B¨¦lgica se redime en un gran partido frente a Rumania
Tielemens, nada m¨¢s comenzar, y De Bruyne, marcan para los diablos rojos
Gan¨® B¨¦lgica a Rumania y el grupo se atasca con los cuatro equipos igualados a tres puntos y todo pendiente para la ¨²ltima jornada. En un partido muy vistoso, con la selecci¨®n belga desatada desde el principio para resta?ar las heridas de su derrota frente a Eslovaquia, los diablos rojos tuvieron que esperar casi al final para certificar el triunfo, porque los rumanos, pacatos en la primera mitad, respondieron en la segunda y pudieron empatar.
No hay camiseta en la Eurocopa que refleje tanto el esfuerzo como la de B¨¦lgica. Ser¨¢ por el color, ser¨¢ por el material con la que se confecciona, pero la impresi¨®n es que los jugadores belgas sudan a mares. Juegan contra Rumania, y las de sus rivales parecen reci¨¦n estrenadas, mientras que las suyas, a los cinco minutos ya est¨¢n chorreando. Lukaku parece salir de una sauna; Doku, que es el Nico Williams belga, tambi¨¦n con rastas, tambi¨¦n desbordando una y otra vez por la izquierda, est¨¢ como despu¨¦s de ba?arse en la piscina. Hasta Kevin De Bruyne, el futbolista total, tan cargado de hombros como est¨¦tico en sus movimientos, da la sensaci¨®n de estar jugando en Arabia Saud¨ª, y no bajo los agradables 21 grados de Colonia.
Pero tal vez es que el esfuerzo que reflejan las camisetas es un espejo de lo que sucede en el c¨¦sped, porque los belgas, con toda la familia real en la grada, salen al campo a comerse a Rumania a bocados, desde el primer minuto, y ya antes de cumplirse el segundo, tienen premio en una jugada que inicia De Bruyne, prolonga Doku, puntea Lukaku de espaldas a la porter¨ªa y remata Tielemans a 115 kil¨®metros por hora, y con el bal¨®n dando vueltas a cinco revoluciones por segundo, seg¨²n cuentan sus sensores, para que Nita nada pueda hacer.
Rabiosos, dolidos por la derrota en el arranque, y necesitados de los tres puntos, los diablos belgas aparecieron en el partido con una intensidad inusitada, con cambios en el equipo, sistema diferente y muchas ganas. Tantas, que los rumanos, salvo en la reacci¨®n posterior a la acci¨®n del gol, apenas pudieron responder al infierno atacante de los belgas. Tuvo Dragusin un remate de cabeza dos minutos despu¨¦s, y luego fue un mon¨®logo de B¨¦lgica en la primera parte.
Primero fue Lukaku el que amenaz¨® revolvi¨¦ndose en el ¨¢rea en una ocasi¨®n clara; despu¨¦s De Bruyne protagoniz¨® una conducci¨®n genial, que se la puso a Lukebakio para hacer trabajar a Nit¨¢. El torbellino belga arrasaba a Rumania, que intentaba salir, pero no pod¨ªa. El bal¨®n circulaba siempre cerca del ¨¢rea rumana y a los belgas les falt¨® fortuna en la primera parte para anotar alg¨²n gol m¨¢s.
Pero la segunda mitad, con los dos equipos buscando marcar, se convirti¨® en un espect¨¢culo extraordinario. Un par de errores belgas permitieron que Rumania se acercara con peligro a campo abierto. Despu¨¦s de un error de Onana, Mihaila pudo empatar, pero respondi¨® De Bruyne con dos disparos lejanos que amenazaron la porter¨ªa de Nit¨¢.
Luego lleg¨® al tercer gol anulado a Lukaku en los dos partidos que ha jugado. Se desesperaba el delantero despu¨¦s de una carrera desde medio campo que acab¨® en la red, pero el VAR frustr¨®. Tuvo otra del jugador del Roma, despu¨¦s de otra asistencia de De Bruyne, que no tuvo m¨¢s remedio que ser el encargado de dar la tranquilidad a B¨¦lgica en una acci¨®n en la que hizo de Lukaku, corriendo a por una pelota, que tras el saque largo de Casteels, pein¨® hacia atr¨¢s un defensa rumano.
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