A la espera del mejor G¨¹ndogan
El alem¨¢n, que ten¨ªa un recuerdo agridulce de Barcelona, disfruta de la vida en la ciudad y busca acercarse al ¨¢rea rival
Cuando el Manchester City remoloneaba para firmarle un nuevo contrato, Ilkay G¨¹ndogan recibi¨® una llamada inesperada: Jordi Cruyff. No hab¨ªa nadie mejor para seducir a un enamorado del f¨²tbol del Barcelona que el hijo del creador del Dream Team. ¡°Para m¨ª, como centrocampista, era imposible no prestar atenci¨®n a un equipo en el que jugaban Xavi, Iniesta y Busquets¡±, asegura el alem¨¢n a EL PA?S. El problema era que, por entonces, en diciembre del pasado a?o, G¨¹ndogan todav¨ªa no estaba convencido de abandonar Manchester. Sin embargo, el director de f¨²tbol del City, Txiki Begiristain, no estaba dispuesto a extenderle el v¨ªnculo por tres temporadas, tal y como, de entrada, hab¨ªa pedido Ilhan G¨¹ndogan, t¨ªo y representante del jugador. ?El argumento? Su edad, 32 a?os (cumpli¨® 33 el pasado martes). Pep Guardiola, en cambio, lo quer¨ªa en su equipo. El t¨¦cnico ten¨ªa raz¨®n: G¨¹ndogan fue clave en el hist¨®rico triplete del City. Pero ya era tarde. A la insistencia de Cruyff, se le sum¨® el poder negociador de Mateu Alemany y el cari?o de Xavi Hern¨¢ndez. ¡°Jordi fue muy importante¡±, recuerdan en su entorno. Y G¨¹ndogan termin¨® en Barcelona, una ciudad agridulce.
¡°Seguramente depende de c¨®mo te criaron tus padres, tambi¨¦n de cu¨¢ntos contratiempos tuviste. Yo tuve algunas experiencias horribles, muy malas. Y me pude levantar. No s¨¦ si me hice m¨¢s fuerte, pero s¨ª estoy seguro de que comenc¨¦ a valorar disfrutar m¨¢s del f¨²tbol¡±, explica G¨¹ndogan. Despu¨¦s de superar una lesi¨®n en la espalda que le oblig¨® a perderse el Mundial 2014 y que lo tuvo cerca de un a?o fuera de las canchas ¡ª¡±tuve miedo de no volver a ser yo mismo¡±, dice¡ª, el centrocampista sufri¨® dos lesiones en la rodilla. En ambas oportunidades, se oper¨® en Barcelona. ¡°Hab¨ªa estado tres veces en total en la ciudad, dos veces para las cirug¨ªas y una tercera para consultar nuevamente al m¨¦dico¡±, explica. La capital catalana no era el mejor recuerdo para el exjugador del Borussia Dortmund. ¡°Para ser honesto, al principio, no estaba muy seguro. Las ¨²nicas veces que hab¨ªa venido aqu¨ª era para ver al doctor. Pero claro, esta vez las circunstancias en Barcelona eran diferentes¡±, subraya. Esta vez, G¨¹ndogan no solo estaba sano, sino que llegaba a Barcelona para liderar el equipo de Xavi Hern¨¢ndez. ¡°Me encanta la vida aqu¨ª¡±.
G¨¹ndogan opt¨® por no vivir en el Hotel Sof¨ªa, el que el Bar?a acostumbra a ofrecerle a sus nuevos jugadores, sino que decidi¨® instalarse junto a su mujer y su hijo reci¨¦n nacido cerca de V¨ªa Augusta, que separa el barrio de Gr¨¤cia del de Sarri¨¤-Sant Gervasi. Y no es raro cruzarse con el azulgrana desayunando en un caf¨¦ m¨¢s convencional en Sarri¨¤-Sant Gervasi ni a su mujer pidiendo un specialty coffee en Gr¨¤cia. ¡°Est¨¢n muy c¨®modos. Le gusta la vida en la ciudad, le gusta pasear y nadie los molesta¡±, explican desde el entorno del futbolista. Ni siquiera hay quien incordie al 22 del Bar?a cuando realiza sus caminatas para despejar la cabeza por el Paseo de Gracia. En cualquier caso, G¨¹ndogan y su familia est¨¢n a la espera de encontrar una casa en Pedralbes. El alem¨¢n busca hogar en Barcelona, como tambi¨¦n su mejor versi¨®n en el Bar?a. Y eso que para Xavi es uno de los indispensables. Es uno de los cinco jugadores que el preparador ha utilizado, al menos, ocho partidos seguidos durante los 90 minutos. El resto, Alba (10), Busquets (12), Kound¨¦ (13) y Lewandowski (15).
¡°Para nosotros G¨¹ndogan es espectacular en todos los sentidos¡±, aseguran desde el cuerpo t¨¦cnico del Barcelona; ¡°en el entendimiento del juego, en c¨®mo se comporta en el vestuario, en c¨®mo se entrena¡±. En cualquier caso, en la Ciudad Deportiva reconocen que el nivel del alem¨¢n todav¨ªa no es el esperado. ¡°Est¨¢ en un siete, cuando sabemos que tiene que estar en un nueve o un 10¡å, a?aden las mismas fuentes. G¨¹ndogan mantiene pr¨¢cticamente la misma precisi¨®n en los pases que la que ten¨ªa en el City (90,09, cuando la media de su carrera es de 89,07), sin embargo, su acierto en los remates ha ca¨ªdo hasta el 36,36 (su promedio es de 46,27). Y todav¨ªa no ha marcado ning¨²n gol en sus 13 partidos.
¡°Hay que entender tambi¨¦n que no hace cosas tan vistosas porque est¨¢ jugando m¨¢s lejos del ¨¢rea. La idea nuestra es que juegue en la parte superior del cuadrado [el esquema que dibuja el t¨¦cnico en el centro del campo], cerca del ¨¢rea rival. Ah¨ª es d¨®nde ser¨¢ determinante¡±, rematan desde el staff. Desde que se lesion¨® De Jong ¡ª24 de septiembre¡ª G¨¹ndogan se acerca a Oriol Romeu para ayudar en la salida del bal¨®n. No pierde, sin embargo, su olfato para encontrar a sus compa?eros: lleva cuatro asistencias.
Sus compinches en el c¨¦sped no dudan del alem¨¢n. ¡°Eleva el nivel de los entrenamientos y en el campo no le sacan el bal¨®n¡±, subraya uno de los l¨ªderes del vestuario. Y a?ade: ¡°No lleg¨® con ning¨²n aire de estrella¡±. El pasado mi¨¦rcoles, por ejemplo, en el partido ante el Shakhtar Donetsk en Montju?c, el Barcelona tuvo dos faltas directas cerca del ¨¢rea del cuadro ucraniano. En las dos, G¨¹ndogan se coloc¨® cerca del bal¨®n. No chut¨® ninguna: una se la cedi¨® a Ferran Torres, la otra a Araujo. En el City, en cambio, era uno de los encargados de las faltas directas. Una actitud diferente de la que hab¨ªa mostrado Lewandowski la campa?a pasada. ¡°Un l¨ªder es el que cambia el ritmo del equipo, el que cambia la din¨¢mica de un partido. Y no necesariamente tiene que ser ruidoso¡±, concluye el alem¨¢n. Es silencioso G¨¹ndogan, pero todos esperan el ruido que hace en el campo el pr¨®ximo s¨¢bado ante el Real Madrid.
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