Luis de la Fuente, el anti divo que acab¨® por seducir al planeta f¨²tbol
El seleccionador llev¨® a Espa?a a un triunfo memorable en la Eurocopa desde una figura muy alejada de los par¨¢metros de la industria: un tipo amable y emp¨¢tico, devoto cat¨®lico y taurino
El apego de Luis de la Fuente (Haro; 63 a?os) por el n¨²mero 13 result¨® de un proceso similar al que ha seguido para dar la vuelta a las cr¨ªticas, para convencer a los suspicaces, para ganar a su manera la cuarta Eurocopa de la historia de Espa?a y seducir al planeta f¨²tbol a partir de unos rasgos que parec¨ªan dise?ados para un mundo muy alejado del brillo de esta industria.
El 8 de marzo de 1981, con 19 a?os, estaba sentado en el banquillo visitante del estadio Luis Casanova de Valencia cuando se lesion¨® Argote, el extremo izquierdo del Athletic. De la Fuente, que todav¨ªa no hab¨ªa tenido su estreno liguero con el primer equipo, era lateral izquierdo, pero I?aki S¨¢ez, que m¨¢s tarde entren¨® a la sub 21 y a la absoluta (como ¨¦l luego), decidi¨® darle una oportunidad y meterlo al campo: ¡°Adem¨¢s de los nervios l¨®gicos de su debut en un partido de Liga, tuvo el h¨¢ndicap de saltar al terreno de juego en fr¨ªo y en un puesto inesperado, que no desconocido¡±, escribi¨® el cronista de El Correo. Entr¨® con el n¨²mero 13. Era el minuto 13 de la segunda parte. Malos presagios para cualquier aprensivo que se encontrara as¨ª, desubicado en el campo y en su primera vez. No para ¨¦l. Termin¨® jugando 13 temporadas en Primera en las que gan¨® dos Ligas, una Copa y una Supercopa con el Athletic.
Despu¨¦s fue encontr¨¢ndose con m¨¢s cosas positivas asociadas al 13: goles en ese minuto, acontecimientos personales dichosos en ese d¨ªa. Esa capacidad de determinar qu¨¦ significan para ¨¦l cuestiones que el resto de la gente interpreta de manera m¨¢s cuestionable ha resultado fundamental para que el seleccionador espa?ol haya llegado hasta el momento de gloria del domingo por la noche en el Ol¨ªmpico de Berl¨ªn y, sobre todo, que lo haya hecho a su manera, despu¨¦s de que el pron¨®stico general fuera que le iba a costar incluso llegar a Alemania en el banquillo.
Ya con el t¨ªtulo, evit¨® pasar facturas: ¡°Ahora lo f¨¢cil ser¨ªa, en un gesto de debilidad, mostrar alg¨²n reproche. No lo voy a hacer. Y si alguno tiene que revisar alg¨²n comentario, ah¨ª tiene las hemerotecas¡±.
Su figura no puede resultar m¨¢s contracultural en un mundo del f¨²tbol altivo y de dise?o: taurino acentuado desde que jug¨® en el Sevilla, cat¨®lico fervoroso y fan de Julio Iglesias. Despu¨¦s de ganar a Alemania en cuartos de final en la pr¨®rroga en Stuttgart, cuando llegaron al hotel de concentraci¨®n pasada la medianoche, subi¨® a su habitaci¨®n a descansar. Pero le avisaron de que se hab¨ªa juntado en el bar un pu?ado de miembros de la delegaci¨®n. Baj¨® y termin¨® cantando en el karaoke. Julio, por supuesto.
Es disfrut¨®n. Y bromista incontinente. Incluso la v¨ªspera de la final, cuando iba de entrevista en entrevista en el Ol¨ªmpico sin poder evitar soltar alguna rima socarrona. El hombre a veces agarrotado que aparece en las comparecencias p¨²blicas ante la prensa tiene poco que ver con el tipo cari?oso y siempre dispuesto a una carcajada de las distancias cortas. Uno de los miembros del equipo de seguridad que vigilaba las instalaciones del SV Aasen donde entrenaban, se pas¨® el mes de trabajo con una fotograf¨ªa firmada del seleccionador colgada del cuello en el pl¨¢stico de la acreditaci¨®n. De la Fuente fue el que m¨¢s tiempo dedic¨® a pararse con todos los que trabajaban all¨ª.
Tambi¨¦n ha progresado en p¨²blico. A medida que avanzaba el torneo e iba dejando a su paso un reguero de campeones del mundo ¡ªItalia, Alemania, Francia e Inglaterra¡ª, ha ido ganado aplomo, siempre bajo la vigilancia del psic¨®logo, Javier L¨®pez Vallejo, que mientras habla ocupa un puesto entre la tropa period¨ªstica. ¡°Intento darle el equilibrio emocional necesario para que tome las mejores decisiones y que se arrepienta lo menos posible¡±, explic¨® en este peri¨®dico.
