La Eurocopa desmonta (otra vez) el mito de la eficiencia alemana
Trenes retrasados, atascos, mal servicio de internet¡ Los problemas con las infraestructuras, producto de d¨¦cadas de falta de inversi¨®n, salen a relucir en un evento que mueve a millones de personas cada d¨ªa
Los aficionados extranjeros llevaban d¨ªas quej¨¢ndose en redes sociales, a veces m¨¢s sorprendidos que enfadados: ?C¨®mo puede ser que los trenes alemanes lleguen tarde o se cancelen en plena Eurocopa? ?Por qu¨¦ es tan mala la conexi¨®n a Internet? ?C¨®mo es que no se puede pagar con tarjeta en restaurantes de grandes ciudades?, se le¨ªa en cuentas de ingleses, escoceses, franceses¡
Pero en Alemania no han sido del todo conscientes del desastre organizativo hasta que el director del torneo, el hist¨®rico defensa de la Mannschaft y del Bayern de M¨²nich, Philipp Lahm, lleg¨® tarde al Ucrania-Eslovaquia en D¨¹sseldorf la semana pasada. Su tren iba con retraso. Nada que sorprenda a los sufridos alemanes, acostumbrados ya a que uno de cada tres trenes de larga distancia no respeten su horario (datos de 2023), a perder conexiones y a viajar sentados en los pasillos al no tener asiento asignado.
La llegada de millones de aficionados de toda Europa a un evento que mueve multitudes entre 10 ciudades ha sacado a relucir las carencias de las infraestructuras del pa¨ªs anfitri¨®n. No son solo los trenes de larga distancia; tambi¨¦n ha fallado el transporte p¨²blico local, sobre todo en la cuenca del Ruhr, al oeste del pa¨ªs, donde se concentran la mayor¨ªa de los estadios que acogen los 51 partidos del torneo. La reputaci¨®n de Alemania como un pa¨ªs fiable, eficiente y puntual se ha resentido en cuesti¨®n de d¨ªas, tal vez para siempre.
La Eurocopa ha hecho m¨¢s por desmontar el mito de la eficiencia alemana que a?os de noticias sobre sus problemas, que en buena medida son producto de la falta de inversi¨®n. Lo que ahora presencian estupefactos los hinchas europeos es el resultado del dogma alem¨¢n de la austeridad. Se calcula que alrededor de 5.000 puentes necesitan ser renovados o reconstruidos con urgencia. Carreteras y autopistas acusan las d¨¦cadas de falta de mantenimiento, que se traducen en obras aqu¨ª y all¨¢ para parchear el firme y constantes atascos que ponen de los nervios a los conductores.
Ahora el Estado, limitado por el freno de la deuda, el tope al endeudamiento que recoge la Constituci¨®n alemana, se encuentra con que no sabe de d¨®nde sacar el dinero para poner al d¨ªa las maltrechas redes ferroviaria y viaria. Se calcula que solo los ferrocarriles necesitan 88.000 millones de euros para recuperar el buen servicio que daban hace d¨¦cadas. Har¨¢n falta varias d¨¦cadas m¨¢s para solucionar el problema, alertan las asociaciones de usuarios de transporte p¨²blico.
El pa¨ªs se encuentra tambi¨¦n en plena transformaci¨®n digital. Alemania est¨¢ a la cola de Europa en penetraci¨®n de la fibra ¨®ptica. Las conexiones son lentas y poco fiables. Por eso tambi¨¦n la mala calidad del wifi aparece en las conversaciones cuando se pregunta a aficionados extranjeros por los inconvenientes que se est¨¢n encontrando. ¡°Los retrasos de los trenes alemanes los conocemos; en Austria solemos hacer bromas comparando Deutsche Bahn [la Renfe alemana] con ?BB [el operador austr¨ªaco]¡±, dec¨ªa Michael Gross, llegado desde Linz para pasar varios d¨ªas en casa de un amigo, este jueves en la fan zone de la puerta de Brandeburgo: ¡°El internet lento s¨ª me ha sorprendido. No me lo imaginaba en una ciudad como Berl¨ªn¡±.
