El Madrid vuela ligero ante el Braga
El equipo de Ancelotti desactiva al conjunto portugu¨¦s, recupera al cabizbajo Rodrygo, goleador en un gran partido, y suma a Brahim, muy acertado en una noche en que faltaba el lesionado Bellingham
La noche de las oportunidades de la segunda unidad la aprovech¨® tambi¨¦n Rodrygo Goes, efectivo cabizbajo de la primera, peleado con el gol y consigo mismo, e incluso retra¨ªdo en el regate, ese divertimento carioca. El Real Madrid, que aplac¨® la alegr¨ªa ofensiva del Braga, alarg¨® a cuatro su pleno de victorias en la Champions, ya clasificado para octavos, y se qued¨® a solo un empate de garantizarse el primer puesto del grupo. Pero teniendo eso su importancia, en un partido en el que otra vez abri¨® el marcador el poco habitual Brahim, quiz¨¢ la tenga m¨¢s el rescate del brasile?o, que volvi¨® a marcar. Pero no solo.
Antes de anotar, despach¨® un partido sin rastro de angustia por su lejan¨ªa del gol. Aclar¨® jugadas, con el pase y el regate, siempre en lugares donde se necesitaba luz. Ya cuando la faena com¨²n estuvo cumplida, marc¨® con una delicada vaselina para rematar una contra que hab¨ªa impulsado con Vinicius. Y al acabar de celebrar se fue a la banda a abrazar a Ancelotti, que le ha dado todo el tiempo que necesit¨® para rescatarlo de sus tribulaciones.
No fue el ¨²nico recobrado para la causa. En una semana con tres partidos, de domingo a s¨¢bado, Ancelotti agit¨® el once, y sobre el campo solo aparecieron cuatro jugadores de los que se atascaron contra el Rayo el fin de semana: R¨¹diger, Camavinga, Valverde y Vinicius. Kepa se lesion¨® en el calentamiento y dej¨® el sitio a Lunin, y Bellingham a¨²n no se ha recuperado de la luxaci¨®n en el hombro izquierdo, aunque ocup¨® un asiento en el banquillo.
En su lugar regres¨® Brahim, que a¨²n arrastra alguna molestia en otro hombro, y que llevaba tres partidos sin asomar en el campo. Era solo su segunda titularidad, despu¨¦s de empezar contra Las Palmas, el otro encuentro al que falt¨® Bellingham. Despu¨¦s de semanas en la cuneta, probando el c¨¦sped a sorbos brev¨ªsimos, Brahim dej¨® claro desde el comienzo que iba a exprimir el instante. A saber cu¨¢ndo vuelve a faltar el fen¨®meno ingl¨¦s.
Aparec¨ªa entre l¨ªneas de espaldas para descargar, o en la banda izquierda para lanzarse a regatear como un resorte, o atravesando por el centro entre rivales. La grada agradeci¨® ese empe?o disfrut¨®n. Se empez¨® a escuchar un murmullo de emoci¨®n anticipada cuando se intu¨ªa que se dispon¨ªa a inventar una gambeta. Incluso marc¨® muy pronto, apareciendo desde atr¨¢s como Bellingham, aunque el ¨¢rbitro lo anul¨® por una falta de Vinicius. Pero Brahim hab¨ªa venido a eso, y volvi¨® a marcar, despu¨¦s de que Rodrygo alcanzara la l¨ªnea de fondo y se la dejara atr¨¢s, donde volvi¨® a presentarse puntual al remate. Segunda titularidad, segundo 1-0. Como contra Las Palmas, cuando desatasc¨® un duelo que se le hab¨ªa atragantado sobre todo a Joselu.
El relato del partido lo armaban los nuevos. Lucas V¨¢zquez empez¨® en lugar de Carvajal. Sufri¨® desde el inicio, y bien pronto cometi¨® un penalti que no pareci¨® tan urgente. Cristian Borja entr¨® en el ¨¢rea despu¨¦s de una pared de tac¨®n de Bruma y Lucas le agarr¨® y le derrib¨®. Sucedi¨® tan pronto que hab¨ªa gente que no hab¨ªa encontrado a¨²n su asiento. Parec¨ªa que cuando llegar¨ªan ser¨ªa para ver si hab¨ªa otra remontada. A otra noche de remar r¨ªo arriba.
?lvaro Djal¨®, nacido en Madrid pero criado fuera, coloc¨® la pelota sobre el punto de los once metros, dispuesto a marcar en el estadio m¨¢s grande de su ciudad el que pod¨ªa ser su segundo gol a los blancos, despu¨¦s del que anot¨® en Braga. Pero all¨ª estaba Lunin, titular por sorpresa, de improviso tambi¨¦n bajo amenaza grave. Se lanz¨® a su derecha y detuvo el penalti. Es un especialista: desde que est¨¢ en Espa?a (cesiones incluidas al Legan¨¦s y al Real Oviedo) ha parado la mitad de los que le han tirado, siete de 14.
La presencia de Bruma por la banda izquierda del Braga fue lo m¨¢s amenazante que mostr¨® el equipo portugu¨¦s, el conjunto m¨¢s goleador de Portugal, muy alegre en su casa, y aplacado esta vez por el Madrid. A Lucas le costaba controlarle si no aparec¨ªa Valverde a socorrerle. El equipo de Artur Jorge intentaba controlar algo el tempo alto del Madrid tocando en el medio, con Zalazar, Moutinho y Carvalho, pero apenas inquietaron a Lunin. El Real los desactivaba antes, bajo el energ¨¦tico mando de Camavinga, se?or de la zona ancha, donde robaba y desde donde despegaba tambi¨¦n atravesando l¨ªneas a la carrera.
La noche era blanca, solo a falta de que terminaran de descorcharla. Lo hizo Vinicius, que sigue ganando vuelo y se solt¨® ya hasta con espaldinhas. El equipo, tanto tiempo alimentado casi solo por el embrujo de Bellingham, respir¨® aliviado y feliz al recuperar a Rodrygo, y al sumar a Brahim, despedido en pie por el estadio. El Madrid marc¨® tres goles sin el ingl¨¦s y se sinti¨® m¨¢s ligero en su camino de momento perfecto en la Champions, con la vista ya puesta en el Valencia, al que recibe el s¨¢bado.
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