El umbral del dolor en el f¨²tbol
En Primera divisi¨®n, como en la pol¨ªtica, reina el bipartidismo imperfecto. La emoci¨®n y el misterio est¨¢n en sitios m¨¢s peque?os, como A Coru?a
Uno de los verbos m¨¢s utilizados en el f¨²tbol es ¡°sufrir¡±. Los partidos se dividen, b¨¢sicamente, en tres tipos: cuando te hace sufrir el rival, cuando te hace sufrir tu propio equipo y cuando te hace sufrir el ¨¢rbitro, ese hombre testarudo que nunca te da la hora cuando se la pides. Pero igual que hay primera divisi¨®n, segunda, primera federaci¨®n etc... hay tambi¨¦n distintos umbrales de dolor, y en general, este es m¨¢s alto cuanto m¨¢s baja la categor¨ªa. El Deportivo de A Coru?a y su afici¨®n son campeones indiscutibles en esa disciplina: perdieron una liga fallando un penalti en el ¨²ltimo minuto; descendieron cuando nadie hab¨ªa bajado a segunda con la cantidad de puntos que ellos hab¨ªan hecho en 2011 - a dos meses de que empezara el campeonato en la categor¨ªa de plata hab¨ªa colas en Riazor para hacerse socio-, se enfrentaron a un concurso de acreedores... Como en la pel¨ªcula, llevar esa camiseta se convirti¨® en garant¨ªa para padecer Una serie de catastr¨®ficas desdichas.
Los aficionados del Madrid, del Bar?a, del PSG... dir¨¢n que ellos tambi¨¦n sufren, pero no hay color. En el f¨²tbol de los grandes ese umbral del dolor est¨¢ mucho m¨¢s abajo: perder un cl¨¢sico, quedar segundo, no clasificarse para la competici¨®n con otros grandes. Sus presupuestos millonarios funcionan como una suerte de analg¨¦sico: las remontadas son m¨¢s f¨¢ciles, porque una jugada individual de alguno de los mejores jugadores del mundo puede darle la vuelta al partido, y si se pierde una liga, se ganar¨¢ la siguiente, porque, salvando la actual crisis del Bar?a, la primera divisi¨®n funciona como el bipartidismo imperfecto de la pol¨ªtica, son ciclos: esta legislatura gobernar¨¢ el PSOE, tarde o temprano, volver¨¢ a gobernar el PP. Ahora imaginen que el Madrid bajara a segunda y perdiera un partido contra el Bar?a B. Eso le ha pasado al Depor con el filial del Celta, ah¨ª arriba es donde est¨¢ su umbral del dolor.
La gente sana, como los equipos buenos, no es tan consciente de lo importante que es gozar de buena salud. La da por hecho. Pero cuando has estado enfermo y te recuperas, cuando te han expulsado del f¨²tbol profesional y vuelves a jugar con los mayores, la alegr¨ªa se multiplica, vale como tres Champions del Madrid. Eso es lo que explica que en un Deportivo-Bar?a B de Primera Federaci¨®n hubiera 33.000 personas en las gradas y decenas de miles en las calles de A Coru?a. No era el ascenso, era la curaci¨®n.
Germ¨¢n Parre?o, el portero del Depor, se rompi¨® el brazo en ese partido: fractura en el radio izquierdo. Y sigui¨® jugando. ¡°Con la adrenalina ni notaba que estaba roto, aguantaba todo y me daba igual como estuviese. Ten¨ªa dolor y sab¨ªa que hab¨ªa algo, pero quedaba poco. Estoy contento de sumar mi granito de arena y que saliese todo bien¡±, dijo despu¨¦s. Tiene para unas cuantas semanas.
Por si no fuera suficientemente bonito el cuento o ¨¦pica la leyenda, el gol del ascenso lo marc¨® Lucas P¨¦rez, un coru?¨¦s del barrio de Monelos y 35 a?os cumplidos que en 2022 dej¨® el C¨¢diz, descendi¨® dos categor¨ªas, renunci¨® a dos millones de euros y pag¨® la mitad de su traspaso para jugar en el equipo de sus amores y tratar de devolverlo al f¨²tbol profesional. Cuando le preguntaron qu¨¦ locura era esa, respondi¨®: ¡°Vengo a ayudar¡±.
Dec¨ªa el Atleti, a prop¨®sito de alguna de esas peque?as heridas que sufren los grandes: ¡°No lo pueden entender¡±. Y efectivamente, para el com¨²n de los mortales, es decir, para los forofos del Madrid o del Bar?a o los adalides de la Superliga quiz¨¢ es dif¨ªcil comprender que el f¨²tbol es un juego en el que un pueblo juega contra otro pueblo y t¨² vas a muerte con el tuyo, est¨¦ en la categor¨ªa que est¨¦. Uno de los jugadores m¨¢s queridos en A Coru?a es Djukic, el defensa que en 1994 fall¨® el penalti que val¨ªa una Liga. La parte m¨¢s intensa del amor es el misterio, lo que no se puede explicar. Y si no, preg¨²ntenle a Lionel Scaloni, nieto de las meigas, por qu¨¦ el d¨ªa que gan¨® el Mundial de f¨²tbol dirigiendo al equipo de uno de los mejores jugadores de todos los tiempos, la foto que presid¨ªa su perfil en redes sociales era, precisamente, de Riazor.
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