Alemania, de una ¡°p¨¦rdida de tiempo¡± a triple campe¨®n
No particip¨® en las dos primeras Eurocopas y despu¨¦s ha ganado tres y ha jugado m¨¢s finales y m¨¢s partidos que nadie
Superada con nota la prueba de la primera Eurocopa (1960) que gan¨® la URSS, muchos de los pa¨ªses que no hab¨ªan considerado oportuno inscribirse en la nueva competici¨®n s¨ª lo hicieron ya en la segunda (1964) hasta completar 29 selecciones. La gran ausente continu¨® siendo la Rep¨²blica Federal Alemana. Su empecinamiento llam¨® m¨¢s la atenci¨®n en su momento porque hasta su hermana del otro lado del muro, la Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana, s¨ª particip¨® y lleg¨® hasta octavos de final, eliminada por Hungr¨ªa.
La raz¨®n de su no comparecencia en la competici¨®n se deb¨ªa a que su seleccionador, Sepp Herberger, una de las grandes leyendas del f¨²tbol germano, campe¨®n del mundo en 1954 y 20 a?os en el cargo (1936-42, 1950-64), consideraba, y as¨ª lo escrib¨ªa en su diario, que ¡°jugar la Eurocopa es una p¨¦rdida de tiempo¡±: ¡°Lo que verdaderamente importa son los Campeonatos del mundo y lo que tenemos que hacer entre uno y otro es preparar jugadores para formar un equipo lo m¨¢s potente posible. Un torneo europeo sobra¡±.
En aquellos tiempos el prestigio y el poder del t¨ªo Sepp, como se le denominaba popularmente, era tal que nadie puso en duda su criterio. Autor de frases tan lapidarias como ¡°el bal¨®n es redondo, el partido dura 90 minutos y todo lo dem¨¢s es pura teor¨ªa¡±, cuando decidi¨® retirarse en 1964 exigi¨® a la Federaci¨®n un partido de homenaje-despedida. La petici¨®n le fue concedida, c¨®mo no, y como en el encuentro contra Escocia no pas¨® del empate (2-2), solicit¨® una segunda oportunidad para despedirse con una victoria. Tras golear a Finlandia (5-1) concedi¨® el relevo a Helmut Schoen. Entonces era tradici¨®n que el banquillo fuera heredado por el segundo de turno. Herberger, a su vez, hab¨ªa reemplazado a su jefe Otto Nertz.
El estren¨® fue ya en la edici¨®n de 1968, pero un fallo de c¨¢lculo de su nuevo t¨¦cnico le dej¨® fuera de la fase final. En la clasificaci¨®n, los germanos del oeste, por la retirada de Malta, estaban encuadrados en un grupo de tres equipos y se jugaban el pase en los enfrentamientos directos contra Yugoslavia. El otro rival era Albania. Los balc¨¢nicos ganaron en su casa (1-0), los alemanes en la suya (3-1) y todo estaba en juego en el ¨²ltimo encuentro, en el que los de Schoen deb¨ªan ganar en Tirana para clasificarse por mejor diferencia de goles. No lo hicieron (0-0). El t¨¦cnico consider¨® que Alemania era tan superior con los Overath, Netzer, Held, Schulz, Weber¡ que para ese partido no necesitaba a los jugadores del Bayern (Maier, Beckenbauer, Muller¡) y qued¨® eliminada.
Fue el ¨²ltimo gran desliz. Desde entonces el dominio alem¨¢n en esta competici¨®n ha sido notorio: tres t¨ªtulos (1972, 1980 y 1996), todos en el siglo XX -los mismos que Espa?a (1964, 2008 y 2012)-; otras tres finales perdidas (1976, 1992 y 2008). Y en otras tres ediciones ha llegado hasta las semifinales (1988, 2012 y 2016, con dos terceros puestos y un cuarto). La presente es su duod¨¦cima fase final y ha disputado un total de 49 partidos (26 victorias, 12 empates y 11 derrotas). M¨¢s que ninguna otra selecci¨®n.
A Herberger, a pesar de su desprecio por la Eurocopa, siempre se le consider¨® como uno de los padres de la selecci¨®n. Primero fue seleccionador en la etapa del Reich y despu¨¦s ya como rep¨²blica federal. Nadie ha estado tanto tiempo en el cargo: 20 a?os. Desde 1926, Alemania solo ha tenido 10 seleccionadores. L?w se despide como segundo t¨¦cnico con m¨¢s a?os (15) en el cargo. Uno m¨¢s que Schoen (14), pero cinco menos que Herberger. Flick ser¨¢ el und¨¦cimo t¨¦cnico.
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