El PSG de Luis Enrique sale de la crisis gracias al Dortmund
El equipo franc¨¦s se pone por delante (2-0) del imponente Grupo F tras el empate (0-0) del Newcastle y el Milan en San Siro
El efervescente Grupo F de la Champions, probablemente el cuarteto de equipos m¨¢s poderoso de la competici¨®n, comenz¨® a dirimir su destino igual en San Siro que en el Parque de los Pr¨ªncipes. Al sur, como al norte, los visitantes acudieron a la primera cita europea del curso formados como bueyes almizcleros, api?ados, paletilla con paletilla en 100 metros cuadrados para defenderse del ataque de los lobos. Frente al Milan de Giroud y Leao, el Newcastle sali¨® airoso de San Siro (0-0). Menos suerte corri¨® el reba?o del Dortmund, rendido por Mbapp¨¦, Demb¨¦l¨¦ y las artes de Vitinha (2-0).
El desenlace de la jornada fue un alivio para Luis Enrique. El t¨¦cnico espa?ol atravesaba horas cr¨ªticas. La derrota ante el Niza (2-3) el viernes pasado, pon¨ªa en cuesti¨®n el fundamento mismo de un proyecto radicalmente distinto al que caracteriz¨® al club parisino en la ¨²ltima d¨¦cada. Sin Neymar, sin Messi, sin Verratti, sin Ramos, y con Mbapp¨¦ gravemente cuestionado, el equipo se asomaba a lo desconocido. Tard¨® en ver la luz. Casi una hora. La fisura se abri¨® por la derecha, gracias a una incursi¨®n de Demb¨¦l¨¦.
Demb¨¦l¨¦ rompi¨® por afuera y a su centro violento replic¨® Mbapp¨¦ con un remate sublime. A un toque, ajustando los apoyos para girarse sin dar tiempo al defensa a reaccionar, no encontr¨® porter¨ªa, pero forz¨® al pesado S¨¹le a un cambio de direcci¨®n tan imprevisto que cay¨® a tierra. En la trayectoria de su desplome, la pelota le peg¨® en la mano y el ¨¢rbitro, Gil Manzano, decret¨® penalti. La segunda parte hab¨ªa comenzado hac¨ªa unos minutos. Fue el primer disparo del PSG entre los tres palos y fue el 1-0. Un tanto que descomprimi¨® la caldera del Parque de los Pr¨ªncipes y liber¨® a los futbolistas del cuadro local, abrumados tras un inicio de temporada vacilante. Ven¨ªan de ganar apenas dos partidos de cinco en la Ligue 1. Una miseria para el club m¨¢s rico de Francia.
El Dortmund se present¨® en Par¨ªs en su versi¨®n m¨¢s conservadora. Edin Terzic, el t¨¦cnico de la casa, proverbial prudente, se conoce tanto a s¨ª mismo que suele inhibirse ante la m¨¢s m¨ªnima amenaza. La sola presencia de Mbapp¨¦ y Demb¨¦l¨¦ le empuj¨® a transformar lo que ven¨ªa practicando este verano para jugar con cinco defensas, la soluci¨®n de rigor cuando se trata de proteger a Hummels. En realidad, desde su regreso al Ruhr, despedido por el Bayern, el decadente central alem¨¢n condiciona la construcci¨®n del equipo. Hummels se mostr¨® tan r¨ªgido y lento que este martes precis¨® que Can, S¨¹le y Schlotterbeck le cubrieran los cuatro costados. Schlotterbeck dio una exhibici¨®n. Pero el Dortmund se repleg¨® tanto que no hubo manera. Deformada su estructura contra la naturaleza de la mayor¨ªa de sus buenos jugadores, el equipo alem¨¢n se dobl¨® ante el PSG. Al frente de los hostigadores destac¨® Vitinha.
Vitinha ubicuo
El peque?o portugu¨¦s circul¨® por todo el campo con af¨¢n participativo. Fue l¨ªder de la presi¨®n y gobernador de la distribuci¨®n en el ¨²ltimo tercio del campo, donde se trillan los buenos de los excelentes. Vitinha fue el m¨¢s suelto de un grupo de jugadores evidentemente nerviosos ante una hinchada impaciente. All¨ª donde los dem¨¢s se lo pensaban dos veces, como Ugarte, o donde se obcecaban en trasladar, como Za?re-Emery, ¨¦l acud¨ªa a pedir la pelota y la pasaba puntual y sereno. Por el camino mand¨® un bal¨®n al palo y se invent¨® un tirazo desde fuera, que habr¨ªa ido a la red si Wolf no lo desviaba. A su alrededor el PSG se fue asentando con y sin la pelota. Porque el equipo de Luis Enrique se sacudi¨® los nervios a fuerza de una defensa tenaz y ordenada en campo adversario. La presi¨®n fue abrumadora.
Sin la honra y sin el bal¨®n, el Dortmund comprob¨® muy pronto que su fortificaci¨®n no resistir¨ªa. Al volver del descanso, de forma un poco accidental, el PSG dio el primer golpe. Terzic no hab¨ªa reaccionado al 1-0 cuando Vitinha puso el ¨²ltimo clavo en el ata¨²d del conjunto visitante. Su doble pared on Hakimi entre las piernas de Hummels y Can, desparramados, concluy¨® con una definici¨®n sutil del marroqu¨ª. Previa pausa ante el portero Kobel.
El 2-0 encarril¨® al PSG hacia la clasificaci¨®n del Grupo F, probablemente el m¨¢s competido de la primera fase. Lo que rest¨® al partido fue una sucesi¨®n de galopadas de Mbapp¨¦ culminadas con la mira torcida ante una hinchada agradecida que ya parece haber olvidado sus veleidades estivales.
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