La conmovedora historia de D¨¢ire, el ni?o aficionado del Liverpool: (No) es solo f¨²tbol

¡°Es solo f¨²tbol¡±. De vez en cuando escucho a gente soltar esta frase como si se la creyeran de verdad. Puestos a creer, me gusta pensar que lo dicen desde el desconocimiento. Habr¨¢n conocido otro tipo de deporte, pero desde luego no lo que el f¨²tbol significa para tant¨ªsimas personas.

Entre Nochebuena y Nochevieja pasamos de los mejores deseos a prop¨®sitos ¡ªbuenos o malos, ya depende de cada uno¡ª. Los atracones navide?os entre polvorones, turrones y villancicos nos re¨²nen alrededor de una mesa, si tenemos suerte, junto a la gente que m¨¢s queremos y m¨¢s nos quiere. La Navidad es una ¨¦poca extra?a, hay quien la ama y hay quien la odia, pero c¨ªclicamente toca vivirla, con mayor o menor pasi¨®n, una vez al a?o. Para algunos pasa demasiado r¨¢pido, para otros, demasiado lento. Entre los cl¨¢sicos de la Navidad no pueden faltar Mariah Carey, Love Actually, el cu?ao que hay en cada familia y el Boxing Day. Es como un pack que pica a la puerta cada 24 de diciembre sin el que no se entender¨ªan estos d¨ªas. En cierta manera, desconectamos del deporte para dejar paso a las sobremesas, los bingos, amigos invisibles y dem¨¢s, pero no demasiado. Es una ¨¦poca que nos reconcilia con lo m¨¢s importante de las cosas menos importantes, que dir¨ªa Johan Cruyff. Estos d¨ªas me conectan con el f¨²tbol en toda su esencia. Porque, qu¨¦ es sino este deporte del balompi¨¦ una excusa para hacer felices a los dem¨¢s.

¡±Mi vida es el Liverpool. Significa absolutamente todo. No puedo expresarlo con palabras, es simplemente un escape completo, no hay absolutamente nada que ame m¨¢s¡±. De lo m¨¢s conmovedor que he visto ¨²ltimamente es la historia de D¨¢ire, un aficionado del Liverpool de 12 a?os que sufre el s¨ªndrome de Crommelin, una enfermedad rara que afecta a ocho personas en el mundo y que le tiene postrado en una silla de ruedas por problemas en las piernas. No puede caminar, le falta el f¨¦mur en ambas piernas y no tiene brazos de los codos para abajo. Lo que no le falta nunca es una sonrisa en su rostro. D¨¢ire conmovi¨® a todos cuando visit¨® Anfield y rompi¨® a llorar al escuchar el You¡¯ll never walk alone. Si no hab¨¦is visto el v¨ªdeo, os recomiendo que lo hag¨¢is, merece mucho la pena.

El club red ha cumplido el sue?o de D¨¢ire y ha tenido un bonito gesto navide?o. Coincidiendo con el d¨ªa de Navidad, J¨¹rgen Klopp lo invit¨® a las instalaciones, donde conoci¨® a su ¨ªdolo, Luis D¨ªaz, adem¨¢s de otros jugadores como Darwin N¨²?ez o Mohamed Salah. La cara de este peque?o hincha red es inexplicable, como aquellas cosas que no tienen un equivalente en palabras. Compararlas con cualquier sentimiento de felicidad ser¨ªa infravalorarlas o menospreciarlas. Cumplir el sue?o de D¨¢ire no puede equipararse a ning¨²n t¨ªtulo o gol por muy merecedor del Puskas que sea. A veces nos olvidamos del poder transformador que tiene este deporte y del poder que tienen los jugadores para ser ¨ªdolos con todo merecimiento. Los insultos, las broncas, las rivalidades llevadas al extremo extradeportivo y todo ese tipo de cosas, empa?an lo que verdaderamente deber¨ªa ser un partido y todo lo que le rodea.

Historias como la de D¨¢ire me reconcilian con la idea de que el f¨²tbol puede seguir haciendo del mundo un sitio mejor, aportando como buenamente puede su granito de arena. Me reafirma la esperanza de que no cuesta tanto hacer feliz a los dem¨¢s y no solo en estas fechas tan se?aladas, sino todo el a?o. As¨ª que no, el f¨²tbol no es solo f¨²tbol.

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