Verstappen da la cara por Red Bull

Una vez que ha quedado claro que ning¨²n rival es capaz de poner en peligro la supremac¨ªa actual de Red Bull en el Mundial de F¨®rmula 1, la escuder¨ªa energ¨¦tica ha puesto en marcha un proceso de autodestrucci¨®n desde sus propias entra?as, o m¨¢s bien desde el interior de su garaje. La formaci¨®n que ha encadenado los tres ¨²ltimos t¨ªtulos con Max Verstappen en su versi¨®n m¨¢s estelar hace lo posible por abstraerse del cataclismo que se ve venir desde hace d¨ªas tras el despido de una empleada que acus¨® a Christian Horner, el director y CEO de la divisi¨®n de F1 de la compa?¨ªa, de acoso. Ese terremoto, muy probablemente, estalle antes de la siguiente cita, en Australia, dentro de dos semanas. No es f¨¢cil calibrar en este momento qu¨¦ escala tendr¨¢, pero ni siquiera se puede descartar que sus consecuencias puedan derivar incluso en una eventual salida de Verstappen antes de que su contrato expire en 2028.

El holand¨¦s sigue demostrando que es una bestia competitiva de un nivel superior. Alguien con la capacidad de encapsular las malas vibraciones que se respiran en el garaje que su escuder¨ªa ha instalado este fin de semana en el circuito de Yedda, y dejarlas all¨ª dentro, con todo el mal rollo, mientras ¨¦l sale a la pista y se pone a m¨¢s de 300 por hora subido a un monoplaza ensamblado por esos mismos t¨¦cnicos y mec¨¢nicos que tampoco saben muy bien c¨®mo acabar¨¢ la cosa.

En Arabia Saud¨ª, Mad Max dio m¨¢s cuerda a la inercia con la que lleg¨® de Bar¨¦in, la cita que abri¨® el calendario, y celebr¨® su segunda victoria de un curso que promete mucha m¨¢s emoci¨®n por lo que suceda en el paddock, la trastienda, que en el asfalto. Checo P¨¦rez firm¨® el segundo doblete consecutivo para la marca del b¨²falo rojo, mientras que Charles Leclerc se subi¨® al tercer escal¨®n del podio. Fernando Alonso cruz¨® la meta el quinto, a la vez que Oliver Bearman, el joven que sustituy¨® a Carlos Sainz despu¨¦s de que el madrile?o se tuviera que retirar para ser operado de apendicitis, lo hizo el s¨¦ptimo. Este resultado reconfirma la supremac¨ªa del RB20, sobre todo en manos de Verstappen, y deja un panorama deportivo muy similar al de las dos ¨²ltimas temporadas. De forma indirecta, esa misma dominancia legitima que los aficionados busquen otros focos de atenci¨®n. Nada mejor que un culebr¨®n como el que Red Bull ha ofrecido en el ¨²ltimo mes y medio, con una trama que perfectamente podr¨ªan haber escrito los guionistas de Succession, la aclamada serie que narra las trifulcas por el poder en el seno de una de las familias m¨¢s ricas de Estados Unidos. En el caso que nos ocupa, la disputa ser¨ªa por el trono que dej¨® vacante Dietrich Mateschitz, el cofundador del gigante de bebidas energ¨¦ticas m¨¢s famosa del mundo, cuando falleci¨®, a finales de octubre de 2022.

Los acontecimientos recientes plantean un tablero con dos bandos claramente definidos. En un lado estar¨ªa Horner, protagonista del arranque de este campeonato, al haber sido objeto de una investigaci¨®n interna por parte de su propia estructura, a ra¨ªz de las acusaciones de comportamiento inadecuado vertidas sobre ¨¦l por parte de una empleada. En el bando opuesto estar¨ªa el veterano expiloto Helmut Marko, primer consejero de Mateschitz y una de las figuras con m¨¢s peso dentro del organigrama de Red Bull, al menos hasta la muerte de su colega. A pesar de intentar proyectar una imagen de normalidad, las ofensivas cruzadas han hecho que ese pulso que mantienen por coger las riendas de Red Bull haya derivado en unos niveles de tensi¨®n que deben liberarse. Sin embargo, a¨²n no est¨¢ claro cu¨¢l ser¨¢ el flanco que se impondr¨¢, ni tan siquiera si alguno de ellos lo har¨¢.

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