciclocross que no cesa de crecer los ¨²ltimos a?os se sostiene en el culto a la personalidad de ciclistas que cuando aparcan las bicis en las que flotan veloces sobre barro y arena de playa, dominan tambi¨¦n las carreras de asfalto, de gravel, las Strade Bianche y el pav¨¦s de Roubaix y los montes de Flandes, y hasta las monta?as del Tour, las cuestas tambi¨¦n, el arco¨ªris sobre el asfalto empapado de Glasgow, los sprints, y el mountain bike de los Juegos Ol¨ªmpicos.
Goz¨¢ndola el s¨¢bado en el parque est¨¢ Pidcock (un Mundial), el tercero en jerarqu¨ªa en el mundo del ciclocross que, como transportado en una burbuja desde las oscuras, d¨®nde no est¨¢ el sol, tierras flamencas en las que tan bien florece, se ha aposentado en Benidorm, nada menos, para disfrute de las 20.000 personas, en n¨²meros redondos, que, a 20 euros la entrada, asistir¨¢n el domingo (15.10, TDP y Eurosport) a la manga de la Copa del Mundo. Para completar la experiencia en un circuito de tres kil¨®metros que une dos parques (Foietes y Moralet) a la sombra de los rascacielos que se alimentan de nubes, ambiente belga everywhere, grifos de cerveza y barracas de patatas fritas y perritos, todo, salvo el fr¨ªo. Y la pasi¨®n de 70 minutos de carrera con los ¨ªdolos al alcance de la mano y del salivazo.
¡°Ah, el sol, qu¨¦ bien me sienta¡±, dice el ciclista ingl¨¦s del Ineos, una tirita en una herida en la nariz, que, confiesa, no ha estado nada bien este invierno y no ha estado a su altura habitual, y por eso dej¨® de competir tres semanas. ¡°Claro que me habr¨ªa gustado pelear en cabeza, claro, pero fue un verdadero alivio parar, porque estaba peleando una batalla que no pod¨ªa ganar. Compet¨ªa cada dos d¨ªas y el d¨ªa entre media estaba seco. Normalmente hago tras coche a 60 o 70 por hora, y no pod¨ªa pasar de 40¡ Otros ciclistas con los que he hablado me han dicho que les pasaba lo mismo, que no est¨¢n enfermos pero que suben a la bici y se sienten muy d¨¦biles. Quiz¨¢s es un tipo de covid, o algo similar¡±.
Pidcock confiesa que aunque estuviera superguay tampoco podr¨ªa hacerle sombra a Van der Poel, ¡°uno de otro planeta, por encima de todos¡±, ni tampoco Van Aert parece capacitado este invierno, en el que, ha afirmado repetidamente, no ha querido echar el resto en el ciclocross, para robarle luz al foco de Van der Poel, poeta del barro y de la arena y del ciclismo como lo era Eric de Vlaeminck hace 50 a?os, quien, en lo que va de curso de ciclocross ha disputado 10 carreras y las 10 las ha ganado, y que no parar¨¢ de pedalear en el barro hasta el Mundial de Tabor, en la Rep¨²blica Checa, el 4 de febrero, donde intentar¨¢ alcanzar su sexto arco¨ªris, y estar¨ªa solo a uno del r¨¦cord de siete de Eric de Vlaeminck. Nadie duda que ganar¨¢ en Benidorm y el Tabor y en donde corra,
¡°Serpiente de m¨²sculos y de gracia contorsionista¡±, como le describ¨ªa hace nada un periodista de L¡¯?quipe maravillado espectador de una exhibici¨®n del neerland¨¦s (29 a?os cumpli¨® el viernes 19) ¡°en equilibrio sobre un filo de arena que solo ¨¦l era capaz de ver¡±, Van der Poel, campe¨®n mundial en carretera tambi¨¦n, y ganador el mismo 2023 maravilloso tambi¨¦n en Roubaix y en San Remo, nieto de Poulidor e hijo de Adrie, campe¨®n del mundo tambi¨¦n, posee tal dominio de la especialidad que parece capaz de decidir cu¨¢nta ventaja sacar¨¢ al segundo y c¨®mo lo har¨¢, y pese a todo, todos le aman, le envidian y le adoran, calmo y perfecto sobre la bici, y hasta la est¨¦tica est¨¢ con ¨¦l, y su padre se pellizca para creer lo que ve: ¡°Hace cosas que yo solo pod¨ªa so?ar hacer, y eso si me atrev¨ªa a imaginarlas¡±. Bastar¨¢ con verle pasear por los parques de Benidorm para elevarse sobre la mediocridad y pensar que la vida a veces tiene sentido, sentir lo que se siente en un museo ante una obra de arte, o en un bosque ante la belleza repentina de un paisaje. Y los que le lleguen a tocar lo recordar¨¢n siempre.
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