A Espa?a le suenan las alarmas
La Roja, a¨²n m¨¢s deslucida que contra Suecia, no pasa del empate ante Polonia y se la tendr¨¢ que jugar en la ¨²ltima jornada, en la que recibe a Eslovaquia
Una Espa?a m¨¢s chata que contra Suecia tuvo las mismas consecuencias: otro empate decepcionante. El sellado frente a Polonia todav¨ªa m¨¢s. Esta vez sobraron dedos para contar las ocasiones y el juego fue a¨²n menos ilustrado. De nada sirvi¨® que Morata recuperara la punter¨ªa y fuera ovacionado en su retirada. De nada sirvi¨® que Gerard Moreno, titular, tuviera a tiro un penalti, suerte que suele peritar de maravilla. No en La Cartuja, donde de nuevo la Roja no solo no tuvo colmillo ante la porter¨ªa adversaria. En la propia, un poste alivi¨® a Unai Sim¨®n antes de que Lewandowski, que es un pariente de lo m¨¢s cercano del gol incluso cuando hay cocodrilos a su alrededor, cazara un cabezazo tras sacudirse a Laporte como el que espanta una mosca con un me?ique.
Ni delante ni atr¨¢s, ni por el medio ni por los costados. Una Espa?a plana que ahora tendr¨¢ que apretar la mand¨ªbula en la ¨²ltima jornada, el mi¨¦rcoles ante Eslovaquia, que como los rivales precedentes tampoco figura entre la nomenclatura del f¨²tbol europeo. La Roja nada tiene asegurado, pero en un campeonato en el que se clasifican para octavos de final 16 de los 24 participantes, irse de este torneo por la gatera resultar¨ªa un siniestro colosal.
Hay veces que el gol va por libre. No siempre es ahijado del juego. Le ocurri¨® a Espa?a, que con menos hilo y ocasiones que contra Suecia, encontr¨® la divisa antes de dar con el f¨²tbol, que, por cierto, nunca lleg¨®. Ni siquiera con el anest¨¦sico emboque de Morata, el m¨¢s necesitado, el jugador al que la porter¨ªa le parec¨ªa un borroso espejismo. Gerard Moreno, de los pocos aventureros de la noche, quebr¨® hacia al ¨¢rea y arm¨® el zurdazo. Morata, pillo, se anticip¨® a Bereszynski y dej¨® tieso a Szczesny, su camarada en la Juventus. Suspense, intriga, angustias... Momento VAR. El pie izquierdo del zaguero polaco evit¨® el fuera de juego del atacante espa?ol. Una liberaci¨®n para Morata, que esprint¨® como un jamaicano para abrazarse con Luis Enrique, su tutor, y hacer pi?a con todo el banquillo.
Antes y despu¨¦s del bingo del delantero madrile?o, Espa?a fue un equipo plomizo, sin luces ni armadura. La formalidad del toque a toque y nada m¨¢s. A la Roja no le falta su buena raci¨®n de pases, pero no basta. Hay que distraer cuando conviene para luego confundir. El f¨²tbol precisa otra marcha, desequilibrio, movimiento, ingenio, embustes.
Cr¨®nica visual: Espa?a gana presencia en ataque pero sigue sin punter¨ªa
De monserga con la pelota, solo Gerard Moreno, anclado en la banda derecha, intentaba romper los protocolos con alg¨²n que otro quiebro. El resto, pese al bullir constante de Morata, todo era muy cartesiano, sin soltura, sin fluidez.
Con Jordi Alba y Marcos Llorente, los laterales, tan avanzados, todo resultaba a¨²n m¨¢s previsible. M¨¢s que llegar por sorpresa como ventiladores, se anclan, lo que agradecen sus alguaciles. Tan est¨¢tica estaba Espa?a que no hab¨ªa forma de que Pedri y Koke filtraran alg¨²n correo. En el primer tiempo, la Roja qued¨® reducida a un par de oportunidades epis¨®dicas, como un lanzamiento de falta de Gerard Moreno.
Cambio de Gerard
Rasa en ataque, tampoco se advirti¨® una Espa?a categ¨®rica delante de Unai Sim¨®n. A Suecia le vali¨® con un par de revuelos de Isak para tener en guardia al equipo de Luis Enrique. Polonia, que futbol¨ªsticamente circula en el pelot¨®n de los suecos, tambi¨¦n puso a la Roja en aprietos. Y con una sencillez pasmosa. Una pifia de Jordi Alba deriv¨® en un remate de Swiderski al poste derecho de Unai, atento para repeler el rebote cazado por Lewandowski.
Peor le fue a Unai ya en el segundo tramo. Lewandowski se quit¨® del medio a Laporte como si el central del City fuera un cadete y cabece¨® a la red. Su tercera diana en Mundiales y Eurocopas tras 13 partidos. El fenomenal ariete del Bayern no tiene coro en su selecci¨®n, pero se sobra ante marcajes de monaguillo como el de Laporte, al que le falt¨® hueso, mucho hueso. Lo mismo que a Pau Torres en varios lances.
Al borde de la tiritona, la Roja tuvo socorro en una torpeza de Moder. Su pisot¨®n a Gerard Moreno fue chivado por el VAR y el ¨¢rbitro italiano sancion¨® el penalti. Como presunto verdugo, alguien tan puntual como Gerard, que llevaba 12 penaltis consecutivos anotados. Llegada la gran pasarela internacional, fall¨®. El rechace en el poste derecho del meta polaco se le extravi¨® a Morata con la puerta abierta de par en par. Ni de penalti. No hay manera. Espa?a ha fallado los cuatro ¨²ltimos: dos Sergio Ramos ante Suiza, uno Abel Ruiz frente a Lituania y el subrayado de Gerard Moreno.
No cambi¨® el paisaje con las mudanzas de Luis Enrique. Irrumpieron Ferran, Fabi¨¢n y Sarabia ¡ªsorprendentemente por Gerard, el ¨²nico revoltoso¡ª y apenas dejaron rastro. No encuentra el equipo una percha, un jugador diferencial, alguien que rompa el cascar¨®n. Tampoco quien toque la corneta para un arrebato. Lo mismo da el sector del campo. Las manos blandas de Szczesny en un par de barullos pudieron dar vuelo a una Espa?a que no lo mereci¨®. Le falta un poco de todo. Por ahora, es lo que hay. Y no es mucho. Pero torneos como la Eurocopa tienen picos y curvas. Algunos dan con las teclas por el camino. Otros se quedan en la cuneta sin remedio. Veremos. Toca Eslovaquia el mi¨¦rcoles y un traspi¨¦ ya entonces ser¨¢ terminal. Luis Enrique tiene tajo por delante.
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