De la Fuente se estren¨® tras su primera lista con una tensa rueda de prensa en la que se enfrent¨® a una decena de preguntas sobre por qu¨¦ no hab¨ªa incluido a Sergio Ramos. Despu¨¦s de su segundo partido, una derrota por 2-0 contra Escocia, tambi¨¦n se le vio descolocado y expuesto al fuego de los ataques. El martes pasado, despu¨¦s de eliminar a Francia en semifinales, se refiri¨® de alg¨²n modo al espinoso trayecto que hab¨ªa recorrido hasta reivindicarse esa noche en M¨²nich: ¡°Acepto las cr¨ªticas. Siempre las he aceptado, y creo que adem¨¢s soy un experto en asimilarlas¡±.
Varias personas que le han tratado muy de su cerca, desde su ¨¦poca de futbolista hasta ahora, aseguran que tiene una convicci¨®n de titanio resistente a toda fricci¨®n. En parte, ¨¦l lo atribuye a su catolicismo: ¡°Soy un hombre de fe, creyente fervoroso. De mucha fe¡±, cont¨® al poco de llegar al banquillo de la selecci¨®n. ¡°A m¨ª me viene bien. Me da mucha fortaleza a la hora de tomar decisiones tambi¨¦n con cierta iluminaci¨®n, con el apoyo de Dios¡±. Los d¨ªas de partido su amigo Justo, de la cuadrilla, pone una vela a la Virgen de la Vega de Haro, toma una foto o un v¨ªdeo y se lo env¨ªa.
Durante su estancia en Donaueschingen no ha podido ir a misa como es habitual en ¨¦l, pero s¨ª ha rezado a diario y ha mantenido otras rutinas que contribuyen a esa fortificaci¨®n mental. No perdonaba el aperitivo diario al final de la ma?ana con su staff, todos ellos reclutados en la estructura federativa. Tampoco su hora de entrenamiento en el gimnasio, muy temprano por la ma?ana: madruga mucho porque apenas duerme cuatro horas. Ese momento moviendo pesos, adem¨¢s de mantenerle fuerte y definido, le proporciona un espacio bastante ¨ªntimo de introspecci¨®n que considera fundamental para el equilibrio de su cabeza.
El trayecto, como en su enamoramiento del 13, le ha fortalecido: ¡°Dir¨¦is ¡®qu¨¦ soso este hombre¡¯. No. Tengo las cosas claras desde hace mucho tiempo. Soy un gladiador. Yo vengo de la tierra, del circo, de estar ah¨ª peleando¡±, record¨® el d¨ªa antes de la final. ¡°Estoy feliz. Yo solo me quedo con lo bueno. No tengo tiempo de acumular cosas negativas en mi vida. Solo recuerdo los pasajes buenos¡±.
Aunque s¨ª ha recordado que todo lo que dijo cuando lo nombraron era cierto y no una pose para alejarse del estilo de Luis Enrique, el t¨¦cnico saliente: ¡°Conozco muy bien a los futbolistas y solo necesit¨¢bamos tiempo para poner en pr¨¢ctica todo lo que estamos mostrando ahora¡±, dijo el d¨ªa antes de la final. Fue una vuelta a los argumentos con los que se defendi¨® cuando le nombraron del cuestionamiento de quien le reprochaba no tener experiencia en el banquillo de un gran club, aunque llevaba m¨¢s de una d¨¦cada en las selecciones inferiores: ¡°Nadie conoce el presente y el futuro del f¨²tbol espa?ol mejor que yo¡±. Y as¨ª era, como record¨® Rodri el domingo: ¡°La mentalidad del equipo es algo que se cultiva. Muchos fuimos campeones de la sub 19, la sub 21... El m¨ªster sab¨ªa lo que hac¨ªa¡±.
Tambi¨¦n su idea de juego era como anunci¨®. Dijo que pretend¨ªa ser m¨¢s vertical y ha seducido al mundo con un torneo inolvidable. Espa?a empez¨® la Eurocopa en Berl¨ªn, donde la termin¨®. El d¨ªa antes de aquel partido contra Croacia, le preguntaron por De la Fuente a Gvardiol, compa?ero de Rodri en el City. ¡°?Qui¨¦n?¡±, respondi¨® desconcertado. Sucedi¨® el 14 de junio, pero bien podr¨ªa haber sido el 13.
El 14 de julio, ya campe¨®n, comenz¨® a recibir racimos de mensajes. Tardar¨¢ en contestar. Se toma su tiempo para escribir algo ¨²nico a cada persona.
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