Griezmann y el Atl¨¦tico no perdonan una migaja
Un error de Iv¨¢n Villar, que acaba en penalti y expulsi¨®n, propicia la victoria de los rojiblancos ante el Celta con tres goles del franc¨¦s
El Atl¨¦tico y Griezmann no perdonan una migaja. Este s¨¢bado se la concedi¨® Iv¨¢n Villar con un mal blocaje y un penalti que le cost¨® la expulsi¨®n cuando el Celta se mostraba como ese equipo con m¨¢s juego que puntos. Carnaza para el equipo de Simeone que tuvo en Griezmann a su principal ejecutor. Autor de los tres goles de su equipo, el galo represent¨® la eficacia con la que el equipo se ha encaramado en lo alto de la tabla. Con un partido menos, est¨¢ a tres puntos del liderato tras el empate del Madrid en Sevilla. Ha cogido el Atl¨¦tico el vuelo de los aspirantes. Es capaz de ponerse con el marcador a favor aunque el juego no le acompa?e. En esa din¨¢mica, los rojiblancos se convierten en una seria amenaza para su vecino y para el Bar?a.
El duelo ten¨ªa el atractivo del enfrentamiento Ben¨ªtez-Simeone. De qu¨¦ pod¨ªan tramar el uno contra el otro siendo dos obsesos de la defensa de los espacios como son. Mientras el preparador del Atl¨¦tico solo oper¨® en el once ¡ªdio entrada a Llorente y Barrios para no cargar a Nahuel Molina y De Paul tras la ventana internacional¡ª, el t¨¦cnico madrile?o se olvid¨® de la defensa de cinco y regres¨® a su molde m¨¢s cl¨¢sico con cuatro atr¨¢s. No se limit¨® Ben¨ªtez solo a tocar la pizarra. La sorpresa que se guard¨® para Simeone fue colocar a Mingueza por delante de Kevin. Lo que en un principio pareci¨® ser un blindaje para tapar al amenazante Lino se convirti¨® en una inesperada baza ofensiva. Mingueza estuvo involucrado en la mayor¨ªa de jugadas punzantes que lig¨® el Celta en el arranque. Hasta prob¨® un disparo, que se fue alto. Tambi¨¦n Larsen y Aspas probaron suerte para corroborar que fue el Celta el primero en asumir el gobierno del juego. Se lo concedi¨® el Atl¨¦tico, sumido en los primeros minutos en esa versi¨®n de m¨¢quina de perder balones. Con el Celta prensado en 25 metros cuando ten¨ªa que defender, no encontraba fluidez ni precisi¨®n. Fue Barrios el que quebr¨® esas p¨¦rdidas a granel que terminan por hundir a los futbolistas de Simeone en las inmediaciones de su ¨¢rea. El chico firm¨® un par de acciones individuales en carrera que descorcharon a su equipo. Lino, con un tiro cruzado y raso que se invent¨® sin ¨¢ngulo y poco espacio, exigi¨® una buena intervenci¨®n de Iv¨¢n Villar. La seguridad que mostr¨® el meta local se difumin¨® primero en un mal blocaje en un bal¨®n manso. Despu¨¦s volvi¨® a mostrar guantes aceitosos en un centro de Mario Hermoso. Desde el suelo, trab¨® a Morata para que este no marcara a placer. La acci¨®n le cost¨® el penalti y la roja. Griezmann enga?¨® al debutante Guaita, de regreso a Espa?a tras su paso por el Crystal Palace.
Orgullo
Con diez y el marcador en contra, al Celta le brot¨® el orgullo de intentar plantarle cara al Atl¨¦tico en inferioridad num¨¦rica. Y lo hizo durante los ¨²ltimos quince minutos del primer tiempo y en la reanudaci¨®n. Y eso que Simeone dej¨® en la caseta a Lino y a Barrios para dar paso a Nahuel Molina y a Riquelme. La rotaci¨®n tambi¨¦n ense?¨® un recurso que no ser¨¢ extra?o de ver a lo largo de la temporada. Azpilicueta dej¨® ser el central diestro para pasar al lateral izquierdo y tambi¨¦n pasar a una defensa de cuatro. Hasta que se asent¨® el cambio de piezas y de dibujo, el Atl¨¦tico se llev¨® alg¨²n susto. Bamba estrell¨® una pelota en el larguero. Fue el ¨²ltimo de coletazo del orgulloso del Celta. El equipo de Ben¨ªtez le penaliz¨® el esfuerzo y qued¨® a merced de las carreras cimbreantes de Riquelme y los desmarques al espacio de Morata. La fortuna acompa?¨® a Griezmann por dos veces en el gol que empezaba a cerrar el encuentro. Primero se llev¨® un rebote a la carrera y despu¨¦s, cuando pis¨® ¨¢rea y se dispon¨ªa a asistir a Morata se resbal¨® y su golpeo se col¨® por el palo que hab¨ªa dejado descubierto Guaita.
Ya no tuvo fuerzas el Celta para resistir al Atl¨¦tico, que lig¨® una buena combinaci¨®n para matar el duelo. Molina filtr¨® un pase que dej¨® pasar Correa y Morata rompi¨® en velocidad para plantarse en el ¨¢rea, recortar, ceder la pelota a Molina y este regal¨¢rsela a Griezmann para que marcara sin oposici¨®n. El partido fue ya un tiroteo del Atl¨¦tico, que no encontr¨® m¨¢s puerta para certificar una goleada mayor.
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