La selecci¨®n espa?ola insin¨²a un techo bajo
La Roja suma dos partidos y dos empates, y un juego esforzado, pero plano
Una atm¨®sfera sombr¨ªa preside el recorrido de la selecci¨®n en la Eurocopa. Dos partidos, dos empates y un juego esforzado, pero plano. A un d¨ªa del decisivo partido con Eslovaquia, planea una duda: Espa?a tiene un techo marcado o sus j¨®venes jugadores son v¨ªctimas del estr¨¦s y la responsabilidad. De las limitaciones no se sale. Est¨¢n ah¨ª para quedarse. S¨ª es posible escapar del agarrotamiento, pero es una tarea compleja. Se necesita fortaleza mental, confianza y resistencia a la adve...
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Una atm¨®sfera sombr¨ªa preside el recorrido de la selecci¨®n en la Eurocopa. Dos partidos, dos empates y un juego esforzado, pero plano. A un d¨ªa del decisivo partido con Eslovaquia, planea una duda: Espa?a tiene un techo marcado o sus j¨®venes jugadores son v¨ªctimas del estr¨¦s y la responsabilidad. De las limitaciones no se sale. Est¨¢n ah¨ª para quedarse. S¨ª es posible escapar del agarrotamiento, pero es una tarea compleja. Se necesita fortaleza mental, confianza y resistencia a la adversidad.
Espa?a se encuentra en una encrucijada. Tanto frente a Suecia como contra Polonia jug¨® con energ¨ªa y dedicaci¨®n. Presion¨®, domin¨® y gan¨® por goleada la posesi¨®n de la pelota. Tampoco le falt¨® pulcritud, demasiada pulcritud probablemente. Su esfuerzo en los dos partidos fue irreprochable, pero dej¨® la sospechosa impresi¨®n de equipo con recursos limitados, de vuelo m¨¢s bajo de lo previsto. En el aire qued¨® una pregunta: ?puede jugar mejor este equipo? Ahora mismo, no lo parece, salvo que el problema exceda lo futbol¨ªstico y est¨¦ relacionado con la dificultad para manejar una situaci¨®n de m¨¢xima tensi¨®n. No es descartable. Espa?a acude a esta Eurocopa con un grueso n¨²mero de inexpertos. En las alineaciones que se enfrentaron a Suecia y Polonia figuraban ocho titulares (Unai Sim¨®n, Marcos Llorente, Laporte, Pau L¨®pez, Rodri, Pedri, Ferran/Gerard Moreno y Olmo) que no hab¨ªan jugado un Mundial o una Eurocopa.
El porcentaje es tan elevado que coloca a la selecci¨®n a la cabeza de los procesos de transici¨®n en Europa. Francia est¨¢ edificada por el equipo que gan¨® el Mundial 2018. Portugal mantiene a veteranos de mil batallas con varios integrantes del equipo que conquist¨® la Eurocopa 2016 y la ¨²ltima Copa de Naciones. L?w pretendi¨® una revoluci¨®n en Alemania despu¨¦s del fracaso en el Mundial 2018. Prescindi¨® de M¨¹ller y Hummels. Los dos han regresado para a?adirse a un equipo en el que figuran Neuer, Kroos y Kimmich, tres consagrados.
Dos equipos remiten a Espa?a. Inglaterra conf¨ªa en el impacto de j¨®venes como Foden, Mount, Reece James, Rice, Philips y Grealish. Ninguno de ellos particip¨® en el ¨²ltimo Mundial. A su alrededor gravita gente m¨¢s que curtida: Kane, Stones, Sterling o Rashford, y aun as¨ª los ingleses sufren problemas parecidos a los de Espa?a. Su techo es ilimitado, su rendimiento es todav¨ªa pedestre.
El cambio de Italia es sustancial. Como Espa?a, los italianos viven un largo periodo de frustraci¨®n. Ganaron el Mundial 2006 y su descenso ha sido tan acusado que no se clasificaron para el Mundial 2018. Durante d¨¦cadas, los italianos consideraron que el destino del f¨²tbol era italianizarse. Pues no, Italia se ha visto obligada a cambiar de registro. Abandona sus queridos presupuestos para adentrarse en la nueva v¨ªa que le marcan un pu?ado de j¨®venes, algunos procedentes de equipos peque?os, como el Sassuolo o Atalanta, adscritos fervorosamente a un modelo sin ataduras.
Italia disfruta de su nueva generaci¨®n, pero no olvida a los Bonucci, Chiellini, Verratti o Immobile. Ejercen el patronazgo sin alterar el nuevo criterio. A Espa?a le invade la ternura. Luis Enrique no se equivoca en la elecci¨®n. Nada de lo que hay fuera del equipo lo mejorar¨ªa. Es una selecci¨®n meseta, homog¨¦nea, sin apenas diferencias en la calidad de los jugadores. Ninguno figura entre los cinco mejores del mundo en su puesto. Quiz¨¢ dentro de tres o cuatro a?os ocurra lo mismo que sucedi¨® con Puyol, Xavi, Iniesta, Alonso, Cazorla, David Silva, F¨¢bregas y Villa. Tambi¨¦n despertaban dudas, pero rompieron el techo y se comieron el mundo. Todo indica que Espa?a est¨¢ lejos de ese momento rompedor o ni tan siquiera puede pensar en romper ning¨²n techo.
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