Los cascos estramb¨®ticos del ciclismo: imagen rid¨ªcula a cambio de vatios

Todo comenz¨®, quiz¨¢s, hace poco m¨¢s de 30 a?os con la intuici¨®n genial e incomprendida de Graeme Obree, el ciclista escoc¨¦s que se fabric¨® una bicicleta con chatarra y rodamientos de una lavadora, perge?¨® un casco que se ensanchaba hacia los hombros y, usando una postura copiada de los esquiadores de descenso, el cuello sobre el manillar, los brazos plegados detr¨¢s, rod¨® en un vel¨®dromo 51,596 kil¨®metros en una hora.

Obree, y su movimiento disruptivo, tuvo en cierta manera suerte de que por entonces, julio de 1993, las redes sociales no eran ni una posibilidad que perturbara la mente de nadie y la campa?a denigratoria del establishment fue m¨¢s un incendio de baja intensidad que se extendi¨® lentamente, pero, aun as¨ª, hubo tales cr¨ªticas y la posici¨®n, llamada huevo, le pareci¨® tan rid¨ªcula a los dirigentes de la Uni¨®n Ciclista Internacional (UCI), que no tardaron en prohibirla, como, poco despu¨¦s, inmersos siempre en una batalla contra la innovaci¨®n tecnol¨®gica en aras de una tradici¨®n que nunca existi¨®, prohibieron despu¨¦s las bicicletas que no tuvieran un cuadro en diamante (doble tri¨¢ngulo), la postura de Superman y los acoples que permitieron a Indurain, Boardman o Rominger batir el r¨¦cord de la hora, y, como estos d¨ªas, tres d¨¦cadas han pasado, anuncian que cambiar¨¢n el reglamento para prohibir los cascos aerodin¨¢micos de ¨²ltima generaci¨®n que equipos como Visma y Bahrein han utilizado en las contrarrelojes de la Tirreno-Adri¨¢tico y la Par¨ªs-Niza.

¡°Nosotros, todos los d¨ªas pensando a ver c¨®mo podemos rascarle al reloj y la UCI, como siempre... Proh¨ªbe ahora el pasamonta?as que usan los de Bora y Soudal debajo del casco en las cronos porque dicen que no es un elemento esencia, y llevan dos a?os us¨¢ndolo¡­¡±, dice Jon Iriberri, pionero de la biomec¨¢nica cicl¨ªstica en Espa?a que, tras pasar por la selecci¨®n espa?ola de pista y el Movistar, trabaja desde hace unos a?os en el Visma y ha participado, junto al fabricante estadounidense Giro en el dise?o y la experimentaci¨®n de los cascos de Vingegaard y compa?¨ªa. ¡°Y a nosotros seguramente tambi¨¦n nos dir¨¢n algo, pese a que les hemos informado de todos nuestros trabajos y cumplimos todas las normas de tama?o [45cm de largo, 30 de ancho, 21 de alto] y medidas de seguridad que le a?aden peso. El asunto es que luego aparecen argumentos que no estaban previamente en el debate a la hora de autorizar, como el de que se rompe el patr¨®n est¨¦tico de lo que era el ciclismo¡±. El argumento est¨¦tico deber¨ªa estar tambi¨¦n en la advertencia federativa contra los cascos platillo volante del EF, culmen del fe¨ªsmo, que llevan ya 10 a?os us¨¢ndose.

Sus formas, tan fantasiosas como si fueran hijas de un sue?o nacido en unas pastillas de LSD, pero en realidad puramente Bauhaus: la forma sigue la funci¨®n, y maltratadas sin piedad en las redes, y hasta el X oficial de la Par¨ªs-Niza crea un meme con los ciclistas del Visma y la m¨²sica de la Marcha Imperial de la Guerra de las Galaxias, pues todos parecen Darth Vader en amarillo, son en realidad la confirmaci¨®n cient¨ªfica de las ideas de Obree. Y su aspecto, y la imagen que crea de ellos, no le quita en absoluto el sue?o a los ciclistas, cuyo ¨²nico objetivo es mejorar el rendimiento. Como resume Oier Lazkano, gran contrarrelojista del Movistar, ¡°lo importante es la eficiencia y no la est¨¦tica¡±. Ning¨²n ciclista se ha negado a llevarlo por miedo al qu¨¦ dir¨¢n, claro. Rodando a m¨¢s de 50 por hora el ¨²nico obst¨¢culo es el viento, que se opone a la misma velocidad m¨¢s la velocidad propia si da de cara. Un coeficiente de penetraci¨®n aerodin¨¢mico bueno permite que se necesiten menos vatios, menos energ¨ªa, menos subida del lactato, menos pulsaciones, para conseguir la misma velocidad que con peor aerodinamismo. ?A cu¨¢ntos vatios cotiza el rid¨ªculo?

Los cascos nacen fruto de los ¨²ltimos avances en la investigaci¨®n, solo posibles con la accesibilidad comercial de los c¨¢lculos de din¨¢mica de fluidos, miles y miles de datos que tratar, en supercomputadoras alojadas en la nube, la multiplicaci¨®n de los t¨²neles de viento y la impresi¨®n en 3D de modelos exactos, maniqu¨ªes perfectos en talla y vol¨²menes de corredores como Van Aert, Vingegaard o Sepp Kuss.

La clave aerodin¨¢mica, la sabidur¨ªa de los esquiadores de descenso, consiste en no dejar que ni un rayo de aire generador de turbulencias se cuele por el plano que forman la cabeza, los hombros y los brazos del ciclista, que lleva la barbilla entre los codos y solo puede ver a trav¨¦s de los brazos. Los nuevos cascos, aparte de una superficie frontal inclinada y afilada, cubren la anchura de los hombros, creando, si el corredor es capaz de mantener, una superficie compacta y reducida impenetrable para el aire, que se desv¨ªa por los lados sin provocar diferencias de presi¨®n ni turbulencias frenadoras. As¨ª lo explica Iv¨¢n Velasco, ingeniero de dise?o del Movistar, equipo que tambi¨¦n est¨¢ experimentando, a¨²n no p¨²blicamente, con nuevos dise?os de cascos para las contrarrelojes, especialidad que renace y gana en importancia en los recorridos del Tour de Francia (60 kil¨®metros) y Giro de Italia (70 kil¨®metros).

¡°Los c¨¢lculos que hemos hecho en el t¨²nel del viento de Eindhoven nos hablan de poco m¨¢s de segundo de ganancia por kil¨®metro, lo que no quiere decir que todos los corredores puedan lograrla¡±, explica Iriberri. ¡°Si los t¨¦cnicos conseguimos que el corredor utilice el casco tal y como fue concebido, pues seguramente obtendr¨¢ un valor que si bien no ser¨¢ el del t¨²nel del viento, al menos se le acercar¨¢ y obtendr¨¢ una ventaja grande. Y, sin embargo, si el corredor no es capaz, pues entonces el casco ser¨¢ una ventaja m¨ªnima o incluso no tiene por qu¨¦ serlo. Cuando el ciclista est¨¢ acoplado y est¨¢ haciendo un buen uso del casco se viene a resolver un problema al que venimos ya d¨¢ndole vueltas desde hace a?os, que es la distancia existente entre la cara, los antebrazos y las manos. El reto es carenar la parte fundamentalmente de la cara y lo que est¨¢ por encima de la cara, hacer un todo uno entre la cabeza, los hombros y los brazos, que ya vienen con el acople tambi¨¦n integrado¡±.

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