Rangnick y la escuela de Red Bull agitan la Eurocopa
Austria se convierte en la revelaci¨®n del torneo con un juego que recuerda al de un equipo de club, por la complicidad y la coordinaci¨®n de sus futbolistas
Marcel Sabitzer mir¨® al frente impert¨¦rrito, este martes en el estadio Ol¨ªmpico de Berl¨ªn, y dijo: ¡°Agresividad colectiva para presionar el bal¨®n¡±. Le hab¨ªan preguntado por qu¨¦ Austria se ha convertido en el equipo revelaci¨®n de la Eurocopa, l¨ªder del Grupo D por encima de la Francia de Mbapp¨¦, la Holanda de Van Dijk y la Polonia de Lewandowski, y el centrocampista se?al¨® al hombre que ten¨ªa al lado. Ah¨ª estaba Ralf Rangnick, triple instituci¨®n como seleccionador, fundador de la escuela de f¨²tbol de Red Bull, y gran patriarca del gegenpressing, el mecanismo t¨¢ctico que persigue recuperar el bal¨®n inmediatamente despu¨¦s de perderlo, con una maniobra colectiva de asfixia del rival que, si no se organiza bien, puede producir el ahogamiento de quien lo practica, pues despu¨¦s de robar la pelota hay que sacarla del atolladero sana y salva.
¡°Quien apost¨® por nosotros como l¨ªderes del grupo D se habr¨¢ hecho rico¡±, dijo Rangnick, con una sonrisita.
Alemania presume de una amplia n¨®mina de entrenadores innovadores en lo que va de siglo: J¨¹rgen Klopp, Julian Nagelsmann, Thomas T¨¹chel, Hansi Flick y Joachim L?w. Todos tienen algo en com¨²n. Cuando evocan el ¨²ltimo gran mito del origen del juego moderno, pronuncian la palabra gegenpressing como quien nombra un dios al que conviene no contrariar. El consenso se?ala que el inventor fue Rangnick, austr¨ªaco de nacimiento, y el interpelado precisa una fecha: domingo 21 de septiembre de 2008, 17:00 horas, Carl-Benz Stadion de Manheim.
¡°Yo dirig¨ªa al Hoffenheim¡±, cuenta; ¡°acab¨¢bamos de ascender a la Bundesliga y derrotamos al Dortmund por 4-1. En la siguiente jornada, J¨¹rgen Klopp escribi¨® una carta a los aficionados del Dortmund que se public¨® en el programa oficial del club. Dijo: ¡®La forma en que el Hoffenheim nos presion¨® ser¨¢ nuestro punto de referencia¡¯¡±.
Karl Nehammer, el canciller federal de Austria, acudi¨® al vestuario del equipo a cantar con los jugadores despu¨¦s de la victoria por 3-2 ante Pa¨ªses Bajos. Fue una exhibici¨®n de gratitud ante la gesta que consagra a Red Bull, la multinacional de bebidas energ¨¦ticas, como el gran transformador del deporte en el pa¨ªs. Fue el copropietario de la empresa, Dietrich Mateschitz, quien por consejo de Franz Beckenbauer compr¨® el Leipzig y el Salzburgo en 2006, invirti¨® m¨¢s de 200 millones de euros en jugadores e infraestructuras, y contrat¨® a Rangnick para fundar una escuela que funcionase como una cadena de producci¨®n de jugadores. Hoy la espina dorsal de la selecci¨®n est¨¢ b¨¢sicamente integrada por ellos.
Pocas selecciones en el mundo funcionan como equipos de club y no hay pr¨¢cticamente ninguna que est¨¦ m¨¢s ideologizada que Austria. Hasta seis de los jugadores que participaron contra Pa¨ªses Bajos pasaron por el Leipzig, el Salzburgo o su filial, el Liefering: Prass, el lateral derecho; Seiwald, el mediocentro; Schmid, autor del 2-2; Baumgartner, el interior asistente del 3-2; Laimer, volante del Bayern; y Sabitzer, autor del 3-2. Todos son maestros de la presi¨®n tras p¨¦rdida. Todos juegan desde los 17 a?os en categor¨ªas profesionales, porque solo as¨ª son elegibles, y todos fueron promovidos en virtud de una cualidad primordial que sirve tanto para robar la pelota como para conservarla. ¡°El principal criterio de valoraci¨®n es el mental¡±, explica el seleccionador; ¡°¨²nicamente debes medir a los jugadores por las decisiones que toman en los momentos del partido en los que no hay tiempo ni espacio para actuar. Los goles y los regates bonitos pueden confundirte a la hora de juzgar futbolistas¡±.
Sabitzer y sus compa?eros lo demostraron ante los asustados holandeses. Son la revelaci¨®n de la Eurocopa.
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