Del luto al alivio y todo al rojo
En una semana donde o¨ªmos a tantos personajes p¨²blicos decir estupideces sin ponerse colorados, el h¨¦roe de la Roja ten¨ªa que ser un espa?ol llamado Lamine Yamal
Hace hoy 22 d¨ªas, a las tres de la ma?ana, estaba delante del Carlos Tartiere. Hab¨ªamos perdido la final del playoff contra el Espanyol y regado la pena con sidrina as¨ª que, tras hacer bulto en la plaza de la catedral de Oviedo, donde una orquesta despistada daba un concierto ¨ªntimo sin entender que la ciudad estaba de luto, decidimos ir a recibir al equipo al estadio. ?ramos tres ¡ªuno con camiseta de Onopko, para que sit¨²e...
Hace hoy 22 d¨ªas, a las tres de la ma?ana, estaba delante del Carlos Tartiere. Hab¨ªamos perdido la final del playoff contra el Espanyol y regado la pena con sidrina as¨ª que, tras hacer bulto en la plaza de la catedral de Oviedo, donde una orquesta despistada daba un concierto ¨ªntimo sin entender que la ciudad estaba de luto, decidimos ir a recibir al equipo al estadio. ?ramos tres ¡ªuno con camiseta de Onopko, para que sit¨²en la quinta¡ª, y el plan maestro consist¨ªa en darle unos mimos al equipo y sobre todo, hablar con el entrenador, Luis Carri¨®n. Pensaba que estar¨ªamos pr¨¢cticamente solos y que habr¨ªa oportunidad de un t¨ºte ¨¤ t¨ºte con el m¨ªster para convencerlo de que se quedara. Bajando la rampa iba preparando mi discurso motivador para dej¨¢rsela botando al Grupo Pachuca y que al d¨ªa siguiente solo tuvieran que rematar el acuerdo con los detalles m¨¢s prosaicos del dinero. Cuando llegamos, aquello estaba abarrotado de chavales que pod¨ªan ser nuestros hijos. Baj¨® el autob¨²s por fin con los jugadores, procedente del aeropuerto, y unas 400 personas les cantamos Volveremos. Ah¨ª ya se me cayeron las l¨¢grimas que no salieron cuando el ¨¢rbitro pit¨® el final, ni siquiera cuando llam¨¦ a mi padre para informarle de que segu¨ªamos en Segunda ¡ª¨¦l se pone muy nervioso y no ve los partidos hasta que yo se los cuento¡ª. El caso es que, con el jaleo, no hubo ocasi¨®n de charlar con el entrenador, que, al terminar el partido hab¨ªa prometido: ¡°Trataremos de pasar el duelo juntos y de levantarnos juntos, que es lo que toca¡±.
A las seis y media de la ma?ana de ese lunes, en la estaci¨®n de tren de Oviedo, era f¨¢cil distinguir a los ovetenses que iban a trabajar a Madrid, ajenos al drama, y los oviedistas que regres¨¢bamos de la derrota, que nos reconoc¨ªamos entre nosotros y nos comunic¨¢bamos sin hablar, encogiendo los hombros, salud¨¢ndonos con la barbilla. Y a¨²n nos quedaba lo m¨¢s duro: ver a nuestro entrenador con otra.
El culebr¨®n pas¨® algo desapercibido con la ilusi¨®n de la Roja, todos mirando a la Eurocopa de las despedidas. Seguramente, ni se habr¨¢n dado cuenta de que en esos d¨ªas, #LuisCarrion fue trending topic ¡ªun Principado y una isla tuiteaban mucho y muy deprisa¡ª. En este deporte dram¨¢tico no hace falta siquiera que ruede el bal¨®n para sufrir, pueden partirte el coraz¨®n en un despacho. Confieso que he llevado separaciones en la vida real mucho mejor que esta.
Sin que mis amigos y yo hubi¨¦semos podido intervenir, Carri¨®n se reuni¨® el Lunes de Resaca en el Reconquista (bien elegido para una ¨²ltima cita) con el m¨¢ximo accionista del Oviedo. Sali¨® diciendo que no hab¨ªa tomado ninguna decisi¨®n, pero el lenguaje era de manual de ruptura. Iba a dejarnos. Muri¨® el ¡°nosotros¡± ¡ªya hablaba en tercera persona del plural¡ª y las expresiones elogiosas dejaban poco espacio para la duda: ¡°Son una gente incre¨ªble (¡) es un grupo ganador (¡) les tengo mucho cari?o¡±. Nada bueno ha venido nunca despu¨¦s de un ¡°te tengo mucho cari?o¡±. Aprovecho para pedir perd¨®n desde aqu¨ª a los que en alg¨²n momento oyeron de mi boca esa frase espantosa. Nunca m¨¢is.
Me puse el partido contra Albania, pero fue ver el verde y revivir el momento en el que me hab¨ªan dejado plantada en el altar, que es lo m¨¢s parecido a quedarse a 90 minutos de subir a Primera despu¨¦s de 23 a?os de espera. ?Y si me hab¨ªan estropeado el f¨²tbol para siempre? Prob¨¦, pasados unos minutos, con el Croacia-Italia, a ver si, ausentes los v¨ªnculos emocionales, era m¨¢s llevadero, pero segu¨ªa el drama: Modric fall¨® un penalti y los italianos marcaron en el ¨²ltimo minuto. ?Qu¨¦ estaba pasando en el mundo? Como Dios aprieta, pero no ahoga, Cazorla anunci¨® que jugar¨ªa un a?o m¨¢s con el Oviedo, y me atrev¨ª a ponerme el Espa?a-Alemania de fondo, mirando de refil¨®n. La terapia funcion¨®. El martes me arm¨¦ de valor y vi entera la semifinal contra Francia. Mano de santo. ?C¨®mo no reconciliarse con la cosa m¨¢s importante de las menos importantes viendo a ese chaval con brackets marcar un gol de museo? Fue tan bonito que deber¨ªa guardarse en una vitrina, para que pudi¨¦ramos ir a mirarlo en d¨ªas de baj¨®n. Y no pod¨ªa haberlo marcado ¡°otro¡±, como dej¨® caer, rabiosillo, Manuel Gavilla, portavoz de Vox en Andaluc¨ªa. Ten¨ªa que meterlo el hijo de Mounir y de Sheila; el vecino que ha llenado los balcones de un barrio de Matar¨® (Barcelona) de banderas de Espa?a; el beb¨¦ que el pen¨²ltimo genio, Lionel Messi, ung¨ªa en una ba?era para un calendario solidario de Unicef hace 17 a?os. En una semana donde o¨ªmos a tantos personajes p¨²blicos decir estupideces sin ponerse colorados ¡ª¡°El criminal es la polic¨ªa¡±; ¡°Es simplemente estalinismo¡±; ¡°Vox no va a ser c¨®mplice de las violaciones, robos y machetazos¡±¡ª el h¨¦roe de la Roja, el que aportar¨ªa luz y nos devolver¨ªa el orgullo, ten¨ªa que ser un espa?ol llamado Lamine Yamal.
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