¡°?l dijo ¡®yo lo tir¨¦ al r¨ªo, yo me lo cargu¨¦¡±: el testimonio de una mujer que abre un nuevo juicio para ¡®Jimmy¡¯

¡°[Diego] Palomeque es el capo de Talavera de todo. Yo fui una vez al f¨²tbol con ellos por V¨ªctor, mi ex pareja. Me llev¨® y yo iba con ¨¦l detr¨¢s y Palomeque iba delante. Y, la verdad, es que yo vi que llevaba a todos los chavales, que eran unos cien, pero que los dominaba. S¨ª, te lo juro. Que dec¨ªa que tiraran para adelante, como dec¨ªan ellos. En Talavera s¨ª, era el que mandaba¡±. As¨ª arranca el testimonio de una mujer que acudi¨® a una comisar¨ªa de polic¨ªa de Madrid para denunciar los malos tratos de su expareja y que, en su relato, delat¨® al presunto autor del asesinato de Jimmy, Francisco Javier Romero Taboada, el hincha de Riazor Blues de 43 a?os que muri¨® apaleado y arrojado al r¨ªo Manzanares el 30 de noviembre de 2014, tras un brutal enfrentamiento entre ultras del Deportivo de la Coru?a (de ultraizquierda) y del Atl¨¦tico de Madrid (de ultraderecha). Su declaraci¨®n le ha dado un nuevo vuelco al caso, que se encamina hacia la apertura de un juicio oral.

Cuando se cumplen nueve a?os de los hechos y de un periplo judicial de sobreseimientos y de sucesivos jueces sin que haya culpables del crimen, la Audiencia Provincial de Madrid ha reabierto el caso ¡ªel pasado 16 de octubre¡ª al darle legitimidad al testimonio de la mujer, convertida ahora en testigo protegida. Se abre as¨ª tambi¨¦n la oportunidad de que haya un juicio. Y de que la muerte de Jimmy ¡ªque toda Espa?a vio en sus televisores, al difundirse las grabaciones de la macrorreyerta¡ª, no quede impune. Un asesinato que marc¨® un antes y un despu¨¦s en el f¨²tbol y en la voluntad de erradicar la violencia del deporte.

La declaraci¨®n de la testigo, primero en comisar¨ªa (el 31 de diciembre de 2017), despu¨¦s ante los investigadores de la Brigada Provincial de Informaci¨®n de Madrid (el 19 de febrero de 2018) y, por ¨²ltimo, ante el juez (el 14 de junio de 2021) ha puesto del rev¨¦s el procedimiento. Seg¨²n el auto de la Audiencia procede revocar el archivo de la causa decretado por el juez de instrucci¨®n el pasado 11 de mayo de 2022, ya que ¡°existen indicios bastantes para procesar a los cinco investigados¡±.

Seg¨²n el relato de la chica, en varias ocasiones se reunieron en la casa de su expareja para ver v¨ªdeos de YouTube de la reyerta: ¡°Mira, ese soy yo, s¨ª, yo tir¨¦ a Jimmy al r¨ªo, yo me lo cargu¨¦¡±, asegura que dec¨ªa Palomeque se?alando las im¨¢genes. Su expareja, contaba, tambi¨¦n alardeaba de haber apu?alado a varios, en esos encuentros aderezados con alcohol y drogas. ¡°Yo estoy segura de que Palomeque ha sido, no tengo nada contra ¨¦l, es m¨¢s le tengo miedo¡±, reconoc¨ªa la joven.

El tribunal de la secci¨®n cuarta considera ahora, adem¨¢s, que el testimonio de la mujer ¡°revaloriza¡± el del primer testigo protegido, un cachorro del Frente Atl¨¦tico (los ultras del equipo rojiblanco), menor de edad, que particip¨® en la ri?a tumultuaria y accedi¨® a colaborar con la polic¨ªa en su d¨ªa. Su declaraci¨®n fue inicialmente desestimada por el juez, que baraj¨® que pod¨ªa estar siendo manipulado por los agentes para que se?alara a los presuntos autores de la paliza mortal.

Por el contrario, el auto de la Audiencia advierte de que el hecho de que ambos testigos protegidos ¡ªsin conocerse de nada¡ª se?alaran a la misma persona (Diego Palomeque) y que este no fuese ninguno de los cuatro sospechosos acusados por los investigadores, pese a estar entre los detenidos por la ri?a tumultuaria, ¡°corrobora indiciariamente las originales manifestaciones del testigo respecto a la participaci¨®n de Diego Palomeque¡±.

El nuevo investigado tan solo fue acusado de ri?a tumultuaria, como los otros m¨¢s de ochenta detenidos en la llamada Operaci¨®n Neptuno. Sin embargo, las declaraciones de los dos testigos, lo agrupan con el n¨²cleo agresor acusado del homicidio y encapsulado en su d¨ªa por la polic¨ªa: Jos¨¦ Luis Zarzoso Perea, Francisco Javier Jim¨¦nez Linares, Sergio Santiago Mart¨ªnez e Ismael L¨®pez P¨¦rez. Los cuatro ingresaron en prisi¨®n en diciembre de 2014 y salieron en mayo de 2015, porque los sucesivos jueces (hasta cuatro ha habido en el procedimiento) entendieron que no exist¨ªan suficientes indicios para inculparles. Una idea que se vio avalada cuando la defensa hizo notar que hab¨ªa habido una confusi¨®n con las v¨ªctimas, los dos hombres arrojados al r¨ªo en aquella enorme trifulca: Jimmy y otro hincha gallego, Santiago Abaga Manteiga, que result¨® herido de gravedad pero logr¨® salir por su propio pie del agua.

