Unai Sim¨®n, de un cante a un milagro
El portero de la selecci¨®n se repone del error que cometi¨® en el primer gol croata y termina el duelo convertido en uno de los h¨¦roes espa?oles con dos paradas determinantes
El vitoreado pase¨ªllo de Luka Modric cuando al t¨¦rmino del calentamiento pas¨® por delante del fondo ocupado por los inflamados hinchas croatas corrobor¨® lo que las calles de Copenhague anunciaban. La Espa?a de Luis Enrique se med¨ªa a un grupo de futbolistas que juegan con la bandera en la boca. En la noche y en las horas previas al encuentro no hab¨ªa una terraza en la que no centellearan las cuadr¨ªculas rojas y blancas que componen la bandera de Croacia. ¡°?Luka, Luka!¡±, gritaban los croatas para animar a su icono, al que parte de la letra del himno nacional pareci¨® compuesta para su figura y para la remontada que llev¨® condujo a la pr¨®rroga; ¡°Cuna de viejas glorias/?que seas por siempre afortunada/mientras haya un coraz¨®n vivo que lata!¡±.
Afortunada fue Croacia cuando Unai Sim¨®n no pudo controlar un sencillo pase atr¨¢s de Pedri. Para entonces, Koke y Morata ya hab¨ªan desperdiciado la ocasi¨®n de haber puesto a Espa?a por delante. Sin haber salido de su campo, los internacionales croatas se vieron celebrando un gol. El cl¨¢sico silencio ante una jugada intrascendente como es una simple cesi¨®n a un portero reinaba en el Parken Stadion. El pase de Pedri, por la distancia (44,8 metros, el autogol m¨¢s lejano en una Eurocopa), llevaba una fuerza media. A Unai Sim¨®n le traicion¨® la costumbre de los porteros de no mirar al bal¨®n en ese tipo de situaciones olvidando que detr¨¢s de ellos no hay quien detenga su error. Quiso ejecutar el control y el pase y el botecito previo super¨® al interior de su bota derecha para que la pelota corriera ya sin remedio hacia el gol. ¡°Estamos todos con Unai. Lo importante es rehacerse, porque en el f¨²tbol pasan estas cosas y m¨¢s si pasa algo como lo de Unai. Tiene una mentalidad muy fuerte, es ambicioso, pero tranquilo¡±, reflexion¨® el capit¨¢n, Sergio Busquets, elegido mejor jugador del partido.
De haber sido decisivo en el marcador, el error hubiera colado a Unai Sim¨®n en la historia de la selecci¨®n por la misma puerta por la que entraron Carde?osa con su gol cantado fallado ante Brasil en el Mundial 78, el disparo manso de Platini que se escurri¨® bajo el vientre de Arconada en la final de la Eurocopa 84 o el centro raso que se introdujo Zubizarreta en el Mundial de 1994 contra Nigeria. ¡°Los errores son parte del f¨²tbol y en los porteros se ve m¨¢s. Confiamos en Unai¡±, apostill¨® Mikel Oyarzabal, autor del quinto gol que cerr¨® el marcador.
Al poco del fallo, Croacia filtr¨® un bal¨®n que Unai Sim¨®n barri¨® al borde del ¨¢rea. Luis Enrique lo jale¨®, pu?o en alto, como si de un gol se tratara. ¡°El f¨²tbol es un deporte de aciertos y errores, Unai le ha dado una lecci¨®n a sus compa?eros y a todos los jugadores del f¨²tbol profesional. Nosotros valoramos los intentos, y ¨¦l ha vuelto a jugar con el pie como le pedimos. Tiene mucha personalidad y me alegro mucho por ¨¦l y por su familia¡±, le elogi¨® un euf¨®rico Luis Enrique.
El tanto de Sarabia debi¨® suponer un alivio para el meta del Athletic. Cuando el colegiado se?al¨® el final del primer tiempo, David de Gea esper¨® a su competidor en el centro del campo y le fue dando ¨¢nimos hasta el t¨²nel de vestuarios. En el regreso, el f¨²tbol, a su manera, le concedi¨® una doble revancha al guardameta espa?ol. El segundo gol lo inici¨® ¨¦l en la cl¨¢sica jugada con la que Espa?a trata de atraer a sus rivales. Unai Sim¨®n jug¨® con temple un pase para Laporte que rompi¨® la presi¨®n croata. El central del City lanz¨® a Azpilicueta y este, antes de iniciar una carrera hasta el ¨¢rea contraria para cabecear el 1-2, limpi¨® la jugada hacia el otro costado. Luego, jugar¨ªa un par de balones m¨¢s en similares situaciones de riesgo que reforzaron la teor¨ªa de Luis Enrique de que su personalidad es la que le ha llevado hasta la titularidad. Con una parada con el pie a Gvardiol y otra milagrosa a Budimir en el inicio de la pr¨®rroga. En esta ¨²ltima, hasta hered¨® la condici¨®n de portero milagrero de Iker Casillas. Recompuesto, de h¨¦roe a villano cuando termin¨® el partido, le regal¨® la camiseta a la hinchada espa?ola situada detr¨¢s de un fondo mientras sus compa?eros se lanzaban a por ¨¦l para consagrarle como uno de los h¨¦roes del partido.
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