La perplejidad que han exhibido muchos hinchas estos d¨ªas demuestra que la leyenda de la Alemania fiable perdura. Medios de influencia global como The New York Times han tenido que desmentir los estereotipos que a¨²n circulan por medio mundo. En Alemania se han hecho virales conexiones de reporteros ingleses que avisaban a los hinchas de que llevaran dinero en efectivo para comer y beber en Gelsenkirchen porque, sorpresa, la mayor¨ªa de bares y restaurantes no aceptan tarjeta.
El mal wifi y el cash only (solo efectivo) pueden ser molestias menores, an¨¦cdotas que contar a la vuelta a modo de chascarrillo, pero los problemas con el transporte s¨ª preocupan a las autoridades porque se ha visto comprometida la seguridad. Solo hay que ver las im¨¢genes de las aglomeraciones en la estaci¨®n del tranv¨ªa del Veltins Arena tras el Ingleterra-Serbia del 16 de junio en Gelsenkirchen.
Para evacuar un estadio de 60.000 espectadores hab¨ªa tranv¨ªas cortos (de tres coches, pese a que el and¨¦n tiene capacidad para el doble) que pasaban cada 15 minutos. ?Falta de previsi¨®n en el pa¨ªs donde sus ciudadanos contratan las vacaciones de un a?o para otro y que fijan citas para tomar caf¨¦ a un mes vista? El incidente ha provocado la queja formal de la Asociaci¨®n de Aficionados al F¨²tbol (FSA) inglesa, que denuncia los ¡°ca¨®ticos fallos en el transporte¡± y la ¡°negligente gesti¨®n¡± de la salida del p¨²blico. La FSA dice estar ¡°consternada¡± por lo que tuvieron que vivir los aficionados, muchos de los cuales esperaron hasta tres horas de madrugada para poder salir del estado encajonados en un puente estrecho sobre la estaci¨®n.
Las autoridades locales pidieron perd¨®n y aseguraron que no se volver¨ªa a repetir. ¡°En el partido de Espa?a la situaci¨®n no fue tan mala. La ciudad ampli¨® el n¨²mero de autobuses para reforzar el servicio de tranv¨ªas¡±, explica Adri¨¢n N¨²?ez, coordinador de la Fans Embassy Spain, una organizaci¨®n de voluntarios que apoya a la hinchada espa?ola dentro del proyecto Football Supporters Europe. ?l mismo pudo salir relativamente r¨¢pido del estadio; tard¨® unos 13 minutos. ¡°Eso s¨ª, luego el tranv¨ªa se detuvo y estuvo 15 minutos parado con los aficionados dentro sin aire acondicionado¡±. Algunos abrieron las puertas y saltaron a la carretera a parar autobuses, relata. Su organizaci¨®n, conocedora de los problemas con los trenes, lleva semanas recomendando ¡°no apurar los viajes si hay conexiones, por ejemplo, para tomar un vuelo¡±.
¡°Estamos hablando con Deutsche Bahn; van a seguir haciendo todo lo posible para que la gente llegue de A a B a tiempo¡±, ha dicho Lahm tras sufrir en sus carnes el p¨¦simo servicio de los trenes alemanes. ¡°No se trata de un problema puntual del torneo. Deber¨ªa haberse solucionado mucho antes¡±, ha lamentado, en referencia a las d¨¦cadas de infrafinanciaci¨®n de las infraestructuras. Al menos en la empresa son conscientes: ¡°Entendemos el descontento y las cr¨ªticas de los aficionados¡±, ha afirmado al diario Bild el jefe de larga distancia de Deutsche Bahn, Michael Peterson, que reconoce que no est¨¢n ofreciendo ¡°la calidad que merecen¡±.
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