El Bayern M¨²nich, la gran alternativa a la Premier

Uli Hoeness, Franz Beckenbauer, Jupp Heynckes y Karl-Heinz Rummenigge dieron una inolvidable lecci¨®n de administraci¨®n de la empresa del f¨²tbol al club m¨¢s poderoso de la Premier, el martes pasado. La victoria por 0-1 del Bayern M¨²nich sobre el Manchester United en Old Trafford, y la subsiguiente eliminaci¨®n del equipo ingl¨¦s de todas las competiciones europeas, puso de manifiesto algo que vienen advirtiendo varios directivos de la Premier desde que hace dos a?os el Bayern comenz¨® a competir en el mercado por fichar las estrellas que ellos quer¨ªan contratar. La operaci¨®n m¨¢s atrevida de la ¨²ltima d¨¦cada comenz¨® por los fichajes de Sadio Man¨¦ y Matthijs de Ligt. Prosigui¨® con Kim min-Jae, y finalmente culmin¨® con el futbolista ingl¨¦s de referencia, nada menos que el capit¨¢n de la selecci¨®n nacional, Harry Kane.

Conducido en la sombra por Uli Hoeness, el expresidente de 71 a?os, l¨ªder de un consejo de sabios que reune amigos de toda la vida y viejas glorias del f¨²tbol alem¨¢n, el Bayern dise?a su pol¨ªtica deportiva con determinaci¨®n, atrevimiento y visi¨®n de largo plazo. Con menos big data que experiencia personal acumulada. Calculando detenidamente cada inversi¨®n, Hoeness y su s¨¦quito han impuesto la l¨ªnea a seguir por encima de presidentes y directores deportivos ¡ªcon Kahn o con Dreessen, lo mismo que con Salihamidzic o Freund¡ª hasta componer la que probablemente sea la mejor plantilla de Europa al menor coste posible. Si el balance de la compraventa de futbolistas del United asciende a 480 millones de euros desde 2021, seg¨²n Tranfermarkt; el balance de las ventas y las compras del Bayern no pasa de 80 millones.

Hartos de quemar dinero en un pozo sin fondo, el a?o pasado los seis hermanos Glazer, due?os del United, se propusieron dejar de comprar jugadores a nenos que fuesen figuras establecidas en el top cinco de cada demarcaci¨®n seg¨²n todas las m¨¦tricas cu¨¢nticas y cualitativas. Se aseguraron un cr¨¦dito de 500 millones de euros de Bank of America y ordenaron a sus t¨¦cnicos el fichaje de Araujo, Kim Min-Jae, Kvaratskhelia, Frenkie de Jong o Adrien Rabiot y, como nueves, Harry Kane o Dusan Vlahovic. Durante meses les hicieron llegar ofertas. Cada una m¨¢s espectacular que la anterior. Pincharon en hueso. Todos, por diversas razones, evitaron comprometerse con un club que los profesionales del f¨²tbol perciben a la deriva. No se sabe si los Glazer ¡ªpetroleros estadounidenses afines a George W. Bush y sin raigambre en el f¨²tbol¡ª quieren vender o conservar la propiedad. Tampoco se sabe qui¨¦n manda realmente en el remolino de directores generales, el ¨²ltimo, Patrick Stewart, que hace un mes asumi¨® el cargo en calidad de interino mientras Sir Jim Ratcliffe, que recientemente compr¨® el 25% de las acciones, decide con los Glazer un nuevo organigrama.

¡°Estoy decepcionado¡±, dijo Ten Hag, el entrenador, tras la derrota. ¡°Como grupo, como entrenador, debimos hacerlo mejor¡±. A diez puntos del l¨ªder de la Premier, el club con m¨¢s hinchas del Reino Unido combate desde 2013 por esquivar la mediocridad. M¨¢s de 1.000 millones invertidos en entrenadores y jugadores no le ha impedido conocer la miseria. Solo tres equipos en las grandes ligas han perdido m¨¢s partidos que el United (12) esta temporada: Burnley, Union Berl¨ªn y Almer¨ªa.

La par¨¢bola del United es atronadora. El Bayern demuestra que la Superliga de Europa no es la ¨²nica alternativa al poder financiero de la Premier.

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