El primer objetivo de Vinicius fue convertirse en un jugador homologable para el Madrid, una tarea que le llev¨® tres a?os entre la mofa general y la mirada desconfiada de Zidane y Benzema. Despu¨¦s, la temporada pasada, tuvo que liderar ¡ªa menudo en solitario¡ª el ataque blanco, independizado ya de un Karim declinante y m¨¢s misterioso que nunca. Y cuando el equipo se hab¨ªa entregado a su banda izquierda, el cambio de dibujo de Carlo Ancelotti para adaptarse a la plantilla que le qued¨® y sacar el zumo goleador de Bellingham, abri¨® un nuevo escenario para el brasile?o. Es su tercera misi¨®n, descifrar los vericuetos de un esquema que le empuja a ir m¨¢s por dentro sin perder la especialidad de centrifugar rivales por la orilla.

La escasez de piezas ofensivas deja poco margen de error en esta operaci¨®n de hilo fino que el Madrid casi no ha probado con fuego real debido a la ausencia durante un mes por lesi¨®n del extremo. Regres¨® hace una semana y lo m¨¢s importante desde entonces ha sido que no recayera. Contra Las Palmas, Carletto le recrimin¨®, seg¨²n sus palabras, que forzara en dos o tres carreras, y ante el Girona cambi¨® ligeramente la posici¨®n de Bellingham para liberarlo de mucho trabajo defensivo. En la caldera de N¨¢poles (20.45, Movistar Liga de Campeones), el nivel de exigencia sube. A su vuelta a Madrid, el jueves declarar¨¢ por videoconferencia por los insultos racistas recibidos en Mestalla la pasada campa?a.

Las palabras que el t¨¦cnico italiano ha ido dejando desde la pretemporada sobre esta cuesti¨®n hablan de la necesidad de encontrar un equilibrio entre explorar nuevas v¨ªas en el despliegue del brasile?o para tratar de rascar m¨¢s goles y no diluir sus puntos fuertes. Hace siete d¨ªas, el t¨¦cnico italiano habl¨® sobre este encaje y, de paso, aprovech¨® el viaje para reivindicarse frente a sus colegas m¨¢s j¨®venes. ¡°El error de los entrenadores de la nueva generaci¨®n es que dan demasiada informaci¨®n del juego con bal¨®n y de la posici¨®n de los futbolistas¡±, asegur¨®. ¡°Yo soy de la vieja generaci¨®n y eso quita creatividad. En el posicionamiento sin bal¨®n, hay que dar mucha informaci¨®n. Pero con bal¨®n, si Vinicius y Rodrygo se sienten c¨®modos abri¨¦ndose un poco m¨¢s, yo ah¨ª no entro¡±, desarroll¨®.

El ejemplo de Inzaghi

Un mensaje que se ha ido mezclando en los ¨²ltimos tres meses con una especie de cortejo para hacer ver al brasile?o que, m¨¢s all¨¢ de la libertad que le concede, se le abren otros horizontes con el nuevo dibujo. Y nada m¨¢s estimulante para el ego de un atacante que decirle que puede meter m¨¢s goles. ¡°?l tiene la calidad e inteligencia para decidir d¨®nde ponerse. Dicho esto, m¨¢s por dentro es m¨¢s f¨¢cil tener oportunidades¡±, introdujo el entrenador blanco un d¨ªa antes de la lesi¨®n de Vigo. ¡°Significa que puedes marcar a un toque. Por fuera, es imposible. Yo ten¨ªa un jugador que meti¨® 300 y 200 fueron a un toque. No pod¨ªa ser un extremo. Fue Inzaghi. No digo que Vinicius tenga sus caracter¨ªsticas, pero debe aprender c¨®mo moverse en el centro del ¨¢rea. Y lo har¨¢¡±, anunci¨®.

El asunto, una constante en las explicaciones de Ancelotti, se presenta como otra derivada de la ausencia de un relevo de talla mundial para Benzema. Con este agujero, todos los movimientos en ataque han ido destinados a escarbar en la pizarra para intentar compensar los goles que se marcharon. El de Reggiolo vari¨® el esquema para adaptarse a las caracter¨ªsticas de Bellingham, y eso ha provocado una nueva misi¨®n para Vinicius. Conservar el regate por banda y aumentar la amenaza por dentro.

No le sobran nombres en ataque al Madrid y necesita que todos le den al molinillo. Bellingham besa el santo desde el primer d¨ªa y ahora se aguarda a los dos brasile?os. A la espera de testar el asunto Vini, en el vestuario del equipo esperan tambi¨¦n que el regreso del extremo ayude a desempolvar a Rodrygo, seco ante el gol desde el estreno liguero. El sobremarcaje que recibe ha solido despejarle el prado a su compatriota.

Los dos pertenecen a la misma camada brasile?a, aunque sus or¨ªgenes son distintos. El padre de Rodrygo fue futbolista de Segunda en su pa¨ªs, mientras que Vini creci¨® en una favela de R¨ªo, un lugar que le endureci¨® la piel para resistir en sus complicados inicios en Madrid. Superadas las dos primeras misiones a prueba de car¨¢cter, la tercera, m¨¢s sutil que las anteriores, apela a la inteligencia futbol¨ªstica m¨¢s que a la emocional.

Carletto regresa a la ciudad donde el ¡®feeling¡¯ se rompi¨®

Apareci¨® Carlo Ancelotti en la sala de prensa del Diego Armando Maradona, con forma de auditorio, y se escucharon algunas palmas entre los asistentes locales. La ¨²ltima vez que se sent¨® en la misma silla, como entrenador del N¨¢poles, fue el 10 de diciembre de 2019, tras derrotar 4-0 al Genk en Champions, una goleada que no le libr¨® del despido, arrastrado por la crisis institucional que sufr¨ªa la entidad, a cuenta de un enfrentamiento entre el vestuario y la dirigencia que desemboc¨® en un mot¨ªn. Hab¨ªa fichado una temporada y media antes. ¡°Como he dicho otras veces¡±, puntualiz¨® este lunes, ¡°cuando no hay feeling entre un entrenador y un club, lo mejor es parar¡±.

La casualidad ha querido, adem¨¢s, que el hotel donde ahora se aloja el Madrid sea el mismo en el que el presidente del N¨¢poles, Aurelio de Laurentiis, le comunic¨® su despido en 2019. Su sustituto fue Gennaro Gattuso, al que curiosamente De Laurentiis hab¨ªa conocido en el 60 cumplea?os de Ancelotti, seg¨²n public¨® La Gazzetta dello Sport. Aquella contrataci¨®n termin¨® rompiendo la relaci¨®n entre Carletto y Gattuso, unidos desde su ¨¦poca en el Milan como t¨¦cnico y jugador. ¡°Hubo momentos buenos y malos [en el N¨¢poles]. Yo me quedo con los buenos¡±, zanj¨® este lunes Ancelotti.

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