El Aston Martin de Fernando Alonso combina el m¨²sculo de Mercedes y la delicadeza de Red Bull
El podio del asturiano en Bar¨¦in reafirma el empaque del b¨®lido verde y desata las insinuaciones de plagio del equipo campe¨®n
Si tenemos en cuenta las expectativas generadas y el rendimiento demostrado hasta el momento por el AMR23, en solo dos meses Aston Martin le ha pegado un bocado de m¨¢s de un a?o a la hoja de ruta que hab¨ªa planificado en su intenci¨®n de culebrear hacia la zona noble de la tabla, la parte alta, desde la s¨¦ptima plaza que ocup¨® la temporada pasada en la estad¨ªstica reservada a los constructores. Las previsiones m¨¢s optimistas, esas que se le transmitieron a Fernando Alonso durante aquel fren¨¦tico Gran Premio de Hungr¨ªa de julio que termin¨® con el anuncio de su incorporaci¨®n con vistas a 2023, contemplaban que la escuder¨ªa brit¨¢nica fuera capaz, con suerte, de asomar el morro por las median¨ªas de la parrilla.
All¨ª iba a darse cera con McLaren y Alpine, dos equipos con una inercia mucho m¨¢s positiva y que te¨®ricamente miraban para arriba. Los acontecimientos que se precipitaron el domingo en Bar¨¦in, la primera parada del calendario, y que devolvieron a Alonso al podio (el 99? de su palmar¨¦s) dos a?os despu¨¦s de la ¨²ltima vez y cuando el asturiano circula embalado hacia su 42 cumplea?os (en julio), confirman que incluso en un certamen tan tecnol¨®gicamente controlado como el Mundial de F¨®rmula 1 existen rendijas por las que se cuelan las f¨¢bulas m¨¢s insospechadas.
Los 38 segundos de margen que Max Verstappen le meti¨® al monoplaza del ovetense, el primer no Red Bull en cruzar la meta, vaticinan otro paseo triunfal de la marca energ¨¦tica, que part¨ªa del prototipo m¨¢s eficaz del curso pasado ¨D17 victorias de 21 posibles¡ª y que ha subido la apuesta mejor¨¢ndolo todav¨ªa un poco m¨¢s. No obstante, detr¨¢s de la estructura de Milton Keynes (Reino Unido) puede pasar cualquier cosa, y es en ese hueco donde actualmente se ha colocado Aston Martin, que en Bar¨¦in celebr¨® por todo lo alto el segundo podio de su historia. Y no precisamente por circunstancias puntuales, como podr¨ªa ser el abandono de Charles Leclerc cuando rodaba el tercero, por culpa de una aver¨ªa que dej¨® frito el propulsor de su Ferrari. El alt¨ªsimo ¨ªndice de degradaci¨®n de los neum¨¢ticos cuando los calza el SF-23, y el mimo con el que los trata el b¨®lido verde, llevan a pensar que Alonso perfectamente habr¨ªa sido capaz de zamparse los 11 segundos que lo separaban del monegasco cuando este se qued¨® tirado 15 vueltas antes del final.
Mercedes tiene un problema conceptual muy gordo con el dise?o de su W14, una evidencia que arrastra desde el ejercicio anterior y que puede obligar al fabricante de la estrella a hacer borr¨®n y cuenta nueva, pero respetando siempre las limitaciones presupuestarias vigentes. De hecho, este es el primer arranque de campeonato desde la entrada en escena de la era h¨ªbrida (2014) en que el gigante de Stuttgart ve c¨®mo uno de sus clientes se encarama al podio antes de que lo haga uno de sus pilotos oficiales. Ferrari, a su vez, no parece haber resuelto la falta de fiabilidad ni el maltrato a las gomas que tanto lo lastraron en 2022. Aston Martin aplaude lo uno y lo otro despu¨¦s de haber proyectado un coche que re¨²ne el m¨²sculo y la solvencia del propulsor Mercedes, y la sutileza en el manejo de los compuestos que le confiere su perfil aerodin¨¢mico, el punto fuerte del Red Bull. La combinaci¨®n no es extra?a si tenemos en cuenta que dos de las piezas clave del proyecto liderado por Lawrence Stroll son los ingenieros Dan Fallows y Eric Blandin. El primero aterriz¨® en abril del a?o pasado despu¨¦s de que el magnate canadiense lo liberara a golpe de chequera del purgatorio al que lo mand¨® Red Bull, al enterarse de su compromiso con Aston Martin. El segundo se incorpor¨® unos meses antes despu¨¦s de haber afilado las Flechas de Plata desde 2011.
Desde que el AMR23 comenz¨® a dar pistas de sus prestaciones, los ejecutivos de la escuder¨ªa campeona iniciaron una campa?a basada en acusaciones de plagio, se?alando directamente a Fallows. Helmut Marko, uno de los responsables deportivos de Red Bull, lleg¨® a insinuar que el ingeniero pod¨ªa haber abandonado su antiguo trabajo con documentaci¨®n espec¨ªfica. Christian Horner, el director, prefiri¨® tirar de iron¨ªa. ¡°Estuvo bien ver que nuestro antiguo coche va tan bien¡±, coment¨® cuando le preguntaron por el tercer puesto de Alonso. El mexicano Checo P¨¦rez, por su parte, tambi¨¦n fue sarc¨¢stico el domingo en la rueda de prensa posterior al Gran Premio de Bar¨¦in, en el que fue segundo: ¡°Es bueno ver a tres Red Bull en el podio¡±.
Un Alonso de r¨¦cord
Al c¨²mulo de talentos de la tropa de Silverstone se suma un animal competitivo como Alonso, que se ha pasado los ¨²ltimos tiempos carcomi¨¦ndose, frustrado por no disponer del material necesario para expresar el potencial que a¨²n esconden sus manos. Este podio le llega al espa?ol 380 grandes premios despu¨¦s del primero que firm¨®, en 2003 en Malasia y con Renault, y le permite establecer un r¨¦cord que supera la plusmarca anterior (347 citas), con la firma de Michael Schumacher. Adem¨¢s, tambi¨¦n lo convierte en uno de los cinco corredores de siempre que han sido capaces de subirse al caj¨®n enfundado en cinco monos distintos.
¡°Tener a Fernando es como disponer de un ingeniero extra; uno muy bueno y con mucha experiencia. No hay una palabra que salga de su boca que no aporte algo¡±, lo piropea Tom McCullough, el director de rendimiento de Aston Martin, en unas declaraciones de hace unos d¨ªas, recogidas por Autosport. El ingeniero es una pieza clave para poder llegar a interpretar la descomunal metamorfosis del equipo, que en un invierno ha pasado de arrastrarse por las catacumbas de la parrilla, a erigirse en una de las referencias.
¡°El ritmo de los Aston es preocupante¡±, reconoci¨® Carlos Sainz al concluir la prueba, el cuarto. El madrile?o conf¨ªa en que el elevad¨ªsimo nivel de abrasi¨®n del asfalto que reboza el circuito de Sakhir agravara la severidad con la que su Ferrari coci¨® los neum¨¢ticos. ¡°Est¨¢ claro que tanto el Aston Martin como el Red Bull, por alguna raz¨®n, destrozan menos las gomas que nosotros y Mercedes. Es algo que debemos analizar para ver qu¨¦ podemos hacer¡±, a?ade el corredor de la Scuderia.
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