Sin embargo, la polic¨ªa siempre defendi¨® ¡ªcon meticulosos an¨¢lisis fison¨®micos y de indumentaria sobre las im¨¢genes estabilizadas¡ª que se trataba del mismo grupo agresor, y que las grabaciones mostraban los dos ataques, primero a Santiago Abaga y despu¨¦s a Jimmy, con 43 segundos de diferencia entre uno y otro. ¡°Un ataque grupal semejante encaja en los presupuestos doctrinales de la coautor¨ªa sucesiva, adhesiva o aditiva... Lo esencial es que la v¨ªctima estaba viva cuando se produjo su precipitaci¨®n al r¨ªo, es decir, el homicidio no se hab¨ªa consumado en esos momentos¡±, se?ala el auto de la audiencia, en contra tambi¨¦n del auto del juzgado de instrucci¨®n, que argumentaba que no se pod¨ªa acusar a Palomeque de la muerte de Jimmy porque, seg¨²n la autopsia, no falleci¨® por ahogamiento sino por una rotura traum¨¢tica del bazo. ¡°En conclusi¨®n¡±, determina el tribunal, ¡°hay evidentes indicios delictivos e igualmente indicios bastantes para reputar autores a los investigados identificados¡±.

Seg¨²n Ana Blanco, abogada de uno de los acusados, ¡°la audiencia se ha visto obligada a reabrir la causa para calmar los ¨¢nimos, pero es imposible identificar a quien le caus¨® la muerte de Jimmy en el marco de una ri?a tumultuaria que dur¨® muchos minutos: ?Qui¨¦n le revent¨® el bazo, que fue la causa real de la muerte, a lo largo de todas las peleas que mantuvieron? ?C¨®mo puede acreditarse que no recibi¨® ese golpe mortal por parte de otros?¡±, se pregunta. ¡°No se puede usar la justicia para erradicar la violencia en el deporte, por muy repudiable que nos parezca a todos¡±, a?ade. ¡°Del mismo modo que no se puede usar un testigo protegido que estaba en el lugar de los hechos y que adem¨¢s fue manipulado por la polic¨ªa¡±, insiste. ¡°Y la testigo ni siquiera estaba all¨ª, pero si tenemos que ir a juicio, iremos¡±, dice, tras hablar del ¡°rid¨ªculo policial¡± de los agentes que llevaron la investigaci¨®n y de c¨®mo ¡°se han ido sacando de la manga testigos y estudios al ritmo que los jueces desestimaban sus indicios¡±.

Los sucesivos archivos han sido siempre recurridos por los abogados de LaLiga: ¡°El procedimiento en instrucci¨®n ha tenido un problema por la procesi¨®n de jueces y fiscales¡±, se?alan en el organismo deportivo, que nunca se ha rendido para evitar que un crimen as¨ª quedara impune. Fueron los abogados de esta instituci¨®n quienes llamaron la atenci¨®n al juez sobre el testimonio de la mujer ¡ªtras conocer la existencia del oficio policial correspondiente¡ª, y han sido ellos tambi¨¦n quienes han realizado un informe pericial para identificar ¡°pixel por pixel¡± las indumentarias de los agresores. ¡°Con una tecnolog¨ªa espec¨ªfica y un barrido en las fotograf¨ªas recogidas en los m¨®viles incautados a los acusados puede determinarse si se corresponde con prendas que hubiesen vestido en otras ocasiones¡±, aseguran. ¡°Lo que queremos es que haya un juicio con jurado popular, esto no se puede cerrar sin que haya una vista¡±, defienden. Su estudio es el que falta por incorporar a la causa antes de que se declare la apertura del juicio oral.

¡°Este proceso judicial de nueve a?os es una constataci¨®n de lo que les cuesta a las personas de la calle, que no tienen privilegios, que se intente hacer justicia¡±, dice Erlantz Ibarrondo, abogado de la familia de Jimmy. ¡°Esta es la tercera vez que se dicta un auto de procesamiento, con personas procesadas, con unas declaraciones de dos testigos protegidos que coinciden con las personas que presuntamente han sido los autores y el juzgado de instrucci¨®n nos dec¨ªa una y otra vez que no hab¨ªa indicios suficientes¡±, se lamenta. Tantas idas y venidas en este caso, le han llevado a ser ¡°cauto¡±, pero ¡°si se tiene que decretar que no son culpables, al menos que se vean los indicios que hay y que se celebre un juicio¡±, defiende. Algo que tambi¨¦n se?ala la audiencia en su auto: ¡°Se debe abrir el juicio oral para decidir en ¨¦l sobre la posible responsabilidad¡± de los investigados.

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